Los Gemeliers, de v¨ªctimas del 'bullying' en Twitter a musas de la literatura

"Palabra de seis letras que empieza con A: Harina.

Con H, en una cocina, aparato que se usa para asar los alimentos: Olla.

Empieza con J, s¨¦ptimo mes del a?o: Jueves.

Empieza con O, sitio con vegetaci¨®n y con agua aislado en medio de un desierto: Isla".

Estas son algunas de las respuestas que los Gemeliers dieron hace ya m¨¢s de tres meses en el programa especial de Reyes de Pasapalabra. Y claro, se li¨® parda.

En una noche en la que parec¨ªa que la declaraci¨®n i?igomontoyesca de Cayetana ?lvarez de Toledo contra Manuela Carmena (ese ya infame y utilizado hasta la saciedad ¡°no te lo perdonar¨¦ jam¨¢s¡±) ten¨ªa el poder de eclipsar a todo lo dem¨¢s en el universo de la red social, los hermanos Jes¨²s y Daniel Oviedo Morilla consiguieron hacerse un hueco en nuestra apretada agenda de linchamiento popular.

Todos a una decidimos formar un aquelarre de mofa viral en la que lo menos hiriente que expresamos pasaba por llamar burradas a sus contestaciones. Y lo peor¡­ bueno, lo peor, si no lo leyeron o escucharon en su momento, se lo pueden imaginar. Nosotros, que corremos raudos a condenar el bullying y nos llevamos las manos a la cabeza cuando nos topamos con un caso m¨¢s de desenlace tr¨¢gico adolescente tras sufrir cualquier tipo de acoso, no dudamos en se?alar severamente los errores de estos dos ni?os de 16 a?os como si los hubiera cometido cualquier P¨¦rez Reverte.

Nada de debates sobre el estado de nuestro sistema educativo, ni sobre la particular situaci¨®n familiar de estos hermanos que llevan trabajando en el mundo del espect¨¢culo desde los cuatro a?os. En el proceso de viralizaci¨®n de los fallos de los Gemeliers nos sobr¨® agilidad con el retweet y el emoji que r¨ªe con l¨¢grimas en los ojos, y nos falt¨® empat¨ªa y reflexi¨®n.

Y no fue solo porque disfrutemos alimentando nuestro bochornoso complejo de superioridad intelectual ri¨¦ndonos de los bufones de turno que tengamos a bien nombrar. Sino que adem¨¢s nos dio la oportunidad de regodearnos en nuestra estupefacci¨®n ante el apabullante ¨¦xito de dos chicos que no podemos (o queremos) entender.

Es eso que llaman brecha generacional, la raz¨®n por la que cada generaci¨®n piensa que sus gustos y valores est¨¢n por encima de los de la generaci¨®n siguiente. Ya saben, ¡°?qu¨¦ les pasa a nuestros j¨®venes? No respetan los valores, su moralidad decae, ?qu¨¦ ser¨¢ de ellos?¡±. No lo digo yo, lo dec¨ªa Plat¨®n en el siglo V. antes de Cristo.

La misma brecha generacional que dejar¨¢ patidifuso a m¨¢s de uno cuando descubra que no s¨®lo tiene que aceptar y digerir que los Gemeliers triunfen con su m¨²sica y tengan miles de fans, sino que, no contentos con protagonizar varios libros dedicados a narrar su vida y obra, ahora tambi¨¦n sean las musas de sus propias historias de ficci¨®n.

Bienvenido al mundo del fan fiction, que, como ya explic¨¢bamos a ra¨ªz del alocado romance entre Pablo Iglesias y Pedro S¨¢nchez que Internet tuvo a bien crear durante las pasadas elecciones, consiste en utilizar un personaje o figura p¨²blica para crear las historias que el coraz¨®n nos pida.

Al igual que le pasara a Harry Styes de One Direction con la saga After de Anna Todd, los hermanos Jes¨²s y Daniel son el espejo en el que se miran los protagonistas de Forever. Se buscan princesas, un libro de ficci¨®n escrito por Cristina Bosc¨¢ (a la venta desde el pasado 7 de abril) que estamos seguros de que miles de fans de Gemeliers estar¨¢n ya camino de memorizar.

Ya ven, de diana de mofa viral a inspiraci¨®n literaria en tan solo unos meses. Tan mal no lo deben estar haciendo.