Sostiene Margallo

Como en la novela de Antonio Tabucchi Sostiene Pereira (situada en la Portugal salazarista de 1938), el ministro de Asuntos Exteriores espa?ol, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Margallo, parece que se ha dado cuenta de los excesos de un gobierno (en este caso el de la Uni¨®n Europea) frente a los ciudadanos y ha pedido cambios en la pol¨ªtica de austeridad presupuestaria.

Sostiene Margallo que ¡°aunque nadie puede gastar indefinidamente m¨¢s de lo que ingresa, no es menos cierto que nos hemos pasado cuatro pueblos en el tema de la austeridad¡±. Si no fuera porque el que habla es un destacado ministro del Gobierno de Mariano Rajoy (adalid de la rigidez fiscal), la noticia hubiera pasado desapercibida, dentro de una m¨¢s de las declaraciones de expertos internacionales que piden una mayor flexibilidad presupuestaria en la UE para fomentar el crecimiento econ¨®mico y crear empleo.

Aunque el ministro de Exteriores sea muy prolijo en declaraciones extempor¨¢neas, en esta ocasi¨®n sus palabras pueden significar varias cosas. La primera opci¨®n (y la menos probable) es que sencillamente sea una ocurrencia de Garc¨ªa Margallo, que se ha venido arriba durante una entrevista en televisi¨®n. La segunda es que el ministro haya repetido lo que ha o¨ªdo en casa, y dentro del propio Gobierno est¨¦ cundiendo la tesis de que hay que pedir a la Comisi¨®n Europea mas flexibilidad fiscal. Y hay una tercera (que cuenta con muchas posibilidades de ser la m¨¢s veraz) que se refiere a los mensajes que muy pronto escucharemos en la pr¨®xima electoral: ¡°Austeridad s¨ª, pero no matando la gallina de los huevos de oro¡±, ha dicho Margallo.

Sea como fuere, las palabras del ministro de Exteriores conectan con buena parte de los pol¨ªticos socialdem¨®cratas europeos y con las ¨²ltimas recomendaciones del Fondo Monetario Internacional. La tesis es muy sencilla, como sostiene Margallo: la Eurozona tiene que analizar por qu¨¦ crece menos que sus competidores y darse cuenta de que la pol¨ªtica monetaria no da m¨¢s de s¨ª, porque no se pueden bajar m¨¢s los tipos de inter¨¦s; por lo tanto, hay que abrir un poco la mano en pol¨ªtica fiscal para crecer y crear empleo.

Ese razonamiento estaba desarrollado en el programa electoral del PSOE para las elecciones del 20 de diciembre y seguro que se mantendr¨¢ en las propuestas para el 26 de junio. Tambi¨¦n se pod¨ªa encontrar en el acuerdo de investidura firmado entre los l¨ªderes del PSOE y de Ciudadanos. Hasta ayer, el PP segu¨ªa defendiendo la austeridad fiscal impuesta por el gobierno alem¨¢n, mientras que, en el otro lado, Podemos manten¨ªa que hab¨ªa que acabar con ella y lanzarse a la vor¨¢gine del gasto p¨²blico, sin importar las consecuencias.

Mientras tanto, el Gobierno espa?ol sigue pendiente del expediente por exceso de d¨¦ficit p¨²blico abierto por la Comisi¨®n y sigue negociando los escenarios macroecon¨®micos de los pr¨®ximos a?os. A lo mejor es el momento de, como sostiene Margallo, insistir en una mayor flexibilidad fiscal para hacer frente al principal problema que tiene Espa?a: el paro.