Los pol¨ªticos galos tambi¨¦n pueden ser acosadores sexuales
Francia investiga al exvicepresidente de la Asamblea, denunciado por varias mujeres
El caso del diputado verde Denis Baupin ha removido en Francia el asunto de otro pol¨ªtico m¨¢s conocido: Dominique Strauss-Kahn. Poco tienen ambos en com¨²n en el terreno p¨²blico; mucho se parecen en el personal. Baupin, de 53 a?os, exdirigente de Europa Ecologista-Los Verdes (EE-LV), tuvo que renunciar este lunes a la vicepresidencia de la Asamblea Nacional tras ser denunciado de acoso sexual por ocho mujeres, compa?eras de partido en su mayor¨ªa.
Seg¨²n los relatos de las denunciantes, Baupin les enviaba centenares de mensajes al m¨®vil, les propon¨ªa encuentros sexuales o las somet¨ªa a tocamientos indeseados. Las acosaba en definitiva como, presuntamente, hac¨ªa con numerosas mujeres el exdirector del FMI Strauss-Kahn. Los desaforados apetitos sexuales de este eran conocidos e incluso admirados en Francia. Los pol¨ªticos galos son tradicionalmente tenidos por exitosos mujeriegos. Produc¨ªan cierta fascinaci¨®n. Fue la justicia de Estados Unidos la que oblig¨® a cambiar esa mirada tras la denuncia, en 2011, de agresi¨®n sexual en Nueva York. Su pa¨ªs le acogi¨® despu¨¦s con una imputaci¨®n por proxenestismo y una denuncia de agresi¨®n sexual. De ambos asuntos ha quedado libre.
La sensibilidad de la opini¨®n francesa es hoy muy distinta. Aunque ninguna denunciante ha recurrido a la justicia contra Denis Baupin, la fiscal¨ªa ha abierto una investigaci¨®n. Para que el caso estallara no ha hecho falta el concurso de otro pa¨ªs. Ha bastado con la denuncia de un pu?ado de francesas, que ahora piden que otras v¨ªctimas m¨¢s recientes denuncien porque el delito no habr¨¢ prescrito. La esposa de Baupin, la ministra de la Vivienda, Emmanuelle Cosse, no ha corrido al rescate como la exmujer de Strauss-Kahn Anne Sinclair. ¡°Son acusaciones muy graves que solo a la justicia corresponde aclarar¡±, ha declarado Cosse.
Pero perviven ciertos reflejos. En EE-LV la actitud del jefe de filas parece que fue un secreto a voces, pero nadie tom¨® medidas y sus v¨ªctimas guardaron silencio durante a?os. Hasta ahora, claro.
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