Jos¨¦ Mar¨ªa Vera, Director General de Oxfam Interm¨®n.
Una ni?a escribe en la pizarra en la escuela de Rutenderi (Burundi). Imagen de Pablo Tosco.
El Comit¨¦ de Ayuda al Desarrollo (CAD) de la OCDE hizo p¨²blicas ayer sus cifras oficiales para 2015, confirmando la lamentable posici¨®n de Espa?a entre los 28 donantes.Ha sido un a?o en el que se ha alcanzado un nuevo record en el volumen global de la ayuda en el mundo, con131.586 millones de d¨®lares. En realidad este crecimiento se debe al c¨®mputo dentro de esta cantidad de los recursos empleados en ejecutar la pol¨ªtica dom¨¦stica de asilo y refugio, m¨¢s del 20 % del total de la ¡°ayuda¡± en los casos de Suecia, Italia, Grecia, Holanda y Australia. Dinero que nunca sale de las fronteras de cada pa¨ªs.
Los datos muestran una situaci¨®n espa?ola que deber¨ªa ruborizar a cualquier l¨ªder pol¨ªtico que pretenda defender un pa¨ªs solidario, responsable con el mundo en el que vivimos y consciente de que ya apenas nada se resuelve dentro de las limitadas fronteras del c¨®modo localismo. Una enfermedad de la que nuestra clase pol¨ªtica parece tener un ataque agudo en estos tiempos.
Con un 0.13 % del PIB, Espa?a se encuentra a la cola de los pa¨ªses miembros del CAD, y en conjunto, en los ¨²ltimos a?os es el donante que m¨¢s ha reducido su cooperaci¨®n: m¨¢s que pa¨ªses como Grecia, Portugal o Irlanda. Es en el cap¨ªtulo de la Ayuda Humanitaria donde m¨¢s se ha notado este recorte, por encima del 80%, dejando unas capacidades mermadas para responder all¨¢ donde las personas sufren m¨¢s, en desastres naturales, conflictos y zonas lim¨ªtrofes, donde los refugiados llegan por millones y se quedan. En el fondoes una pol¨ªtica coherente. Nuestro gobierno no acoge refugiados, apoya las devoluciones y no responde como debe a su situaci¨®n humanitaria en Jordania, L¨ªbano, desplazados en Siria o tantos olvidados en Sud¨¢n del Sur, RCA y otras crisis.
Los 1446 millones de euros desembolsados, que nos colocan entre los ¨²ltimos de la fila, se vuelven calderilla si los desglosamos. La mitad se va en contribuciones obligatorias a la UE y organismos internacionales. Descontando los costes administrativos, crecientes en porcentaje por la disminuci¨®n del total, apenas queda para llevar a cabo una pol¨ªtica de cooperaci¨®n al desarrollo que merezca tal nombre. Apurar la ejecuci¨®n de fondos retrasados, tratar de impulsar de nuevo una confusa cooperaci¨®n reembolsable o captar recursos de otros donantes para ejecutarlos por delegaci¨®n son, bien parches para justificar la cicater¨ªa, bien opciones parciales. La Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional no es una consultora que deba dotarse de sentido estirando recursos pasados y ejecutando los de otros. Eso lo hacen los organismos zombis que no reconocen su estado.
No ser¨¢ por falta de reflexi¨®n. La crisis, los zarandeos del tiempo que nos toca y la Agenda 2030, han catalizado intensos procesos de reflexi¨®n y cambio. Hay muchas y buenas propuestas para avanzar hacia una verdadera pol¨ªtica de desarrollo. Los an¨¢lisis siguen siendo solventes y muchas organizaciones estamos inmersas en transformaciones profundas, con sus durezas y sus ilusiones, mirando m¨¢s all¨¢ de nuestra zona de confort habitual.
La sociedad sigue respondiendo muy por encima del Gobierno. El apoyo a la ayuda al desarrollo se mantiene mayoritario. A modo de ejemplo, en Oxfam Interm¨®n hemos incrementado nuestra base social en 10.000 colaboradores netos el a?o pasado y accedemos a financiaci¨®n p¨²blica internacional, en montos significativos y para programas de envergadura. De un presupuesto de casi 90 millones de euros, la financiaci¨®n por parte de la administraci¨®n central es de apenas el 4 %. Bien, esto nos da independencia y todo lo que se quiera. Sin embargo tambi¨¦n es un reflejo, como ocurre en otros casos de ONG, academia y profesionales, de una desproporci¨®n notable entre las capacidades de un sector experimentado respecto a la dejaci¨®n de responsabilidades por el lado p¨²blico. El impacto en nuestra posici¨®n internacional es devastador.
Dicho lo anterior, la nueva situaci¨®n pol¨ªtica por incierta y corta que se atisbe, ya apunta alguna luz. Todos los grupos parlamentarios del Congreso, salvo el PP, han aprobado una proposici¨®n no de ley que insta al nuevo gobierno a elaborar una nueva Ley de Cooperaci¨®n Internacional al Desarrollo, alcanzar el 0.4% del PIB para AOD durante la legislatura y de ¨¦ste, destinar al menos el 10 % a Acci¨®n Humanitaria.
Todos los grupos menos el PP. ?Por qu¨¦? Me cuesta tanto entenderlo. Esto no es ideolog¨ªa, ni partidismo, ni uno de los temas sensibles, motivo de encuentros y desencuentros en estas cansinas semanas. Es evidente. Por solidaria humanidad y por responsabilidad internacional, hasta por intereses directos de nuestro pa¨ªs. ?O es que nada de esto les importa?
Comentarios
Pues es l¨®gico ?Qu¨¦ va a decir un se?or que cobra de esos fondos de "Ayuda al Desarrollo"? Defender sus garbanzos, naturalmente.
El Sr. Rafael M¨²gica no necesita analizar ni reflexionar. Si una ONG defiende la ayuda al desarrollo s¨®lo estamos ante una interesada defensa de los ingresos personales.Si, como se explica en el art¨ªculo, la aportaci¨®n a los "garbanzos" de Oxfam Interm¨®n por parte del gobierno central sea un rid¨ªculo 4%, eso no es significativo. Eso por no hablar de que los que quieren cuidar sus garbanzos suelen estar en los papeles de Panam¨¢ y no trabajando en cooperaci¨®n.En fin, mezquindades como ¨¦sta son las que ayudan a entender las decisiones de los dos ¨²ltimos gobiernos de Espa?a. Porque, oh sorpresa, el progresista Zapatero fue quien inici¨® los recortes en cooperaci¨®n y, oh, rep¨¢mpanos, conservadores como Cameron han aumentado la financiaci¨®n de la Cooperaci¨®n incuso en la crisis.A veces "los otros" hacen las cosas mejor que "los nuestros", sean quienes sean los nuestros y los otros...
Sea quien sea quien acabe gobernando este pa¨ªs de locos, es absolutamente necesario y urgente elaborar una nueva Ley de Cooperaci¨®n Internacional al Desarrollo.
Muy acertado el art¨ªculo. No es cuesti¨®n de garbanzos, ni de ONGD ni de la supervivencia del sector. Pese a los agoreros oficiales, el sector se mantiene sin pr¨¢cticamente ayudas. La Ayuda Ciudadana al Desarrollo es hoy mucho m¨¢s importante y relevante que la Oficial. Es una cuesti¨®n de legalidad y moralidad. Legalidad porque Espa?a se comprometi¨® por escrito y no ha cumplido nada de lo acordado, ni si quiera la ejecuci¨®n total de su presupuesto de AOD aprobado en las cortes. Moral porque vivimos en un mundo donde las desigualdades, las injusticias, las pobrezas, el cambio clim¨¢tico, los conflictos, en una palabra la insostenibilidad del sistema nos lleva irrenunciablemente a colaborar entre unos pa¨ªses y otros o a la inanici¨®n del sistema. Las ONGD espa?olas han sabido capear con el temporal, mantener su rumbo ayudando en 2014 a m¨¢s de 35 millones de personas en todo el mundo, y poner de manifiesto que la Espa?a Oficial no ayuda, ni a los de aqu¨ª, ni a los de all¨ª. La AOD, m¨¢s que una ayuda, ha sido una tormenta perfecta en contra de los compromisos internacionales de Espa?a
Pues es l¨®gico ?Qu¨¦ va a decir un se?or que cobra de esos fondos de "Ayuda al Desarrollo"? Defender sus garbanzos, naturalmente.
El Sr. Rafael M¨²gica no necesita analizar ni reflexionar. Si una ONG defiende la ayuda al desarrollo s¨®lo estamos ante una interesada defensa de los ingresos personales.Si, como se explica en el art¨ªculo, la aportaci¨®n a los "garbanzos" de Oxfam Interm¨®n por parte del gobierno central sea un rid¨ªculo 4%, eso no es significativo. Eso por no hablar de que los que quieren cuidar sus garbanzos suelen estar en los papeles de Panam¨¢ y no trabajando en cooperaci¨®n.En fin, mezquindades como ¨¦sta son las que ayudan a entender las decisiones de los dos ¨²ltimos gobiernos de Espa?a. Porque, oh sorpresa, el progresista Zapatero fue quien inici¨® los recortes en cooperaci¨®n y, oh, rep¨¢mpanos, conservadores como Cameron han aumentado la financiaci¨®n de la Cooperaci¨®n incuso en la crisis.A veces "los otros" hacen las cosas mejor que "los nuestros", sean quienes sean los nuestros y los otros...
Sea quien sea quien acabe gobernando este pa¨ªs de locos, es absolutamente necesario y urgente elaborar una nueva Ley de Cooperaci¨®n Internacional al Desarrollo.
Muy acertado el art¨ªculo. No es cuesti¨®n de garbanzos, ni de ONGD ni de la supervivencia del sector. Pese a los agoreros oficiales, el sector se mantiene sin pr¨¢cticamente ayudas. La Ayuda Ciudadana al Desarrollo es hoy mucho m¨¢s importante y relevante que la Oficial. Es una cuesti¨®n de legalidad y moralidad. Legalidad porque Espa?a se comprometi¨® por escrito y no ha cumplido nada de lo acordado, ni si quiera la ejecuci¨®n total de su presupuesto de AOD aprobado en las cortes. Moral porque vivimos en un mundo donde las desigualdades, las injusticias, las pobrezas, el cambio clim¨¢tico, los conflictos, en una palabra la insostenibilidad del sistema nos lleva irrenunciablemente a colaborar entre unos pa¨ªses y otros o a la inanici¨®n del sistema. Las ONGD espa?olas han sabido capear con el temporal, mantener su rumbo ayudando en 2014 a m¨¢s de 35 millones de personas en todo el mundo, y poner de manifiesto que la Espa?a Oficial no ayuda, ni a los de aqu¨ª, ni a los de all¨ª. La AOD, m¨¢s que una ayuda, ha sido una tormenta perfecta en contra de los compromisos internacionales de Espa?a
Pues es l¨®gico ?Qu¨¦ va a decir un se?or que cobra de esos fondos de "Ayuda al Desarrollo"? Defender sus garbanzos, naturalmente.
El Sr. Rafael M¨²gica no necesita analizar ni reflexionar. Si una ONG defiende la ayuda al desarrollo s¨®lo estamos ante una interesada defensa de los ingresos personales.Si, como se explica en el art¨ªculo, la aportaci¨®n a los "garbanzos" de Oxfam Interm¨®n por parte del gobierno central sea un rid¨ªculo 4%, eso no es significativo. Eso por no hablar de que los que quieren cuidar sus garbanzos suelen estar en los papeles de Panam¨¢ y no trabajando en cooperaci¨®n.En fin, mezquindades como ¨¦sta son las que ayudan a entender las decisiones de los dos ¨²ltimos gobiernos de Espa?a. Porque, oh sorpresa, el progresista Zapatero fue quien inici¨® los recortes en cooperaci¨®n y, oh, rep¨¢mpanos, conservadores como Cameron han aumentado la financiaci¨®n de la Cooperaci¨®n incuso en la crisis.A veces "los otros" hacen las cosas mejor que "los nuestros", sean quienes sean los nuestros y los otros...
Sea quien sea quien acabe gobernando este pa¨ªs de locos, es absolutamente necesario y urgente elaborar una nueva Ley de Cooperaci¨®n Internacional al Desarrollo.
Muy acertado el art¨ªculo. No es cuesti¨®n de garbanzos, ni de ONGD ni de la supervivencia del sector. Pese a los agoreros oficiales, el sector se mantiene sin pr¨¢cticamente ayudas. La Ayuda Ciudadana al Desarrollo es hoy mucho m¨¢s importante y relevante que la Oficial. Es una cuesti¨®n de legalidad y moralidad. Legalidad porque Espa?a se comprometi¨® por escrito y no ha cumplido nada de lo acordado, ni si quiera la ejecuci¨®n total de su presupuesto de AOD aprobado en las cortes. Moral porque vivimos en un mundo donde las desigualdades, las injusticias, las pobrezas, el cambio clim¨¢tico, los conflictos, en una palabra la insostenibilidad del sistema nos lleva irrenunciablemente a colaborar entre unos pa¨ªses y otros o a la inanici¨®n del sistema. Las ONGD espa?olas han sabido capear con el temporal, mantener su rumbo ayudando en 2014 a m¨¢s de 35 millones de personas en todo el mundo, y poner de manifiesto que la Espa?a Oficial no ayuda, ni a los de aqu¨ª, ni a los de all¨ª. La AOD, m¨¢s que una ayuda, ha sido una tormenta perfecta en contra de los compromisos internacionales de Espa?a
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