Julianne Moore: ¡°Las actrices j¨®venes hacen ruido y mucho dinero¡±
La int¨¦rprete se declara una convencida defensora de la igualdad en Hollywood y del control de armas
A Julianne Moore es dif¨ªcil verla de mal humor. Emocionada, seguro, por ejemplo cuando gan¨® el Oscar por Siempre Alice (2014) o cuando no pudo contener las l¨¢grimas en p¨²blico al morir su madre. ¡°Me tendr¨ªan que ver haciendo gimnasia, algo que odio y que hago gru?¨¦ndole a mi instructora¡±, se sincera en una entrevista con este peri¨®dico. Ser¨¢ lo ¨²nico que la enfade porque con Moore siempre entra en la habitaci¨®n un soplo de energ¨ªa, estilo y felicidad. Un sentimiento que se repite en todo lo que hace, desde sus primeros trabajos con Robert Altman (Vidas cruzadas, 1993) o Paul Thomas Anderson (Boogie Nights, 1997), cuando todav¨ªa exist¨ªa el cine independiente en Estados Unidos, o a su paso en grandes producciones como la saga de Los juegos del hambre. Moore es incombustible, como se demuestra en su ¨²ltimo trabajo, Freeheld, la historia real de una pareja del mismo sexo que luch¨® en Estados Unidos por disfrutar de los mismos beneficios sociales que un matrimonio heterosexual.
Ella es de las que piensa que el cine siempre tiene algo que decir, incluso cuando se trate solo de entretenimiento. ¡°El cine imita la vida, no toma la delantera. Pero es el mejor reflejo de lo que pasa en nuestra cultura, en nuestro mundo¡±, reflexiona.
Al igual que su cine, Moore no es de las que se calla. Recientemente record¨® por escrito, en el blog de Lena Dunham Lenny Letter, o en persona mientras recib¨ªa el premio de la revista Variety, la necesidad de que exista un control de armas que impida situaciones como la masacre de Connecticut que hace cuatro a?os acab¨® con 26 personas, 20 de ellos ni?os. Tambi¨¦n lucha por la igualdad de la mujer, adem¨¢s de por el fin de la discriminaci¨®n sexual y racial en Hollywood y en el mundo. ¡°No nos enga?emos, las mujeres no llevan ni un siglo votando en este pa¨ªs y la discriminaci¨®n es un mal end¨¦mico no solo en Hollywood¡±, advierte.
La actriz, de 55 a?os, se ha convertido en el ¨ªdolo de diferentes generaciones adem¨¢s de en un icono tanto para hombres como para mujeres de cualquier tendencia sexual. Moore se siente inspirada por algunas de las colegas que la rodean, como Jennifer Lawrence, Amy Schumer, Kristen Stewart o Melissa McCarthy y, m¨¢s recientemente, por su compa?era de reparto Ellen Page. ¡°Estas actrices j¨®venes est¨¢n? haciendo mucho ruido adem¨¢s de mucho dinero¡±, afirma contenta por su bonanza. ¡°Y eso me hace tener la esperanza de que vivimos en un buen momento porque somos parte de este cambio¡±, afirma optimista.
Sus reivindicaciones se quedan en la puerta de su casa donde, dice, es solo esposa y madre de familia que ocasionalmente se dedica a la jardiner¨ªa. Ella misma se asombra de que el pasado abril cumpliera 20 a?os de casada ¡°con el mismo marido¡±, exclama en referencia al director Bart Freundlich, padre de sus dos hijos.
¡°Nunca dejo que mi trabajo entre en casa¡±, asegura a modo de consejo. Es muy madraza y ya empieza a darse cuenta de que sus hijos, Liv Helen, de 14 a?os, y Caleb, de 18, ¡°no son tan peque?os¡± y est¨¢n abriendo sus alas. A su hija le interesa todo lo que tenga que ver con la moda. A su hijo, la m¨²sica. Y a ninguno de los dos la interpretaci¨®n. Al menos, de momento. ¡°Me parece bien. Yo tom¨¦ la decisi¨®n de ser actriz siendo joven porque es lo que me gusta pero es una profesi¨®n dif¨ªcil. Ser actor suena muy ampuloso. Los sets de rodaje son sitios muy extra?os para conocer gente, pero por alguna raz¨®n ah¨ª es donde me encuentro con todos¡±, a?ade risue?a describiendo la fuente de su eterna jovialidad.
Musa de dise?adores
Julianne Moore sabe c¨®mo utilizar su cuerpo ante las c¨¢maras. Lo hace desnuda o vestida por los mejores dise?adores cuando llega el momento. Los grandes de la moda la buscan, la adoran y ella les corresponde. "Hablo de gente como Karl Lagerfeld o Tom Ford. A la cabeza de la moda por el trabajo que hacen, por su creatividad infinita", dice su musa. "Son gente que te desarma con su talento y que siempre me fascinan porque nunca hablamos de moda. Les gustan los libros, el arte, la gente y, adem¨¢s, convierten mi experiencia en los Oscar en la mejor pasarela del mundo", afirma la int¨¦rprete, siempre una de las m¨¢s elegantes.
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