Austria: otro aviso para Europa
La clave de la divisi¨®n del pa¨ªs es el miedo al reto de la integraci¨®n de refugiados y la falta de solidaridad continental
La primera vuelta de las elecciones presidenciales en Austria, disputada el 24 de abril, caus¨® un terremoto pol¨ªtico sin precedentes. Por primera vez desde la II Guerra Mundial, los socialdem¨®cratas y democristianos, que hab¨ªan dominado la pol¨ªtica austriaca en los ¨²ltimos 50 a?os y actualmente forman un Gobierno de coalici¨®n, no lograron que sus respectivos candidatos pasaran a la segunda vuelta de las elecciones. Es m¨¢s: el fracaso fue de tales dimensiones que sus votos, sumados, no consiguieron m¨¢s del 22%. La debacle electoral caus¨® la dimisi¨®n del canciller, el socialdem¨®crata Werner Faymann, para dar paso a una nueva generaci¨®n de pol¨ªticos que a partir de ahora intentar¨¢ cambiar el rumbo del pa¨ªs.
En la segunda vuelta del 22 de mayo se enfrentaron Norbert Hofer, el aspirante ultranacionalista, y Alexander Van der Bellen, el candidato verde. Dos personajes muy distintos y contrapuestos, tambi¨¦n en los asuntos europeos. Hofer, el euroesc¨¦ptico, rechaza el concepto de una Europa federal y cada vez m¨¢s integrada y, por lo tanto, quiere renacionalizar competencias europeas y reforzar el control fronterizo. Al contrario que sus hom¨®logos, la francesa Marine Le Pen o el holand¨¦s Geert Wilders, el austriaco parte desde una posici¨®n nacionalista menos radical, ya que no se muestra a favor de salir de la Uni¨®n ni de destruir el euro.
Frente a ¨¦l, Van der Bellen, el hombre de la integraci¨®n, critica la falta de capacidad europea para actuar en tiempos de crisis y argumenta que los problemas transnacionales tambi¨¦n requieren respuestas europeas. Est¨¢ a favor de derogar los posibles vetos de los Estados miembros, respaldar una Europa con un radio de acci¨®n m¨¢s amplio y defender un papel m¨¢s solidario y activo de Austria en el ¨¢mbito europeo.
Un mill¨®n de refugiados pasaron en 2015 por un pa¨ªs de 8,5 millones de habitantes
Las grandes diferencias entre los dos candidatos han llevado las elecciones pr¨¢cticamente a un empate t¨¦cnico y, por lo tanto, han dejado la sociedad austriaca dividida en dos bandos. La ultraderecha ha ganado terreno y con ella se abre una brecha cada vez mayor en toda Europa occidental que atrae el voto de protesta.
En el caso de Austria hay varios motivos que pueden servir para explicar esta fractura. Desde que la crisis financiera golpe¨® a Europa, la econom¨ªa austriaca crece poco. Aunque el empleo aumente, el paro tambi¨¦n sigue subiendo, debido a una inmigraci¨®n intraeuropea fuerte hacia el mercado laboral austriaco. Como consecuencia, el clima pol¨ªtico se ha deteriorado, con los dos principales partidos paralizados en sus intentos fallidos de reformar y adaptar las estructuras del pa¨ªs.
Pero la gota que ha colmado el vaso ha sido la crisis de la pol¨ªtica de migraciones. En 2015, m¨¢s de un mill¨®n de refugiados pasaron por Austria y 90.000 personas pidieron asilo en un pa¨ªs con aproximadamente 8,5 millones de habitantes. Este a?o, Austria espera abrir sus puertas a alrededor de 37.500 personas. Una gran parte de la sociedad austriaca ha hecho y hace todo lo posible para acoger a los refugiados y ayudar. Pero las agresiones violentas perpetradas en Colonia (Alemania) en Nochevieja y otros incidentes ocurridos en Austria no pasaron desapercibidos. Los retos de la integraci¨®n de los reci¨¦n llegados, las dudas sobre el sistema de Schengen y la falta de solidaridad entre los pa¨ªses europeos tambi¨¦n han sembrado miedos e inseguridad entre muchos. Gran parte de la sociedad ha percibido una falta de control del Gobierno en la cuesti¨®n de la migraci¨®n y del control de fronteras.
El empleo aumenta, pero tambi¨¦n sube el paro por la llegada de personas al mercado laboral
La reacci¨®n pol¨ªtica, que enfocaba su discurso populista hacia la seguridad y las fronteras, hizo saltar las emociones todav¨ªa m¨¢s. La carencia de posiciones claras y unitarias en Europa y por parte del Ejecutivo austriaco tambi¨¦n contribuy¨® a disminuir la credibilidad del Gobierno. El cierre de la ruta de refugiados a trav¨¦s de los Balcanes y la entrada en vigor del acuerdo europeo con Turqu¨ªa no han podido calmar el enfado de la gente. De ah¨ª la protesta de una sociedad politizada y polarizada en la que destacan las divisiones de los votantes por nivel de educaci¨®n, de g¨¦nero y del eje entre poblaci¨®n rural y urbana.
Por muy estrecha mayor¨ªa, el nuevo presidente de Austria ser¨¢ Alexander van der Bellen. Tendr¨¢ que tender puentes. No va a ser nada f¨¢cil. Esperemos que Austria aprenda de esta lecci¨®n, al igual que Europa.?
Paul Schmidt es polit¨®logo.
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