Lo que tu m¨®vil desvela de ti
Un estudio revela que los metadatos de llamadas y SMS permiten saber d¨®nde vives, tus relaciones personales o tu religi¨®n
Cuando salt¨® el esc¨¢ndalo del espionaje masivo de la NSA, una de las justificaciones de los responsables de esta agencia del Gobierno de EE UU fue que, en el caso de las llamadas telef¨®nicas, solo recopilaban los n¨²meros de tel¨¦fono y la duraci¨®n de la llamada (metadatos) pero que no escuchaban las conversaciones ni le¨ªan los mensajes. Ahora, un estudio desvela que, con estos metadatos, se puede saber la identidad de los que hablan, su estado de salud, su red de relaciones personales, la ideolog¨ªa o la religi¨®n que practican.
La afiliaci¨®n pol¨ªtica, las creencias o la salud son datos personales de especial protecci¨®n seg¨²n la legislaci¨®n espa?ola sobre privacidad. Pero tambi¨¦n lo son en pa¨ªses con normas de protecci¨®n de datos m¨¢s laxas, como EE UU. Adem¨¢s, tanto all¨ª como aqu¨ª, la interceptaci¨®n y grabaci¨®n de las comunicaciones personales es un delito grave si no cuenta con una autorizaci¨®n y supervisi¨®n judicial.
La NSA, en su guerra contra el terrorismo, burl¨® estas limitaciones dise?ando un sistema de recogida de metadatos. Hasta que estall¨® el esc¨¢ndalo, los esp¨ªas pod¨ªan recopilar todas las llamadas que hac¨ªa un posible sospechoso durante cinco a?os y hasta en tres saltos de separaci¨®n: registraban las llamadas de A a todos los B, las que hac¨ªan los B a todos los C y las de estos a todos los D. Como no escuchaban las conversaciones, no necesitaban el visto bueno del juez. El problema es que, con unos cuantos algoritmos bien dise?ados, los metadatos son muy chivatos.
En cinco a?os, cualquier persona est¨¢ conectada en tres grados con otros 20 millones de personas
Un grupo de investigadores de la Universidad de Stanford (EE UU) acaba de demostrar cu¨¢nto se puede saber con solo conocer un n¨²mero de tel¨¦fono, los n¨²meros a los que llama o env¨ªa mensajes y la duraci¨®n de las llamadas o la longitud de los SMS. Desde si uno vive en determinada ciudad hasta si sufre del coraz¨®n, pasando por qui¨¦n es su pareja o sus simpat¨ªas pol¨ªticas.
Lo que hicieron los investigadores fue captar a unos 800 voluntarios para que instalaran en sus m¨®viles la aplicaci¨®n MetaPhone (ya no est¨¢ disponible). La app registr¨® todas las llamadas y SMS enviados, los destinatarios y su duraci¨®n. Con todas esas llamadas y mensajes salientes y entrantes pudieron dibujar una gr¨¢fica con todas las conexiones (llamadas o SMS) entre los nodos (tel¨¦fonos). Antes de exprimirla para sacarle toda la informaci¨®n, pidieron los perfiles de Facebook de los participantes. Con ellos dise?aron los algoritmos de predicci¨®n y, m¨¢s importante, comprobaron que acertaban.
Lo primero que vieron fue la enorme magnitud de la red de metadatos. Si se aplica su gr¨¢fica al espionaje de la NSA (recordemos, llamadas hasta tres grados de separaci¨®n y durante cinco a?os), el Gobierno de EE UU pudo obtener informaci¨®n de la pr¨¢ctica totalidad de sus ciudadanos. En el caso del estudio, basado solo en 823 participantes con una mediana de llamadas de 337 durante dos meses, los investigadores pudieron llegar a otros 62.000 n¨²meros de tel¨¦fono que intercambiaron 1,2 millones de SMS y un cuarto de mill¨®n de llamadas (por defecto, el sistema Android solo conserva las ¨²ltimas 500 llamadas).
"Si yo te llamo, estamos conectados en un salto. Si luego t¨² llamas a una tercera persona, yo estoy conectado con esa persona en dos saltos", explica el investigador del Laboratorio de Seguridad Inform¨¢tica de la Universidad de Stanford (EE UU) y coautor del estudio, Patrick Mutchler. "El n¨²mero de personas dentro de los tres saltos de una sola persona?[el l¨ªmite que ten¨ªa la NSA] se eleva al cubo en funci¨®n del n¨²mero de personas a las que uno llama directamente, por lo que no es necesario tener muchas llamadas de un ¨²nico individuo para llegar a una gran cantidad de personas en tres saltos", razona Mutchler. De promedio, y cumpliendo lo que hac¨ªa la NSA hasta que Obama le puso l¨ªmites, una persona puede conectar con otros 20 millones en los cinco a?os que la agencia de esp¨ªas guardaba los metadatos.
Lo segundo que muestra esta investigaci¨®n es la particular topolog¨ªa de la red de conexiones, que sigue la estructura de las llamadas redes de mundo peque?o. La caracter¨ªstica principal de una red as¨ª es que muy pocos nodos est¨¢n conectados directamente entre s¨ª pero, a la vez, casi todos est¨¢n conectados por medio de muy pocos nodos intermedios. Estas redes responden a la teor¨ªa de los seis grados de separaci¨®n postulada en los a?os 30 del siglo pasado y demostrada emp¨ªricamente por Stanley Milgram en los a?os 60. Simplificando, mantiene que cualquier persona del planeta est¨¢ conectada con otra por medio de cinco intermediarios.
Pero el estudio, publicado hoy en la revista PNAS, va m¨¢s all¨¢. Buscando solo en Google y Yelp, los investigadores pudieron identificar a un tercio de las personas que hab¨ªa tras los n¨²meros. Est¨¢n convencidos de que usando servicios m¨¢s especializados, por no decir, la informaci¨®n de la que dispone la NSA, el porcentaje puede ser mucho mayor.
Con los 800 n¨²meros del estudio, la NSA tendr¨ªa datos de toda la poblaci¨®n estadounidense
Los humanos somos seres de costumbres, as¨ª que tendemos a comprar en los mismos sitios, muchos de ellos cercanos al hogar. Y estos negocios s¨ª que destacan sus tel¨¦fonos para que sean f¨¢cilmente localizables por internet. Partiendo de las llamadas realizadas a estos negocios, los investigadores vieron c¨®mo muchas de las llamadas se hac¨ªan desde una latitud y longitud determinada: las coordenadas de nuestra casa.
A la localizaci¨®n geogr¨¢fica tambi¨¦n se suma la de los intereses o necesidades. Si uno llama en un determinado lapso a una tienda de armas y al servicio al cliente de un determinado fabricante, es f¨¢cil inferir que uno posee una de sus armas. Lo mismo lo aplicaron a servicios religiosos, compa?¨ªas de seguros o servicios m¨¦dicos. Quiz¨¢ lo m¨¢s sencillo para los investigadores fue saber si los participantes en el estudio ten¨ªan pareja y qui¨¦n era ella o ¨¦l.
"Los resultados del estudio muestran una de las perspectivas punteras de la ciencia de datos: la uni¨®n de datos heterog¨¦neos ofrece m¨¢s informaci¨®n que los datos por separado", comenta el investigador de la Escuela T¨¦cnica Federal de Z¨²rich (ETH), el espa?ol David Garc¨ªa. Destaca en particular el caso de las llamadas a m¨¦dicos: "Al combinar datos pueden hacer inferencias incluso de que enfermedades puedes padecer, sin duda uno de los aspectos m¨¢s importantes de la privacidad".
Garc¨ªa, que no ha intervenido en este trabajo, ya mostr¨® c¨®mo se puede saber la orientaci¨®n sexual de una persona por sus conexiones en una red social, incluso aunque no se tenga cuenta en la red. "Se puede inferir much¨ªsimo a trav¨¦s de lo que revelan nuestros contactos, sin necesidad de tener acceso a datos individuales nuestros. Es decir, esta investigaci¨®n apunta a que tu derecho a la privacidad est¨¢ regulado por lo que hagan tus contactos (y los contactos de tus contactos), y no es algo sobre lo que tengamos pleno control como individuos".
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