Una espada l¨¢ser nunca te va a matar

Aviso antes de empezar: todos los fan¨¢ticos de La guerra de las galaxias pueden desilusionarse al continuar leyendo. Tal vez les impacte saber que las espadas l¨¢ser, los intr¨¦pidos vuelos en un cintur¨®n de asteroides y la posibilidad de un imperio gal¨¢ctico no existir¨¢n jam¨¢s en la vida real. Aunque pens¨¢ndolo bien, quiz¨¢s no les afecte tanto, porque lo que la ciencia refuta lo compensa la fantas¨ªa y, en muchos casos, la pasi¨®n. El libro La ciencia de la ciencia ficci¨®n, de Jordi Jos¨¦ y Manuel Moreno, descubre qu¨¦ hay de real y de imposible en lo que muestran las pel¨ªculas con espadas l¨¢ser, naves espaciales y superpoderes.

Los seguidores de la saga hagan memoria y los que no lo sean, un ejercicio de poderosa imaginaci¨®n. En la primera entrega de La guerra de las galaxias (1977) el futuro jedi Luke Skywalker, la princesa Leia y los mercenarios Chewbacca y Han Solo han acabado por circunstancias del destino atrapados en una trituradora de basura de la Estrella de la Muerte (un arma destructiva del malvado Imperio). Desesperados, disparan con su pistola l¨¢ser para intentar abrir la puerta, pero el rayo rebota en las paredes y a punto est¨¢ de alcanzarles. ?Error! ¡°Un rayo l¨¢ser est¨¢ constituido por fotones, part¨ªculas sin carga el¨¦ctrica que no ven afectada su trayectoria por un campo magn¨¦tico exterior¡±, explica el libro. El l¨¢ser tampoco es cauterizador, ni tiene una potencia infinita ni es de llamativos colorines. Est¨¢ claro que la rigurosidad cient¨ªfica no fue determinante en el universo de George Lucas.

James Cameron s¨ª que tuvo algo m¨¢s en cuenta la verosimilitud del mundo de Avatar. En ese planeta las plantas y los na¡¯vi son azules. Algo que podr¨ªa suceder si orbitara en torno a una estrella parecida al Sol, pero m¨¢s grande y longeva. La flora recibir¨ªa demasiada luz y adquirir¨ªan esa tonalidad. Si los na¡¯vi tambi¨¦n utilizan la fotos¨ªntesis, tambi¨¦n ser¨ªa plausible su color azul.

EL PA?S ofrece a los lectores la primera colecci¨®n de divulgaci¨®n con la que el lector puede realizar un completo recorrido por diferentes disciplinas, como la f¨ªsica, las matem¨¢ticas y la gen¨¦tica, entre otras. Descubrir la ciencia es una colecci¨®n en la que han participado algunos de los principales expertos en sus campos y cuyos contenidos han sido coordinados por Materia, la secci¨®n de ciencia del peri¨®dico. Se compone de 40 entregas. La sexta, este domingo con EL PA?S, es La ciencia de la ciencia ficci¨®n y cuesta 9,95 euros.

El mundo de los superh¨¦roes no se salva. Por muchas ara?as que le picaran, un ser humano nunca podr¨ªa trepar por las paredes a lo Spiderman. ¡°Existe un tama?a cr¨ªtico por encima del cual los organismos no pueden realizar estas acciones por sus propios medios¡±, explican los autores. Aqu¨ª entran en juego dos factores: la gravedad y las fuerzas de Van del Waals, que marcan la cohesi¨®n de origen el¨¦ctrico que aparecen entre mol¨¦culas el¨¦ctricamente neutras. ?Saben d¨®nde m¨¢s est¨¢n presentes? Muy cerca. Son las culpables de que el polvo se pegue a los muebles.

Algunas de las cosas que predijo el arte s¨ª se han cumplido. El hombre ha llegado a la Luna, existen los robots y la realidad virtual. ?Por qu¨¦ sigue existiendo la ciencia ficci¨®n? Los autores de este libro aportan una respuesta, la del escritor Stephen Baxter: ¡°Desgrana futuros posibles e imposibles, es una forma de responder a la pregunta ¡®qu¨¦ pasar¨ªa s¨ª¡­¡¯. Una respuesta, en definitiva, a los cambios¡±.