Una enana blanca devora a su compa?era
Una estrella moribunda se transforma en enana blanca y consume a otra que orbita en su proximidad hasta convertirla en una enana marr¨®n
Cuando las estrellas como el Sol se hacen viejas y agotan su combustible, el equilibrio que mantuvo en marcha esos gigantescos reactores de fusi¨®n nuclear se desmorona. Entonces, las capas externas de su atm¨®sfera comienzan a expandirse, engullendo planetas y otros cuerpos que ocuparon durante miles de millones de a?os un entorno hasta entonces estable. Objetos como la Tierra quedar¨ªan, probablemente, aniquilados, pero algunos de mayor tama?o, como otras estrellas que acompa?aron a la moribunda en tiempos mejores, tendr¨ªan m¨¢s posibilidades de sobrevivir.
Eso es lo que ha sucedido en un sistema bautizado como J1433. All¨ª, se observan los restos de una estrella que, despu¨¦s de hincharse como un cad¨¢ver y expulsar buena parte de su materia al espacio interestelar, acab¨® por contraerse y convertirse en lo que se conoce como enana blanca. A su lado sigue con vida otra estrella que form¨® con ella un sistema binario cuando su compa?era a¨²n no se hab¨ªa transformado. Sin embargo, la influencia de la enana blanca, que tiene el 50% de la masa del Sol comprimido en un tama?o como el de la Tierra y una intensa atracci¨®n gravitatoria, tambi¨¦n cambi¨® al segundo astro.
¡°Cuando la primera estrella evoluciona y se convierte en una enana blanca, que es el n¨²cleo de la estrella original, las dos estrellas se acercan mucho, tanto que comienza a haber transferencia de materia de una a la otra¡±, explica Juan Hern¨¢ndez Santisteban, investigador de la Universidad de Southhampton en Reino Unido y autor de un estudio publicado en Nature en el que se explica el descubrimiento de este curioso sistema estelar. En ese baile agarrado entre las dos estrellas, tan pr¨®ximas que se orbitan mutuamente cada 78 minutos, la estrella menor ha visto absorbida su materia hasta convertirse en una enana marr¨®n, un objeto a medio camino entre una estrella y un planeta gigante como J¨²piter, ya sin capacidad para mantener reacciones nucleares sostenidas en su interior. ¡°Este proceso [en el que la enana blanca consume a su compa?era hasta convertirla en una enana marr¨®n] toma alrededor de 3.000 millones de a?os¡±, apunta Hern¨¢ndez.
Seg¨²n explica el investigador mexicano, esta forma catacl¨ªsmica de aparici¨®n de una enana marr¨®n no es la ¨²nica posible y este tipo de objetos pueden aparecer por otro tipo de procesos. Hasta ahora, solo se conoc¨ªa un sistema en el que una enana marr¨®n estuviese siendo devorada por una enana blanca.
Estas dos estrellas, con una enana blanca que tiene una temperatura que dobla la de la superficie del Sol, est¨¢n tan pr¨®ximas que son dif¨ªciles de identificar como dos cuerpos diferentes. Sin embargo, la radiaci¨®n de cada una, que tambi¨¦n tiene que ver con el color que se les atribuye, es distinta. Las observaciones realizadas con el Telescopio Muy Grande del Observatorio Austral Europeo en Chile, ayudaron a separar las emisiones de la enana blanca, en el rango ultravioleta, de las de la enana marr¨®n, mucho menos caliente y con emisiones en la regi¨®n infrarroja.
Estas observaciones permitieron conocer una historia desconocida de la evoluci¨®n estelar. El final dram¨¢tico de una estrella que tras su muerte consumi¨® a su compa?era y el de una danza fren¨¦tica que continuar¨¢ durante miles de millones de a?os hasta su desaparici¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.