El m¨¦dico de 29 a?os que decidi¨® erradicar una enfermedad del planeta

Cuando el joven m¨¦dico espa?ol Oriol Mitj¨¤ aterriz¨® en la isla de Lihir, en medio del oc¨¦ano Pac¨ªfico, en Pap¨²a Nueva Guinea, se top¨® con un para¨ªso parad¨®jico. All¨ª se halla el cr¨¢ter Luise, un volc¨¢n extinto que guarda uno de los mayores dep¨®sitos de oro del mundo. De sus entra?as han salido 280.000 kilogramos de oro en los ¨²ltimos 15 a?os, pero la mayor¨ªa de los 18.000 habitantes de la isla, negros con el pelo rubio, viven en la miseria.

Mitj¨¤ lleg¨® en 2010 para realizar una suplencia de un mes en el Centro M¨¦dico de Lihir y se encontr¨® con enfermedades medievales, incluyendo una de la que no hab¨ªa o¨ªdo hablar nunca: el pian, provocado por una bacteria que borra los rostros y deforma las piernas. Afecta a 500.000 personas, sobre todo ni?os, en 13 pa¨ªses de ?frica, el sudeste asi¨¢tico y el Pac¨ªfico occidental. Mitj¨¤, que entonces ten¨ªa 29 a?os, decidi¨® quedarse y buscar una estrategia para luchar contra esta enfermedad olvidada. Y la encontr¨®. Bastaba una sola pastilla de un antibi¨®tico barato, la azitromizina, que en los pa¨ªses ricos se emplea contra la otitis y la bronquitis. Con la idea de Mitj¨¤, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud ha lanzado una campa?a para erradicar el pian de la faz de la Tierra en 2020. Si tiene ¨¦xito, puede ser la segunda enfermedad humana erradicada, tras la viruela.

Las ¨²lceras del pian afectan a 500.000 personas, sobre todo ni?os, en 13 pa¨ªses del mundo

El documental Donde acaban los caminos, dirigido por Noem¨ª Cun¨ª y presentado hoy en Barcelona, narra la inspiradora historia de Oriol Mitj¨¤, investigador del Instituto de Salud Global. El t¨ªtulo de la pel¨ªcula es una frase habitual de los m¨¦dicos que se han enfrentado a la enfermedad. El pian aparece donde terminan las carreteras y comienza la pobreza extrema de las zonas m¨¢s remotas del planeta, sin agua, sin luz y sin jab¨®n. El caso de la isla de Lihir es m¨¢s sangrante, al esconder un tesoro, explotado por la minera australiana Newcrest. ¡°La empresa tiene a los locales trabajando a poco coste. El Gobierno de Pap¨²a Nueva Guinea se queda un porcentaje, la minera se lleva el oro y los locales no ven nada¡±, lamenta Mitj¨¤.

Sin embargo, Newcrest es una de las pocas organizaciones que ha financiado las investigaciones del m¨¦dico espa?ol. En 2012, Mitj¨¤ public¨® en la revista The Lancet los resultados de su primer ensayo cl¨ªnico en Lihir, con 250 ni?os. A los seis meses de tomar una sola pastilla de azitromizina, el 96% de los chicos estaban curados. ?l mismo hab¨ªa comprado los medicamentos. El m¨¦dico pidi¨® entonces dinero para llevar a cabo una campa?a de tratamiento masivo en la isla, para averiguar si podr¨ªa ser una estrategia adecuada para erradicar la enfermedad en el mundo. Solicit¨® ayudas al Ministerio de Econom¨ªa espa?ol, al Gobierno australiano, a la Comisi¨®n Europea y al Wellcome Trust brit¨¢nico. No consigui¨® ninguna. La minera Newcrest s¨ª pone 25.000 euros al a?o, calderilla comparada con las 700.000 onzas de oro que extrae de Lihir al a?o. Y el plan de Mitj¨¤ est¨¢ obteniendo resultados ¡°espectaculares¡±, seg¨²n la OMS.

La OMS se ha propuesto erradicar el pian en 2020, con el plan ideado por Oriol Mitj¨¤

El protagonista de Donde acaban los caminos es ahora asesor t¨¦cnico de la campa?a de erradicaci¨®n del pian lanzada por la OMS. Es optimista con la fecha de 2020, pero reconoce los obst¨¢culos en el propio documental, realizado con la colaboraci¨®n de Obra Social ¡°la Caixa¡±. El principal escollo es el de siempre: el dinero. Implementar el plan costar¨¢ unos 300 millones de euros, dif¨ªciles de encontrar en pa¨ªses en los que la enfermedad es end¨¦mica, como Costa de Marfil, Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo y Timor Oriental.

Adem¨¢s, la farmac¨¦utica Pfizer, que tuvo un beneficio neto de 7.745 millones de d¨®lares en 2015, ha rechazado hacer una donaci¨®n de azitromizina contra el pian, seg¨²n se?ala Mitj¨¤. La multinacional estadounidense s¨ª ha donado 500 millones de tratamientos con este antibi¨®tico para la campa?a internacional contra el tracoma, otra enfermedad causada por una bacteria que ha dejado ciegas a m¨¢s de un mill¨®n de personas en el planeta.

¡°Cuando veo a un grupo de ni?os jugando, felices, saltando y corriendo, cuando solo unos meses antes estaban sufriendo el pian, llenos de ¨²lceras, me siento muy satisfecho. Es lo que da sentido a mi vida y me hace seguir trabajando¡±, proclama en Donde acaban los caminos el joven m¨¦dico que puede erradicar la segunda enfermedad humana del planeta.