Julia Roberts, Van Damme y otros actores que han hecho de s¨ª mismos
?Reto interpretativo o tomadura de pelo? La 'metainterpretaci¨®n' ha sido un recurso m¨¢s utilizado en el cine 'indie' que en el comercial pero con muy fruct¨ªferos resultados. Repasamos los mejores casos
Escritores, futbolistas y hasta actores se han interpretado a s¨ª mismos en el cine, con resultados de lo m¨¢s divertidos. Los ¨²ltimos en hacerlo son el h¨¦roe de acci¨®n Jean-Claude Van Damme, el argentino Diego Peretti y la afrancesada Victoria Abril, que acaban de estrenar pel¨ªcula. ?Qu¨¦ otros famosos recuerdas metidos en el arte de la autointerpretaci¨®n?
-Jean-Claude Van Damme en Jean-Claude Van Johnson
Ni Doble impacto (1991), ni Soldado universal (1992), ni Muerte s¨²bita (1995). La pel¨ªcula que todo fan de Jean-Claude Van Damme tiene que ver es JCVD (2008). En ella, el repartidor de mamporros belga se mete en su propia piel en una parodia autobiogr¨¢fica. La decadente versi¨®n de s¨ª mismo que vemos en pantalla se lamenta de su adicci¨®n a las drogas o de haber abandonado a su familia en su b¨²squeda ciega del ¨¦xito. Y, de por medio, se convierte en v¨ªctima de un atraco a un banco que su alter ego de ficci¨®n habr¨ªa evitado en dos patadas. Con esa cinta logr¨® un reconocimiento de la cr¨ªtica con el que jam¨¢s habr¨ªa so?ado. Tanto, que ahora contraataca con el episodio piloto de una serie para Amazon en la que de nuevo se interpreta a s¨ª mismo, pero esta vez con el respaldo de Ridley Scott a la producci¨®n y de Dave Callaham (Los mercenarios) en el guion. Una comedia de acci¨®n titulada Jean-Claude Van Johnson en la que se interpreta a s¨ª mismo (un h¨¦roe de cine de acci¨®n) que adem¨¢s ejerce de contratista privado en la sombra. Todo un golpe (de efecto) dirigido a quienes nunca le tomaron en serio.
-Diego Peretti en La noche que mi madre mat¨® a mi padre
La nueva comedia de In¨¦s Par¨ªs (Semen, una historia de amor y A mi madre le gustan las mujeres, ambas con Daniela F¨¦jerman) nos introduce en un caser¨®n valenciano donde una diva madurita (Bel¨¦n Rueda en plan comedianta) prepara una cena para agasajar al famoso actor porte?o de generoso ap¨¦ndice nasal: el protagonista de No sos vos, soy yo tendr¨¢ que realizar cosillas un tanto escatol¨®gicas que en la vida real le costar¨ªan¡ pero son exigencias del se?or gui¨®n.
-Victoria Abril en Nacida para ganar
La temperamental actriz madrile?a, m¨¢s cotizada ahora en Par¨ªs que en su tierra natal, a pesar de haber sido una crack aqu¨ª en los ochenta-noventa, vuelve con esta disparatada comedia de Vicente Villanueva (Lo contrario al amor) encarn¨¢ndose a s¨ª misma con bastante gracia y sentido auto par¨®dico. Como las cosas en el cine le van reguleras, la chica Almod¨®var se mete en una de esas empresas enga?a incautos que venden productos milagrosos de forma piramidal: su fama atrae a las chonis de M¨®stoles, aunque alguna no la reconozca ya.
-Julia Roberts en Ocean?s Twelve
El colmo de la meta interpretaci¨®n. La estrellona yanqui encarna en esta rebuscada pel¨ªcula de Steven Soderbergh a Tess, la pareja del ladr¨®n con la jeta de George Clooney. Para llevar a cabo un golpe en un museo, el personaje de Matt Damon le pide a Tess (Julia Roberts) que se haga pasar por ???Julia Roberts!!! O sea, Julia interpretando a una t¨ªa que se hace pasar por Julia¡ la cosilla se complica un pel¨ªn cuando en el hall del hotel el aut¨¦ntico Bruce Willis (encarnado por ¨¦l mismo) cree reconocer a su amiga Julia Roberts y le pide que llame a su casa para que le devuelva no se qu¨¦ de su hijo: entonces la ladrona que se hace pasar por Julia Roberts habla por tel¨¦fono con¡ ?Julia Roberts! Menudo embrollo...
-Eric Cantona en Buscando a Eric
El muy social Ken Loach y su guionista de cabecera Paul Laverty compitieron en Cannes con este cuento sobre un cartero abandonado por su segunda mujer que tiene que ocuparse de los dos hijos de aqu¨¦lla, un par de v¨¢ndalos malcriados que convierten su casa en un antro donde no faltan las drogas, el porno, los colegas colgados y alg¨²n arma. Una noche, desesperado, nuestro antih¨¦roe se fuma un peta tan bueno que el Eric Cantona del poster gigante que tiene en su habitaci¨®n sale del mismo para convertirse en su ¨¢ngel de la guarda, entrenador personal y gur¨² de la autoayuda. Producida por el propio astro del Manchester United, Buscando a Eric permite al marsell¨¦s lucirse en pantalla interpret¨¢ndose a s¨ª mismo: al final, debajo de una m¨¢scara del futbolista se esconde el propio deportista, en un gui?o/chiste que hizo las delicias de los fans del mito.
- John Malkovich en C¨®mo ser John Malkovich.
El sumun del ego trip es que Charlie Kaufman escriba un gui¨®n sobre ti, la estrella m¨¢s raruna de Hollywood y tu mente calenturienta, a la que se accede por un agujero ubicado en una oficina de una media planta, y semejante locura la dirija Spike Jonze: ?algui¨¦n da m¨¢s? El intenso protagonista de El cielo protector?s¨®lo tuvo que dejarse llevar por extravagantes fantas¨ªas propias y ajenas para pas¨¢rselo en grande, travestirse, multiplicarse y hacer un tr¨ªo de lo m¨¢s flipante con Cameron D¨ªaz (una lesbiana de carne y hueso) y Catherine Keener (introducida en su cabeza a trav¨¦s del mencionado pasadizo). No me extra?a que entrar en la mente de este elemento tuviera tanta demanda¡
- Cate Blanchet en Coffee and cigarettes?
La elegante australiana interpreta a la refina de las ant¨ªpodas en un fragmento de esta pel¨ªcula de fragmentos: en el descanso de la promoci¨®n de su nueva pel¨ªcula, Cate Blanchet recibe en su hotel a una prima con su misma cara pero melena morena y rizada (interpretada por ella tambi¨¦n) y se enzarzan en una peculiar conversaci¨®n, m¨¢s mal rollera que cari?osa: lo curioso es que la actriz resulta m¨¢s convincente como prima que como Cate... Otros que tambi¨¦n hacen de s¨ª mismos en esta reuni¨®n de amigos de Jim Jarmusch son Roberto Benigni, Bill Murray (que, jugando a lo mismo, acaba muerto en su propia mansi¨®n en Bienvenidos a Zombieland), Iggy Pop y Tom Waits, que comprueban celosos c¨®mo la otra estrella del rock tampoco tiene canci¨®n en la m¨¢quina de discos de ese lugar de California donde se fuman un pitillo tranquilamente¡ porque han dejado de fumar.
- Michel Houellebecq en El secuestro de Michel Houelebecq
El hura?o y pol¨¦mico escritor franc¨¦s, capaz de no subirse a un taxi que ha detenido en la calle al comprobar que lo conduce un musulm¨¢n, se prest¨® a esta broma tan extravagante como divertida, dirigida por Guillaume Nicloux, que fantasea con la desaparici¨®n real del autor de El mapa y el territorio durante su gira de promoci¨®n. Esposado en un dormitorio presidido por una mu?eca gigante, su s¨ªndrome de Estocolmo llega a tal nivel que uno de los secuestradores le mostrar¨¢ orgulloso sus m¨²sculos, otro le ense?ar¨¢ defensa personal y los padres de los matones le traer¨¢n a una chica del pueblo para que el premio Goncourt 2010 eche un polvete.
- Robin Wright en El congreso
La siempre bella actriz hace de s¨ª misma en esta fantas¨ªa bajonera de Ari Folman, inspirada en un libro de Stanislaw Lem: como la cosa est¨¢ muy malita para una actriz curtida y veterana, Harvey Keitel, en nombre de un gran estudio, le ofrece un suculento contrato pero de lo m¨¢s diab¨®lico: comprar sus facciones para hacer pel¨ªculas a partir de ahora sin necesidad de contar con ella. De este modo, La princesa prometida acaba convertida en un dibujo animado de Robin Wright, que sigue teniendo su personal¨ªsima voz, su inteligencia intacta y su incombustible elegancia. ?Este es el futuro del cine? Va a ser que s¨ª.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.