Coraje
El terror devora el tiempo, hinca su aguij¨®n en el alma de las v¨ªctimas, tortura a los inocentes, es inhumano y vil
![Maite Pagazaurtundua, delante de la escultura "La casa de Joseba".](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/2Z2RJ3NQONVCXN4T26XHF7DMLA.jpg?auth=cec32b75edc772a16957ef9516bd57a404cb23391c5f2f7e725d006914ce5b45&width=414)
El terror deja una llaga incurable. Los c¨®mplices, los colaboradores y los cobardes que se acomodan al crimen celebran el fin del terror como un triunfo. Aquellos que han sido sus v¨ªctimas tratar¨¢n de sobrevivir, como siempre, pero no tendr¨¢n nada que celebrar. Se acaba de publicar el diario que ha llevado Maite Pagazaurtund¨²a entre 2003 y 2016 (Lluvia de fango).Es emocionante e imprescindible para entender cu¨¢l es la indecencia profunda de gente como la de Podemos o los separatistas catalanes que califican a Otegi como ¡°hombre de paz¡±. Un cinismo canallesco que ilustra a quien quiera entenderlo sobre la maldad esencial de esa gente.
El d¨ªa 29 de marzo de 2006 anota Maite que ha le¨ªdo dos o tres veces el comunicado de ¡°alto el fuego¡± de ETA, es decir, su compromiso de no seguir asesinando. Durante seis a?os ha caminado por San Sebasti¨¢n con escolta, pero ese fin de semana le cae encima la primavera de modo espectacular y decide salir a pasear. Entra en zonas que ten¨ªa prohibidas y constata c¨®mo ha cambiado la ciudad. La gente la mira ¡°como si una vaca circulase por la arteria comercial¡±. Luego entra en el parque donde suelen ir sus hijas y los padres de otras ni?as se quedan mudos. Comprueba que los colaboradores por beneficio o por cobard¨ªa agachan la mirada.
Se re¨²ne luego con su familia para llorar la ausencia del hermano asesinado. Recuerda que Martiarena, consejero del PNV, le dijo a Joseba en 1998 que ya no habr¨ªa m¨¢s atentados y le orden¨® volver a Andoain, ¡°donde lo habr¨ªan de matar¡±, a?ade Maite. ?Ser¨¢ esta tregua como las anteriores?
El terror devora el tiempo, hinca su aguij¨®n en el alma de las v¨ªctimas, tortura a los inocentes, es inhumano y vil. Conviene leer a Maite ahora que los asesinos andan sueltos.
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