¡®Episodio 1¡¯ | El padre primerizo

Hasta hace un a?o, cuando ve¨ªa un famoso en la portada de un libro de paternidad, pensaba: "La de deudas o vicios que tendr¨¢ ¨¦ste para participar en este montaje".

Hace 11 meses, lleg¨® nuestra hija Iris (bueno, la pari¨® mi mujer, porque lo de "llegar" suena a paquete de Amazon) y lo entend¨ª todo.

Cuando quieres con todas tus fuerzas a una personita reci¨¦n llegada a tu vida, necesitas contarlo a los cuatro vientos.

Incluso si eres rico y famoso, quieres hablar de tu criatura. Porque para los primerizos, cualquier d¨ªa es una aventura y cualquier progreso del beb¨¦ es m¨¢s importante que todas las peticiones de change.org.

Me llamo Mart¨ªn Pi?ol y, aunque en mi perfil de Twitter dice que soy escritor, humorista y guionista, ahora soy padre. Muy padre. Porque decid¨ª priorizar la ni?a al trabajo y llevo 11 meses que no me separo de ella. La felicidad paternal es adictiva... aunque esto no me ha vuelto ni fifi ni blando, como podr¨¦is ir comprobando por aqu¨ª.

As¨ª que estoy aqu¨ª para hablar de mi ni?a.

Durante mis primeros meses de padre, me daba grima ver que todos los progenitores que encontraba por las redes eran "bloguers", "youtubers", "instagramers", finalistas de alguna categor¨ªa de Madresfera y partidarios de la crianza con apego.

Y yo apenas ten¨ªa tiempo o energ¨ªas para ser "primerizor".

Los dem¨¢s siempre nos parecen mejores padres, y m¨¢s comprometidos, que nosotros. O al menos esa es la sensaci¨®n que tengo cuando leo el facebook de algun@s o esperamos para la pediatra.

Mientras nosotros vamos arrugados, sin bater¨ªa y con un carrito tan cargado que parece la cesta de un globo aerost¨¢tico, hay familias que desfilan por pediatr¨ªa serenos, planchaditos y bronceados. Y sus beb¨¦s nunca tienen mocos.

Por fortuna, tambi¨¦n vemos a otros padres con cara de poco dormir, baba en la ropa y vaciando nerviosos el bolso porque no encuentran la tarjeta sanitaria del beb¨¦.

Somos mayor¨ªa, y aunque llevemos un iPhone, sepamos conectar cables hdmi y hayamos sobrevivido a viajes con Ryanair, todo esto de los ni?os nos viene muy grande.

La Humanidad ha ido reproduci¨¦ndose durante siglos sin pediatras, sin chichoneras y sin doctor Estivill, pero ahora que nos toca a nosotros, lo que siempre nos pareci¨® algo f¨¢cil y sin m¨¦rito ("total, cualquiera tiene hijos") se convierte en la Misi¨®n Imposible definitiva.

Yo no he ido de corresponsal a ninguna guerra, porque ya me angustio cuando tengo que coger el cercan¨ªas y morir no me apetece nada. Pero como primerizo, aprovecho la maravillosa oportunidad que me da EL PA?S para convertirme en vuestro enviado especial a la Zona Pa?alera.

Si quer¨¦is ver lo que os espera, reconfortaros pensando que lo que est¨¢is viviendo le pasa a mucha m¨¢s gente, o simplemente quer¨¦is algo divertido para leer en el v¨¢ter, semanalmente llegan las cr¨®nicas paternales de una pareja de debutantes que viven la crianza con buen humor.

?sta ser¨¢ vuestra columna.

Aunque tranquilos, que ya la escribo yo.

Vosotros s¨®lo ten¨¦is que disfrutarla.

Bienvenid@s al Harrypaterismo.