Nueva York pone puertas a la ¡®gentrificaci¨®n¡¯
La modernizaci¨®n de algunos barrios puede suponer la expulsi¨®n de sus vecinos
Hay un barrio en Nueva York al que muchos ven llamado a convertirse en ¡°el pr¨®ximo Williamsburg¡±, lo que es sin¨®nimo de antigua zona obrera reconvertida en lugar de moda, con locales a la ¨²ltima y nuevos vecinos de clase media, en el que los precios se disparan. El Ayuntamiento de la ciudad aprob¨® en abril el plan de transformaci¨®n de East New York, en el distrito Brooklyn, lo que despierta temores entre los que no son propietarios de sus casas y locales y temen no poder hacer frente a la renovaci¨®n de sus alquileres. ¡°Muchos argumentar¨¢n que esto va a espolear la gentrificaci¨®n, pero no se dan cuenta de que la gentrificaci¨®n ya est¨¢ llamando a nuestra puerta¡±, ha reflexionado Rafael Espinal, que represent¨® al vecindario en la negociaci¨®n del nuevo plan y ha acabado llegando aceptando un acuerdo. La gentrificaci¨®n (del ingl¨¦s, gentrification), un extranjerismo para el que la lengua castellana no ha parido a¨²n una traducci¨®n exacta, moderniza los barrios, crea vivienda nueva y sofistica su oferta comercial y de ocio, pero acaba expulsando a los residentes con menos recursos, muchas veces, los vecinos de toda la vida.
Manhattan y Brooklyn son dos distritos neoyorquinos que saben mucho de eso. La cuesti¨®n es si se le puede poner puertas a semejante proceso, si, como dice Espinal, la gentrificaci¨®n ya est¨¢ aqu¨ª y solo se puede aspirar acompa?arla con alguna medida social que frene la expulsi¨®n de las familias trabajadoras.
El Ayuntamiento intenta combatirlo con viviendas sociales. Su plan para ese barrio obliga a que m¨¢s de 1.200 nuevas viviendas construidas en los dos pr¨®ximos a?os se destine a alquileres asequibles. Pero lo que se pregunta la asociaci¨®n NY Communities for Change, muy cr¨ªtica con el proyecto, es qu¨¦ ocurrir¨¢ con el resto de las que se construyan y, por supuesto, tambi¨¦n con las ya existentes. Porque cuando el barrio de uno se convierte en el nuevo Williamsburg, ya sabe que el precio del alquiler tambi¨¦n se modernizar¨¢, aunque al lado haya un pu?ado de pisos protegidos. La cuesti¨®n es si eso se puede frenar.
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