La mano
No voy a comentarles el libro de Iturralde, que les recomiendo, pero evocar¨¦ un recuerdo personal de Paulino Uzcudun
En "Golpes de gracia" Joxemari Iturralde cuenta de forma novelada la vida contrapuesta de los boxeadores vascos Paulino Uzcudun e Isidoro Gazta?aga, antiguos aizkolaris que dejaron el hacha y los troncos para convertirse en celebridades del ring, no por la finura de su esgrima sino por su imperturbable fuerza bruta. Sus trayectorias de pu?etazos, borracheras y mujeres acabaron enfrentadas. Gazta?aga muri¨® en una refriega en Argentina, Uzcudun se apunt¨® al bando victorioso en la guerra civil y lleg¨® a ser una de las glorias deportivas del franquismo, algo as¨ª (aunque en m¨¢s r¨²stico) como Max Schmeling entre los nazis. Muri¨® a los ochenta y seis a?os, convertido en el t¨®pico "juguete roto".
No voy a comentarles el libro de Iturralde, que les recomiendo, pero evocar¨¦ un recuerdo personal de Paulino Uzcudun. Cuando ya era muy viejo, sol¨ªa coincidir con ¨¦l en el autob¨²s que tomaba para ir a la universidad. Paulino estaba all¨ª cuando yo sub¨ªa, sentado con su cachaba entre las piernas y la txapela en la cabeza desguarnecida. Casi nadie le reconoc¨ªa, su leyenda era cosa remota. Un d¨ªa mont¨® una ni?a de ocho o nueve a?os, con su carterita de colegiala (no se estilaban las mochilas), deliciosa y formal, quiz¨¢ orgullosa de volver ya sola a casa. Se agarr¨® a la barra vertical junto al asiento del viejo, pero entre los acelerones del veh¨ªculo y el peso de la cartera le costaba mantener el equilibrio. Un par de veces pareci¨® que iba a caerse. Entonces Uzcudun cubri¨® con su manaza la manita de la ni?a en la barra, sujet¨¢ndola de modo que ya no hab¨ªa peligro. La rescatada le sonri¨® alegremente, sin asustarse del ogro demolido. Ese gesto, ese pu?o convertido en mano protectora, la redenci¨®n de la fiera...
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