Miedo a la libertad

Ojeando el diario un d¨ªa tras otro, me invade la sensaci¨®n tan bien explicada por Erich Fromm en El miedo a la libertad de que el ser humano, en general, huye de tener que decidir. Parecer¨ªa algo que se pone de manifiesto sobre todo en reg¨ªmenes totalitarios, pero lo curioso es que tambi¨¦n en democracia el individuo parece huir de la soledad y del aislamiento permitiendo que los imperativos sociales regulen su forma de entretenerse, sus ocupaciones, sus relaciones con los dem¨¢s. Entristece pensar que despu¨¦s de haber logrado el derecho a expresar nuestros pensamientos, seamos incapaces de tenerlos propios. Y vamos viviendo con un trabajo que no nos llena y con unos amigos con los que whatsappeamossin hablar.

?C¨®mo vamos a poder votar con criterio, a enfrentarnos con enfermedades y p¨¦rdidas, a tener opiniones originales? La terrible ¡°autoridad an¨®nima de la opini¨®n publica como instrumento de conformidad¡± opera sin tregua en nuestras sociedades civilizadas y democr¨¢ticas. Y nos mantiene ocupados, sin pensar mucho, no vaya a ser que nos descubramos solos e infelices cuando est¨¢ tan de moda la felicidad.¡ª S¨ªlvia Ard¨¦vol Sala. Girona.