Si piensan y sienten, ?debemos com¨¦rnoslos?

Comer animales es el t¨ªtulo del libro en el que Jonathan Safran Foer justificaba su adopci¨®n de una dieta vegetariana. El ensayo provoc¨® bastantes cr¨ªticas que iban de lo furibundo a lo ir¨®nico, pero es indudable que contribuy¨® a impulsar una reflexi¨®n global sobre nuestra alimentaci¨®n que llevaba muchos a?os sobre la mesa. Ya no se trata s¨®lo de los problemas ¨¦ticos que plantean las condiciones en las que viven y son abatidos los animales de los que nos alimentamos, sino de la contribuci¨®n del consumo de carne al cambio clim¨¢tico. S¨®lo entre 1990 y 2012, seg¨²n datos de la FAO, el n¨²mero de gallinas en el mundo ha crecido un 104,2%, de 11.788 a 24.705 millones, y el ganado vacuno, muy contaminante para el medio ambiente, ha pasado de 1.445 a 1.684 millones. Un estudio de 2013, tambi¨¦n de la organizaci¨®n de la ONU para la Alimentaci¨®n y la Agricultura, aseguraba que la carne es responsable del 14,5% de las emisiones de carbono. El crecimiento de la poblaci¨®n mundial convierte en implanteable la posibilidad de seguir comiendo animales muertos a este ritmo, pero, adem¨¢s, las nuevas investigaciones sobre la inteligencia animal complican todav¨ªa m¨¢s el asunto.

¡°Hoy los cient¨ªficos son los mejores aliados de la causa animal¡±, explica Franz-Olivier Giesbert, periodista y novelista franc¨¦s que acaba de publicar en Espa?a Un animal es una persona (Alfaguara). ¡°Para poder comer animales sin mala conciencia hemos pretendido durante mucho tiempo que no eran m¨¢s que m¨¢quinas o relojes, para retomar la est¨²pida f¨®rmula de Descartes. Pero son nuestros hermanos y hermanas, como dec¨ªa san Francisco de As¨ªs: desde hace tres d¨¦cadas, los descubrimientos de la ciencia han sido innumerables, tanto sobre la inteligencia como sobre la sensibilidad de los animales. Los investigadores han demostrado que los cerdos se reconocen en un espejo, lo que representa que tienen conciencia de s¨ª mismos. La doctora Ir¨¨ne Pepperberg, de la Universidad de Harvard, ha establecido que los loros no se limitan a imitar nuestro lenguaje, sino que son capaces de expresar deseos o sentimientos¡±.

Adem¨¢s del libro de Giesbert ¨Cque fue director del semanario Le Point y es autor de novelas como La cocinera de Himmler ¨C hay un documental emitido por la cadena Arte, Lo que resienten los animales, y un libro de la estrella de la televisi¨®n Aymeric Caron Antisp¨¦ciste que han tenido un gran impacto en Francia, lo que demuestra un claro cambio de sensibilidad. El chef Alain Ducasse no sirve carne en uno de los sus restaurantes parisinos, Plaza Ath¨¦n¨¦e, para demostrar que se pueden mantener tres estrellas Michelin sin grasas animales. Eso no quiere decir que el n¨²mero de vegetarianos vaya a aumentar de manera exponencial, pero s¨ª testimonian una transformaci¨®n.

Muchas de estas defensas encendidas del bienestar animal chocan con la misma cr¨ªtica (a la que se enfrent¨® tambi¨¦n Safran Foer). ?No es un lujo preocuparse del bienestar animal con el enorme sufrimiento humano en el mundo? Sostiene Giesbert: ¡°?Por qu¨¦ habr¨ªa que dividir la compasi¨®n? Lo que damos a los animales no humanos, como dec¨ªa Darwin, no se lo quitamos a los humanos. Tenemos un deber de humanidad hacia los animales porque son mucho m¨¢s d¨¦biles que nosotros¡±.