El f¨ªsico que va a revolucionar tu ordenador jugando al f¨²tbol playa
Javier Tejada ha ganado la medalla de la Real Sociedad Espa?ola de F¨ªsica
¡°No soy bueno, soy muy bueno¡±, comenta orgulloso el f¨ªsico Javier Tejada, de 68 a?os. La Real Sociedad Espa?ola de F¨ªsica le acaba de conceder su medalla anual por, entre otras cosas, haber descubierto un nuevo fen¨®meno de la f¨ªsica. Pero Tejada, nacido en el pueblo navarro de Castej¨®n, no presume de sus ¨¦xitos cient¨ªficos. Ah¨ª s¨ª es modesto. Se refiere al f¨²tbol. ¡°Yo todav¨ªa puedo poner la pelota donde me digan. Si me das un bal¨®n y me dices que le pegue a aquel jarr¨®n, le doy¡±, afirma, se?alando a una pieza de porcelana a 15 metros.
Tejada, catedr¨¢tico de F¨ªsica del Estado S¨®lido de la Universidad de Barcelona, veranea siempre en Comarruga, un peque?o n¨²cleo mar¨ªtimo en la provincia de Tarragona. All¨ª, cada a?o desde 2004, organiza un congreso cient¨ªfico a primeros de julio. ¡°Vienen expertos en magnetismo y superconductividad de todo el mundo: japoneses, estadounidenses, rusos. Hablamos en un entorno agradable y luego jugamos descalzos al f¨²tbol en la playa¡±, explica Tejada, que jug¨® de extremo izquierdo en los juveniles del Zaragoza. ¡°Llevamos 12 a?os jugando Espa?a contra el resto del mundo. Iremos 7-5¡±.
Tejada es autor del descubrimiento de un nuevo fen¨®meno de la f¨ªsica: el efecto t¨²nel de magnetizaci¨®n
Tejada no veranea solo. A su lado siempre est¨¢n, los meses de julio y agosto, el cient¨ªfico ruso Eugene Chudnovsky y sus respectivas parejas, en dos apartamentos alquilados. En 1988, Chudnovsky public¨® la teor¨ªa del efecto t¨²nel de magnetizaci¨®n. Tejada explica as¨ª el fen¨®meno: si imaginamos grupos de unos pocos ¨¢tomos como si fueran una min¨²scula br¨²jula, su norte y su sur se invierten continuamente. Era una propiedad desconocida de la materia que d¨¦cadas despu¨¦s allan¨® el camino para el desarrollo de ordenadores cu¨¢nticos. Pero hab¨ªa que confirmar experimentalmente la teor¨ªa. En 1989, Tejada se ofreci¨® a intentar verificar en su laboratorio las ideas de aquel por entonces desconocido cient¨ªfico, represaliado en la Uni¨®n Sovi¨¦tica y atosigado por el KGB. Y la teor¨ªa era cierta.
Chudnovsky ¡ªhoy profesor de F¨ªsica en la Universidad de la Ciudad de Nueva York (EE UU)¡ª y Tejada siguen trabajando juntos. El a?o pasado, en la playa de Comarruga, tuvieron una idea que puede revolucionar la manera que tenemos de guardar nuestras canciones, pel¨ªculas y fotograf¨ªas. Los discos duros, b¨¢sicamente, son part¨ªculas magn¨¦ticas orientadas en una u otra direcci¨®n, formando un lenguaje con solo dos letras: el 1 y el 0. ¡°Para girar el momento magn¨¦tico hace falta corriente el¨¦ctrica, pero el disco duro se calienta, as¨ª que se buscan m¨¦todos alternativos¡±, explica Tejada en la sede de la Fundaci¨®n BBVA, entidad que le concede la medalla junto a la Real Sociedad Espa?ola de F¨ªsica.
Hay que imaginar un disco duro como una tostada con mermelada. La tostada es un s¨®lido que hace de soporte: el niobato de litio. La mermelada son part¨ªculas magn¨¦ticas: ¨®xidos de hierro. ¡°Hemos pensado en utilizar ondas ac¨²sticas superficiales en lugar de corriente el¨¦ctrica. Son ondas de deformaci¨®n del s¨®lido. Inyectamos microondas, el material las absorbe y se pone a vibrar. Esa vibraci¨®n del s¨®lido hace que el momento magn¨¦tico de las part¨ªculas se invierta¡±, detalla Tejada. El catedr¨¢tico asegura que han demostrado experimentalmente que su idea funciona, pero todav¨ªa no han publicado los resultados en ninguna revista cient¨ªfica.
El f¨ªsico ultima un disco duro que funcionar¨ªa con ondas ac¨²sticas en lugar de con corriente el¨¦ctrica
¡°Si tenemos ¨¦xito, podemos dar un salto a la tecnolog¨ªa¡±, conf¨ªa. Un disco duro de ondas ac¨²sticas ser¨ªa igual que uno actual, pero ¡°con la ventaja de que no se calentar¨ªa¡±. El invento ser¨ªa un gran avance. Los grandes centros de datos, como los de Google y Facebook, consumen tanta electricidad como para generar el 2% de las emisiones mundiales de CO2, seg¨²n un reciente informe. ¡°La idea es totalmente novedosa. Espero que en los pr¨®ximos meses podamos salir con ella a la palestra¡±.
El disco duro de ondas ac¨²sticas no es la ¨²nica l¨ªnea de investigaci¨®n de Tejada. El nuevo juguete de su laboratorio es un equipo para generar terahercios, una radiaci¨®n inocua que en el espectro electromagn¨¦tico se sit¨²a entre los infrarrojos y las microondas. En 2013, el f¨ªsico utiliz¨® esta tecnolog¨ªa emergente para destapar la firma oculta del pintor Francisco de Goya en el cuadro El sacrificio de Vesta, de 1771. La r¨²brica, de grafito, estaba escondida detr¨¢s de capas de pintura. Midiendo la intensidad de los rayos de terahercios reflejados, e interpret¨¢ndola con algoritmos matem¨¢ticos, apareci¨® la firma de Goya. ¡°Un terahercio puede meterse en un cuadro y ver lo que hay detr¨¢s de cada capa¡±, aplaude Tejada.
El f¨ªsico cree que los terahercios van a ser ¡°un gran negocio tecnol¨®gico¡±. Hace unos a?os, se le acerc¨® un joven empresario ¡°para ver si le pod¨ªa proporcionar ideas para montar una empresa¡±. Tejada no lo dud¨®: el terahercio. Todas las bandas del espectro electromagn¨¦tico han sido aprovechadas por el ser humano. Los tel¨¦fonos m¨®viles emplean el megahercio. La radio utiliza el kilohercio. Los equipos de visi¨®n nocturna recurren a los infrarrojos. Y as¨ª todas las bandas. ¡°?Por qu¨¦ no se iba a utilizar el terahercio?¡±.
En 2012, el joven empresario Esteban Morr¨¢s, mont¨® Das-Nano, una compa?¨ªa con sede en Pamplona que ya trabaja con gigantes de la automoci¨®n y las industrias aeroespacial y farmac¨¦utica. La radiaci¨®n puede inspeccionar cualquier cosa a distancia y de manera no destructiva, pero hasta ahora no se hab¨ªa empleado porque las m¨¢quinas para generar terahercios eran gigantescas. Pero ya se han miniaturizado. Das-Nano ha fichado al disc¨ªpulo de Tejada que particip¨® en el destape de la firma de Goya, Albert Red¨®, rob¨¢ndoselo al Instituto Tecnol¨®gico de Massachusetts. Y Tejada tiene unas pocas acciones de la empresa como agradecimiento. Otro gol para el pichichi de la playa de Comarruga.
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