Zuckerberg echa a sus inquilinos para ampliar su casa
El fundador de Facebook reconstruir¨¢ y har¨¢ m¨¢s peque?as las residencias aleda?as a la suya, que tambi¨¦n son de su propiedad
Palo Alto es un lugar en el que se puede ir a la tienda de Apple y encontrarse con Tim Cook, el consejero delegado de la empresa, o hacer la compra en el mismo supermercado que los actores James Franco o Michelle Pfeiffer. Es relativamente sencillo cruzarse con los fundadores de Google, la viuda de Steve Jobs o el creador de Oracle, Larry Ellison. En el registro de la ciudad figuran m¨¢s de 10 'milmillonarios', los denominados billionaires seg¨²n la nomenclatura estadounidense. Es un lugar silencioso y extraordinariamente normal. Nada desentona. Ninguna casa es m¨¢s alta que otra. La cuesti¨®n es que se evita hacer ostentaci¨®n. Este hecho, que parece fortuito, est¨¢ estudiado y forma parte del juego.
Una norma no escrita que est¨¢ costando a Mark Zuckerberg un quebradero de cabeza. Tanto que el creador de la mayor red social del mundo ha tenido que hacer p¨²blicos sus planes de reforma. Con la llegada de la peque?a Max el pasado noviembre, su primera hija con Priscilla Chan, ha dejado de lado su ¨²ltimo capricho, una casa cerca del lugar de encuentro de los j¨®venes en San Francisco, Dolores Park, para volver a tener como base de operaciones su residencia cerca de la sede de Facebook. El problema que tiene ahora es que para poder hacer una obra o cambiar la casa los vecinos deben aprobarlo. Es normal organizar el equivalente a una merienda con los habitantes de las casas de la urbanizaci¨®n para mostrar con planos, e incluso con maquetas, c¨®mo ser¨¢ la nueva construcci¨®n del barrio. Nadie quiere que llame mucho la atenci¨®n, ni por exceso, ni por defecto. Tampoco que le quite luz a la suya, que atraiga a curiosos o que sea estridente.
Seg¨²n la documentaci¨®n oficial presentada el 16 de mayo a las autoridades, Zuckerberg, de 32 a?os, quiere demoler las cuatro casas de los vecinos. ¡°La cantidad de metros cuadrados construidos ser¨¢ menos, pero los nuevos edificios y sus jardines se integrar¨¢n con los jardines y el resto del barrio¡±, se detalla. En el ¨²ltimo a?o los inquilinos han ido abandonando las casas de modo que no se sabe si, suponiendo que se apruebe el plan, volver¨¢n a las casas nuevas, vendr¨¢n otros o si el joven visionario tiene otros planes. Crescent Park Neighborhood Association, como se llama el conjunto de vecinos de la urbanizaci¨®n, todav¨ªa no se ha pronunciado al respecto. En el ¨²ltimo extremo, Zuckerberg tendr¨ªa que ir al Ayuntamiento para persuadir a los residentes del pueblo en el que nadie desentona.
En el caso de Zuckerberg se da una circunstancia especial. Cuando su fama comenz¨® a poner en peligro su seguridad y privacidad decidi¨® comprar las cuatro casas de su manzana. Convenci¨® a los anteriores due?os para que pasasen a ser inquilinos. ?l ser¨ªa el casero. De este modo, ganaba su complicidad. Si ya le conoc¨ªan de antes, ?por qu¨¦ le traicionar¨ªan? ?Qu¨¦ inter¨¦s tendr¨ªan en contar a la prensa y curiosos c¨®mo es su vida privada? El plan, salvo por un vecino, funcion¨®. Mircea Voskerician, el ¨²nico rebelde, le quiso denunciar por no ayudarle con su start up. ?l esperaba contactos y presentaciones a cambio de su silencio. La compra de la parcela completa de las casas se cerr¨® por 30 millones de d¨®lares en 2013. En 2011 ya hab¨ªa pagado siete millones por la suya.
It's good to be back home after a busy week traveling! My next book for A Year of Books is The Rational Optimist by...
Posted by Mark Zuckerberg on Monday, September 28, 2015
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