C¨®mo practicar el buen 'terrazing' en 10 sencillos pasos
Con el buen tiempo a nadie le apetece irse a casa despu¨¦s de trabajar. El 'afterwork' se traslada de la barra a la terraza para ver, dejarse ver y disfrutar del fin de semana
La terraza de un bar es el sitio perfecto ya no s¨®lo para desconectar despu¨¦s del curro, sino para descubrir que existe una vida m¨¢s all¨¢ de la rutina del d¨ªa a d¨ªa. Porque en las terrazas de los bares se han fraguado obras de teatro y sinfon¨ªas completas, se han escriturado pisos y consolidado empresas, se han intercambiado tel¨¦fonos que han acabado en grandes matrimonios o interminables noches de sexo loco y desenfrenado. Los motivos para hacer terrazing son miles, pero no todo el mundo los concibe de la misma forma
1. La temperatura ya no importa
Desde que se inventaron las estufas y la ley antitabaco, los bares han transformado las terrazas en algo distinto. Al prohibirse el tabaco, el inconfundible 'olor a bar¡± pas¨® a la historia, llenando el exterior del local de turno con un gent¨ªo de fumadores empedernidos que, calada tras calada, han ido construyendo sin saberlo el nuevo concepto de terraza. Estoy completamente convencido de que la historia de poner estufas en las terrazas ha sido gracias a los fumadores y su particular ley seca. Sea como sea, el caso es que gracias a estas soluciones t¨¦rmicas, ya tenemos calor y cervecita en terraza durante todo el a?o. Visitad The Hat (Madrid) y luego me lo cont¨¢is.
2. Es ligoteo como forma de expresi¨®n
Ligar en una terraza es algo casi tan antiguo como el rodar cuesta abajo. Pod¨¦is hacer la prueba en cualquier terraza molona levantando un poco la vista o simplemente quemando un poco el Tinder /Grindr/Wapa. En cuesti¨®n de minutos os dar¨¦is cuenta de que otros Adanes y otras Evas andan perreando entre mesa y mesa a golpe de wifi, y que la cervecita hace un rato que no es la ¨²nica que se ha quedado templada. Practicar terrazing para ligar es un deporte que deber¨ªa ser ol¨ªmpico. Laberinto de pasiones.
3. Nos encanta ver¡
Bienvenidos grandes amantes del cotilleo. Las terrazas son un hervidero de cotorras que viven por y para el critiqueo de todo bicho andante que pase por su lado. Un cl¨¢sico de estas terrazas son el grupito de modernas que quedan para el critiqueo terracil los jueves por la tarde; momento Supremas de M¨®stoles cuando quedan para hacer rosquillas. Porque todo es opinable, aunque no tengamos ni idea.
4. ¡ Y que nos vean
En ocasiones, las terrazas m¨¢s modernas de las ciudades sirven de reclamo perfecto para que la gente saque a pasear a su mejor amiga: su propia vanidad. Porque, aunque parezca mentira, muchas personas van a las terrazas molonas de gente guapa por el mero hecho de ser vistos all¨ª, aunque no peguen ni con Cianocrilato o no puedan permitirse ni un caf¨¦. Momento de disfrute de los verdaderos templos del postureo. Las terrazas de Castellana son un hervidero de maniqu¨ªes instagrameras, donde una imagen vale m¨¢s que mil palabras. Es muy curioso el march¨®n que ha decidido incorporar la terraza de OTTO (Madrid), en contraposici¨®n a esa excavaci¨®n arqueol¨®gica llamada Embassy.
5. Marcan tendencia
El exterior de un local es su carn¨¦ de identidad; tanto que incluso muchas veces ni tan siquiera conocemos el interior de los garitos, porque no llegamos a entrar. Adem¨¢s, ya no s¨®lo se apuesta por el dise?o, sino por la comodidad. Y tanto es as¨ª que las terrazas de hoy en d¨ªa cada vez se van asemejando m¨¢s a los salones de nuestra casa, con sus sof¨¢s, sus plantas y sus alfombras. De aqu¨ª a nada se acabaran incorporando como aperitivo un servicio de aspiradores o lavadoras para que el efecto like at home sea desgarradoramente realista.
6. Es el afterwork por definici¨®n
Que el afterwork es una de las mejores terapias post jornada laboral no es nada nuevo, no estoy spoileando nada. Pero que la desconexi¨®n se multiplica por doscientos en una terraza con una cervecita fresquita es algo que deber¨ªa ser el nuevo teorema de Pit¨¢goras. Salimos escopeteados de nuestros lugares de trabajo convertidos en Moctezuma buscando un afilador de cuchillos; nos duele la espalda, la cabeza, las mu?ecas y los pies. Es nuestro momento, al aire libre, en la calle, rodeados de gente como nosotros mismos. As¨ª, s¨ª.
7. El lugar ideal para florecer profesionalmente
En todas las terrazas de moda siempre encuentras a grupos de curritos con su port¨¢til, maquinando cosas para poner una empresa del rev¨¦s o preparar al mundo para el nacimiento de algo nuevo. Las terrazas incitan al networking, y de ah¨ª nacen grandes sinergias entre las mentes creativas, fundamentalmente en el mundo de la m¨²sica o el cine. Una vez me dijo la gran Fredeswinda Gij¨®n, regente de la Sala M¨ªnima de Lavapi¨¦s, que muchas grandes obras de teatro de hoy se han fraguado en una terraza, al sol y tras una conversaci¨®n casual. Muy curioso, ahora entiendo el secreto de su ¨¦xito.
8. No existe mejor sol¨¢rium que una terraza
Y a su vez refugio en invierno, porque muchos locales las convierten en b¨²nkeres anti bomba nuclear cuando llega el fr¨ªo. Un elemento que no puede faltar al practicar el terrazing es el protector solar. ?Qui¨¦n necesita darse sesiones de letales rayos uva cuando puede pegarse un atrac¨®n de vitamina D con un tinto de verano en la mano? Se acab¨® llegar blanco como el bicarbonato a los destinos vacacionales; ya tenemos la soluci¨®n para parecer que venimos ennegrecidos de las Seychelles sin movernos de nuestra ciudad.
10. Cada vez m¨¢s altas y m¨¢s gourmet
Lo que empez¨® siendo una mera casualidad ahora es tendencia y lo peta. Porque ya puestos a alternar al aire libre, que sea por todo lo alto: en una azotea. Este fil¨®n ha convertido a los hoteles de ciudades y destinos tur¨ªsticos en embajadores del terrazing, tales como el ME Reina Victoria de Santa Ana (Madrid) con The Roof para pegarte un fiest¨®n, el hotel Aguas de Ibiza (Ibiza) donde Sergi Arola te alimenta con su versi¨®n ibicenca del Vi Cool, Sand¨® y su terraza Sunset Lookers (Madrid) con vistas de 360 grados a la capital y a tu c¨®ctel o finalmente otra vigilante del skyline de Madrid, la terraza- ¨¢tico del Oscar. Otra opci¨®n son las Med Rooftops de Gin Mare, que en Madrid tendr¨¢n lugar durante dos fines de semana de julio y septiembre y para las que es imprescindible inscribirse en su web para asistir. Tambi¨¦n hay terrazas m¨¢s tradicionales que apuestan por los pies en la tierra y el est¨®mago bien lleno, como la del Caf¨¦ 1902 en Sant Pau (Barcelona), y su cocina tradicional catalana o la de la Sidrer¨ªa A Ca?ada Delic Experience (Madrid) y su apuesta por las tapas de alta cocina gallega. Hasta tienen su propia sidra: La Pen¨²ltima. Un delirio.
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