La redenci¨®n de Justin Bieber
El cantante ya no quiere ser un ¨ªdolo juvenil. Con su ¨²ltimo disco ha conseguido al fin buenas cr¨ªticas. El cambio experimentado ha sido sobre todo art¨ªstico. Muchos a¨²n lo ven como un ni?o caprichoso
Incluso para una estrella que re¨²ne todos los ingredientes para triunfar y una habilidad incuestionable para generar titulares, la dificultad de mantenerse en el nivel m¨¢s alto de ¨¦xito en el negocio del espect¨¢culo es mayor cuando esta se ha forjado para un p¨²blico muy acotado, por ejemplo las adolescentes. Ese es el caso de Justin Bieber (London, Canad¨¢, 1994). En el pop para jovencitas, arras¨® desde su irrupci¨®n en 2009, con apenas 15 a?os. Pero en su paso a la edad adulta, el cantante ha sido consciente de que no basta con reconvertirse en chico malo, hacerse tatuajes, sesiones de fotos sexis y copar portadas con esc¨¢ndalos de todo tipo ¡ªdetenciones incluidas¡ª para sobrevivir en el tiempo.
Con ejemplos como el de Justin Timberlake, uno de sus mentores, en la d¨¦cada anterior, Bieber ha encontrado en la m¨²sica su pasillo de seguridad. Tras rodearse de los productores m¨¢s punteros fabric¨® reposadamente un disco lleno de buenos temas para todos los p¨²blicos, Purpose (2015), que ya es uno de los m¨¢s vendidos en el mundo en los ¨²ltimos meses. Con ¨¦l Bieber no ha revolucionado el pop, pero s¨ª ha culminado su transici¨®n a cantante para una audiencia heterog¨¦nea con unas cr¨ªticas a su trabajo que no bajan del notable. El que fuera uno de los rostros m¨¢s denostados (la web especializada NME le nombr¨® en 2011 peor artista pop de la historia), ahora ve a cantantes respetados del circuito independiente y a iconos aclamados por la cr¨ªtica como Kanye West reconocer su admiraci¨®n por ¨¦l. Una reinvenci¨®n art¨ªstica no exenta de tropiezos (esta misma semana se ca¨ªa en el escenario desvelando que cantaba en playback) que no ha querido extender a su imagen. De hecho, en los ¨²ltimos tiempos ha acentuado su lado m¨¢s pol¨¦mico. En el ¨²ltimo a?o se ha marchado de una entrevista y de un concierto repentinamente, ha protagonizado un incidente violento en un restaurante, le han pillado desnudo y ha sido condenado por agresi¨®n y conducci¨®n temeraria. No parece que su intenci¨®n sea la de caer bien. Con sus canciones como principal aval, Justin Bieber est¨¢ decidido a ser el gran solista masculino de la generaci¨®n millennial.
A finales del a?o pasado, una compa?¨ªa de venta de entradas en Reino Unido publicaba una encuesta en la que se extra¨ªa que un 21% de los fans de Bieber se averg¨¹enzan de reconocer p¨²blicamente que lo son, aunque les encanta su ¨²ltimo ¨¢lbum. Al mismo tiempo, su sencillo Love Yourself estaba inalcanzable en el n¨²mero uno de las listas como la canci¨®n del momento. Una prueba de que Bieber empezaba a ser un guilty pleasure (placer culpable) para un p¨²blico m¨¢s all¨¢ de las beliebers, esa legi¨®n de chicas de edades comprendidas entre la segunda infancia y la pubertad que le encumbraron desde sus inicios y le convirtieron en un fen¨®meno tras el lanzamiento de Baby (2010), su tema insignia. Para otros no supone problema alguno admitir que les ha conquistado. El rockero Marilyn Manson ha dejado constancia con selfies de su amistad con ¨¦l, y hace un mes Kanye West tuiteaba que su canci¨®n favorita de 2015 es What Do You Mean, de Purpose, el disco que ha obrado el cambio. Producido por los creadores de ¨¦xitos de m¨²sica electr¨®nica Skrillex y Diplo, entre otros, no solo alcanz¨® el n¨²mero uno en EE UU. Ha batido varios r¨¦cords, como colocar de golpe 17 de sus canciones en el Billboard (superando una marca de los Beatles de 1964) y desbancar al Hello de Adele de lo m¨¢s alto de la lista de singles brit¨¢nica con Sorry. Pero por encima de todo, ha conseguido que por primera vez se hable de su m¨²sica tanto como de su persona. Un objetivo alcanzado sin variar ni su aspecto ni un comportamiento con el que ha criado una fama de ni?ato caprichoso.
El gran momento creativo que vive le ha valido la renovaci¨®n como rostro de Calvin Klein para su nueva campa?a, donde repite con una imagen de estrella sexy y algo rebelde. Su rebeld¨ªa la apoya con continuas controversias. Una de las ¨²ltimas: rechazar hacerse fotos con sus fans despu¨¦s de los conciertos de la gira que comenz¨® hace poco m¨¢s de un mes (y que le traer¨¢ a Espa?a en noviembre), declarando que le dejaba ¡°agotado¡± y ¡°deprimido¡± recibir a sus incondicionales, que pagaban casi 2.000 euros por conocerle y hacerse la foto. En las redes sociales, espacio en el que reina como pocos (durante tres a?os fue la persona m¨¢s buscada en Google y un estudio revel¨® que tiene m¨¢s influencia en ellas que Barack Obama), expresa sus sentimientos y contradicciones, ¨²ltimamente de un modo intenso. Acaba de sorprender a sus m¨¢s de 64 millones de seguidores en Instagram luciendo rastas, y se ha comparado a s¨ª mismo con Amy Winehouse por el trato que recibe de la prensa. Una actitud que muchos apuntan que forma parte de una estrategia para confirmarle definitivamente como una estrella para adultos, aunque por otro lado tambi¨¦n puede impedir que se le tome realmente en serio. En cualquier caso, en su m¨²sica s¨ª ha querido plasmar madurez, desde la elaboraci¨®n del sonido a las letras. Una de las tantas cr¨ªticas positivas que ha tenido su ¨²ltimo disco, lo define como ¡°un intento de redenci¨®n en el que la idea que tiene el cantante sobre la edad adulta implica la capacidad de transmitir mezquindad sin inteligencia emocional¡±. Tambi¨¦n comparan alguna de sus canciones, que tratan sobre la infancia robada por la fama, con las de Michael Jackson.
Con 22 a?os reci¨¦n cumplidos, al cantante canadiense no le ha quedado otra que crecer con sus aciertos y fracasos expuestos ante el mundo entero, tambi¨¦n en lo sentimental. Mientras siguen los rumores de que su relaci¨®n con Selena Gomez no ha terminado del todo, su actual novia Hailey Baldwin acaba de confesar lo ¡°duro¡± que es estar con una estrella de su talla. Para ¨¦l, y pese al creciente reconocimiento art¨ªstico, parece que tambi¨¦n sigue siendo dif¨ªcil ser Justin Bieber.
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