Quince razones por las que Michael Fassbender es mejor que t¨² en todo

Seg¨²n los supersticiosos, decir "Macbeth" en voz alta trae mala suerte para su actor. No para ¨¦l. Michael Fassbender (Heidelberg, Alemania, 1977), rey de Hollywood en funciones, se pasea por el mundo como si estuviese por encima del bien y del mal. Sea o no cierto, lo parece, y eso es todo lo que importa en la industria del espect¨¢culo. "Macbeth", repite Michael en voz alta desafiando la superstici¨®n. Su elegancia animal le ha convertido en el objeto de deseo favorito del planeta sin eclipsar su abrumadora capacidad interpretativa. Como actor, Fassbender evoca la visceralidad y profesionalidad del mejor Paul Newman. Como hombre, representa la unidad de medida de la virilidad en el siglo XXI gracias a episodios como estos. Un consejo: no lo intenten en casa.

Sabe bailar sin hacer el rid¨ªculo

Michael Fassbender nunca ser¨¢ ese pardillo que se queda en un rinc¨®n de la pista de baile moviendo la cabeza. Estamos hablando del ¨²nico hombre irland¨¦s con sentido del ritmo (recordemos: naci¨® en Alemania, pero desde los dos a?os vive en Irlanda; y el se considera muy irland¨¦s). Durante la promoci¨®n de X-Men. D¨ªas del futuro pasado (Bryan Singer, 2014), los meneos de Fassbender y Hugh Jackman, cuyas caderas se forjaron en el musical, consiguieron que un tipo tan apuesto como James McAvoy acabase pareciendo un minion.

Est¨¢ en todas tus pel¨ªculas favoritas

La trayectoria de Fassbender es el paradigma de la diversidad art¨ªstica que caracteriza el star-system actual. En los 90 las estrellas comerciales no se mezclaban con los actores de car¨¢cter, pero ahora todo ha cambiado. Como Jennifer Lawrence, Michael alterna sin pudor cruentos dramas indies con luminosas superproducciones rodadas en pantalla verde. Su primer papel fue en la serie de 2001 Band of Brothers y no salt¨® al cine hasta 300 (Zack Snyder, 2007). Desde entonces, ha trabajado con Quentin Tarantino (Malditos bastardos), Steve McQueen (Shame) o Ridley Scott (Prometheus). Fassbender ha sido Macbeth, Magneto, Edward Rochester, Carl Jung y Steve Jobs. Y por delante le queda la adaptaci¨®n del videojuego Assassin's Creed. Otros actores necesitan toda una vida para acumular semejante lista de personajes ic¨®nicos: a Fassbender le han bastado 8 a?os.

Gusta a hombres y mujeres

Mientras Ryan Gosling se ha quedado rezagado y solo se habla de ¨¦l por lo bien que le quedan los vaqueros, Fassbender ha logrado cristalizar una fama transversal gracias a un talento y atractivo que funcionan con todo tipo de p¨²blico. Ellas se sienten atra¨ªdas por su sexualidad caballerosa, ellos admiran la despreocupaci¨®n con la que Fassbender explota su erotismo. Si alg¨²n d¨ªa Michael te quita la novia, ni siquiera tendr¨ªas derecho a ofenderte. Mejor agachar la cabeza, agradec¨¦rselo y salir por la puerta de atr¨¢s.

Sabe ligar en el metro

Echar miraditas en el transporte p¨²blico sin parecer un maniaco sexual es el santo grial de cualquier hombre: se dice que existe, pero nadie puede demostrarlo. Shame (Steve McQueen, 2011) estaba protagonizada por un adicto al sexo que gracias a las facciones y sensualidad de Fassbender consegu¨ªa seducir a cualquier desconocida que se le cruzase sin ganarse una orden de alejamiento. Su secreto es esa cara de estar permanentemente a punto de tirarse a alguien sin resultar vulgar. Insistimos, no intent¨¦is esto en la vida real.

A pesar de su ¨¦xito Michael sigue viviendo en el mismo apartamento de Hackney, un barrio "bohemio" (es una forma de verlo) de Londres, desde 1996, cuando lleg¨® de su querida Irlanda. Durante a?os vivi¨® con un boquete enorme en la puerta, que suponemos ya ha arreglado, pero se siente c¨®modo en Hackney y le recuerda a aquellos d¨ªas en los que apenas pod¨ªa pagar el alquiler. Con esa nostalgia enga?osa que otorga el triunfo, Michael recuerda con cari?o los d¨ªas en los que trabajaba como teleoperador de correos aguantando broncas de clientes insatisfechos. Si hubieran sabido a qui¨¦n ten¨ªan al otro lado del tel¨¦fono seguro que se les habr¨ªan olvidado las quejas. La indiferencia de Fassbender hacia su propio estatus hace que vaya por la vida con un iPhone 4 con la pantalla destrozada. Fassbender es como nosotros. No, en realidad no.

Camina descalzo sin pincharse con nada

La antitet¨¢nica es para cobardes. Michael Fassbender no necesita zapatos y mientras Joaquin Phoenix (tambi¨¦n aficionado a andar descalzo) siempre va con los pies destrozados, Michael parece inmune a las durezas y los cristales rotos. Fassbender es el Jesucristo caminando sobre las aguas del siglo XXI.

Su novia tiene un Oscar

Nuestro mayor logro vital es tener m¨¢s hect¨¢reas que nuestros vecinos en Farmville, pero en la liga de Michael Fassbender el techo es salir con la actriz de moda. Alicia Vikander bes¨® t¨ªmidamente a Michael antes de subir a recoger su Oscar por La chica danesa hace apenas tres meses. Llevan su relaci¨®n con la misma naturalidad con la que caminan descalzos, pero con mucha discreci¨®n. Ninguno ha hablado jam¨¢s del otro. Michael y Alicia se conocieron durante el rodaje de La luz entre los oc¨¦anos, que se estrenar¨¢ en Espa?a en oto?o. Se dice que en 12 a?os de esclavitud (Steve McQueen, 2013) Michael visitaba por las noches a su compa?era Lupita 'Nyongo, pero tampoco ha abierto la boca sobre el tema.

Michael habla m¨¢s de su BMW R 1200 GS Adventure que de Alicia Vikander. Quiz¨¢ porque sabe que una de las dos s¨ª es para toda la vida. En su tiempo libre se relaja tir¨¢ndose en paraca¨ªdas, haciendo surf, navegando con su madre (a quien adem¨¢s llev¨® a los Oscar en 2012) o recorriendo Europa con la ¨²nica compa?¨ªa de su moto. Seg¨²n cuenta la leyenda, Fassbender hizo el amor con una mujer distinta en cada puerto. Con una excepci¨®n. Durante su parada en San Sebasti¨¢n estuvo con dos. En la misma noche. Espa?a es diferente hasta para Fassbender.

Cualquiera que vaya al gimnasio sabe que los abductores son una utop¨ªa. En cuanto parece que se est¨¢n empezando a marcar, se desinflan irremediablemente. Fassbender est¨¢ definido pero no es musculoso y parece c¨®modo con la cosificaci¨®n sexual a la que le someten el 80% de los fot¨®grafos para los que posa. Sus abductores son acero para los barcos y parecen una pista de aterrizaje que dirige la atenci¨®n hacia su entrepierna. Como si hiciera falta.?

Tiene el 'faro' m¨¢s famoso de Irlanda

Nunca antes se hab¨ªa hablado tanto de un pene en una pel¨ªcula. Sobre ¨¦l se han escrito ensayos sociol¨®gicos, comparativas cin¨¦filas e incluso poemas. Michael no encaja demasiado bien esta obsesi¨®n colectiva con su pene, el verdadero actor secundario de Shame y todo un robaescenas cuando Magneto va en ch¨¢ndal en X-Men: primera generaci¨®n. ?l dice que est¨¢ igual de mal que tratar a una mujer como un objeto por tener los pechos grandes, pero uno de los mayores m¨¦ritos de su carrera es haber conseguido que su tama?o no eclipse todo lo dem¨¢s.

Desde Kirk Douglas Hollywood no ha dejado de intentar crear una estrella pelirroja, pero solo funciona con las chicas: Julianne Moore, Jessica Chastain o Emma Stone. Michael es muy pelirrojo, y la saturaci¨®n de color de sus fotos hace que a veces parezca como si la canci¨®n Don Diablo de Miguel Bos¨¦ se hubiese reencarnado en un hombre. No obstante, "Un beso chiquit¨ªn con un swing" no es la frase que utiliza Fassbender para ligar; ¨¦l prefiere acercarse a una mujer y decirle "?quieres acostarte conmigo?". Esto ¨²ltimo es totalmente cierto, confesado por ¨¦l mismo. Al parecer siempre le funciona.

No tiene foto mala

Su fotogenia es apabullante. Cualquier otro saldr¨ªa con la cara desencajada si le pillan a traici¨®n hablando en una foto. ?l no. ?l crea un momento m¨¢gico que garantiza que estaba diciendo algo terriblemente interesante. Siempre consigue parecer que est¨¢ dejando embarazada a la c¨¢mara. Hasta devolviendo un bol¨ªgrafo con Kate Winslet agarrada del brazo (y helada de fr¨ªo) parece que a continuaci¨®n va a invadir Polonia.

Durante el rodaje de Indomable (Haywire) en 2011, el director Steven Soderbergh recuerda que la frase favorita de Fassbender era "y ahora ?d¨®nde vamos?". Cada noche el actor se quedaba hasta la madrugada bebiendo con el equipo de producci¨®n, lo cual no entorpec¨ªa su ya emblem¨¢tica profesionalidad a la ma?ana siguiente. En la mayor¨ªa de entrevistas que da se disculpa por tener resaca y propone que el periodista le acompa?e a hacer yoga o pr¨¢cticas de tiro. ?l solito podr¨ªa resucitar el obsoleto adjetivo de bon vivant.

Enfundado en un traje a medida o en un ch¨¢ndal azul marino, Michael nunca deja de ser el ser humano m¨¢s elegante de su generaci¨®n. Si cualquiera de nosotros se pone una camiseta b¨¢sica tres tallas mayor y llena de agujeros, ser¨¢ cuesti¨®n de tiempo que alguien nos tire unas monedas. Pero Michael es un dandi y ni siquiera podemos odiarle por ello porque a ¨¦l no parece importarle. Es menos elocuente hablando de moda que de motos: "Supongo que Tom Ford mola... Cuando mis novias se ponen ropa de Ford siempre digo 'wow, qu¨¦ estilazo". S¨ª, ha dicho "novias" en plural.

Lo que faltaba. Por si todo lo anterior no fuera ya arrebatador y no convirtiese al resto de hombres del planeta en larvas, Michael Fassbender sabe tocar la guitarra muy bien. Antes de mudarse a Londres con 19 a?os, Michael intent¨® montar una banda de rock con un amigo bajista, pero nunca encontraron al bater¨ªa adecuado. Michael estaba destinado a otra cosa. Todo indica que sus mejores a?os est¨¢n a¨²n por llegar y ¨¦l seguir¨¢ sin darle demasiada importancia a nada. Su picard¨ªa, eso s¨ª, sugiere que es consciente de su magnetismo. Como dijo el fil¨®sofo, si todos estuvieran a su nivel estar¨ªamos primeros en la clasificaci¨®n.