Mediadores para prevenir el acoso escolar
Escolares formados para actuar en caso de conflicto pueden jugar un papel importante en la detecci¨®n del 'bullying'
Uno de cada diez escolares espa?oles ha sufrido acoso escolar, uno de cada tres reconoce haber agredido f¨ªsicamente a un compa?ero en los dos ¨²ltimos meses y la mitad admite que ha insultado a compa?eros. Los datos proceden de una encuesta a 21.400 alumnos de secundaria de toda Espa?a realizada por Save the Children. El acoso, y su variante cibern¨¦tica, el ciberacoso, es una realidad muy arraigada en los centros escolares, y es causa de un gran sufrimiento que a veces deja secuelas de por vida. Las noticias sobre suicidios, como el de Diego, un ni?o de 11 a?os que antes de morir en octubre pasado dej¨® escrito ¡°no aguanto ir al colegio y no hay otra manera de no ir¡±, o el de Arancha, de 16, que se quit¨® la vida en mayo tambi¨¦n en Madrid, act¨²an como espor¨¢dicos aldabonazos de un tipo de violencia entre alumnos que muchas veces discurre de forma soterrada.
Desde que el bullying entr¨® por fin en la agenda pol¨ªtica a ra¨ªz de la muerte de Jokin, un alumno de 14 a?os que se suicid¨® en Fuenterrab¨ªa en septiembre de 2004 tras sufrir un a?o de cruel acoso, se han tomado diferentes iniciativas, pero de forma muy desigual y con resultados tambi¨¦n dispares. Recientemente, algunos institutos y centros de secundaria del Pa¨ªs Vasco, Catalu?a y Madrid han introducido un mecanismo que tiene visos de ser especialmente apropiado para detectar y prevenir el bullying: equipos de mediaci¨®n escolar, constituidos por alumnos del propio centro formados y entrenados para arbitrar en los conflictos y detectar casos de acoso.
En el acoso escolar, la agresi¨®n obedece muchas veces a impulsos crueles cuyo origen est¨¢ en los problemas y carencias del propio agresor, que alivia su tensi¨®n interna ejerciendo violencia contra otros. Los agresores suelen elegir como v¨ªctima propiciatoria a compa?eros que tienen alg¨²n rasgo diferente o dificultades para relacionarse con los dem¨¢s. El acoso implica siempre amenazas y persecuci¨®n, pero para cumplir su efecto cat¨¢rtico sobre el agresor, este necesita que la humillaci¨®n tenga alg¨²n grado de publicidad. Por eso suele actuar en grupo, instando a otros a participar. Esa humillaci¨®n es tambi¨¦n la raz¨®n por la que el acoso suele tener un efecto devastador sobre la autoestima de la v¨ªctima, que no se atreve a denunciar por verg¨¹enza.
En estas circunstancias, quienes est¨¢n en mejores condiciones de captar las se?ales de alarma son los propios compa?eros. De ah¨ª el inter¨¦s de iniciativas como la adoptada por el IES Las Musas, en el barrio de San Blas en Madrid, que ha creado grupos de mediadores escolares cuyo objetivo es detectar los conflictos y facilitar soluciones dialogadas. En esta y otras experiencias similares, los alumnos reciben formaci¨®n para poder detectar mejor los problemas y los posibles casos de bullying. El beneficio de estas experiencias no se limita al efecto preventivo y benefactor sobre la convivencia escolar. Quienes participan en esos grupos tienen una excelente oportunidad de entrenarse en unas habilidades que les ser¨¢n de gran utilidad en la vida. Son iniciativas a aplaudir e imitar.
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