El hijo Dj de Sarkozy: "Ni me abochorna ni me enorgullece ser un Sarkozy"
Se hace llamar Dj Mosey y antes de ser pinchadiscos prob¨® suerte como rapero. La cosa no cuaj¨® y se pas¨® a la electr¨®nica. Charlamos con ¨¦l antes de su sesi¨®n en Barcelona
Cuando, a modo de presentaci¨®n, le explicamos a Pierre Sarkozy (Par¨ªs, 1985) el tipo de contenidos que se publican en TENTACIONES, bromea: "Ya me lo imaginaba. Por vuestra ropa, quiero decir". A nosotros quiz¨¢s nos delate nuestro outfit, de acuerdo, pero el apellido de Pierre resulta tan di¨¢fano como nuestros atuendos: es uno de los hijos alumbrados durante el matrimonio de Marie-Dominique Culioli y, claro, Nicolas Sarkozy.
Da la sensaci¨®n, sin embargo, de que estos lazos familiares solo los conocemos cinco personas en todo el local: al restaurante barcelon¨¦s Ikibana Sarri¨¤ le quedan pocas horas para ser inaugurado, y el ir y venir de t¨¦cnicos ("?Os importa poneros en otro sitio? He de revisar esas luces"), as¨ª como unos m¨²sicos en pleno ensayo antes de la apertura, terminan por convertir nuestra entrevista en una accidentada yincana.
En poco m¨¢s de media hora, cambiamos de mesa hasta en tres ocasiones, y Sarkozy, sonrisa de oreja a oreja, parece feliz de que nadie muestre m¨¢s deferencia de la necesaria por ¨¦l. "Eso siempre me preocup¨®. Y no porque me averg¨¹ence venir de donde vengo, pues ni me abochorna ni me enorgullece ser un Sarkozy. Pero s¨ª quer¨ªa asegurarme de que la gente a mi alrededor, mis amigos, mis parejas, estaban ah¨ª por algo que no fuesen mis lazos familiares", nos confiesa. "Que me relacionen con mi padre no lo vivo como un problema, pero para probar mi val¨ªa real sent¨ª que necesitaba, por ejemplo, buscarme un nombre art¨ªstico con el que hacer lo que m¨¢s me apasionaba", asegura Pierre, tambi¨¦n conocido como DJ Mosey, que prefiere desviar el discurso hacia la m¨²sica.
"De peque?o, grababa cintas a mis familiares y amigos para compartir con ellos la m¨²sica que me gustaba. Recopilaba en casetes temas de Marvin Gaye, Diana Ross o Curtis Mayfield, junto a otros de house franc¨¦s o hip-hop", recuerda. Su precocidad como selector deriv¨®, siete a?os antes de que su padre se convirtiese en presidente de la Rep¨²blica Francesa, en unos primeros tanteos dentro del campo de la producci¨®n musical.
"Con 15 a?os mont¨¦ con amigos una banda de rap. Pero ¨¦ramos tan malos que nadie quer¨ªa pasarnos bases sobre las que cantar. Fue entonces cuando, con un programa de ordenador muy b¨¢sico, empec¨¦ a componer beats para poder rapear encima", rememora, cuando le preguntamos por sus inicios. Lo que empez¨® como una necesidad terminar¨ªa, a?os m¨¢s tarde, cristalizando en proyectos tan ambiciosos como el ¨¢lbum Peace maker del artista hip-hop Doc Gyn¨¦co, donde Pierre puso bombo y caja como productor.
"Aunque hace tiempo que no produzco discos de rap, si vienes a una de mis sesiones ver¨¢s que toda esa influencia sigue ah¨ª, mezclada con EDM que yo mismo edito en casa antes de cada pinchada". Pod¨¦is corroborar las palabras de Sarkozy desde casa: en el SoundCloud de DJ Sub Zero encontrar¨¦is Two Soul Fools, su mestizada colaboraci¨®n con este pinchadiscos de Miami: "Ah¨ª metimos de todo: hip hop, soul, house¡ ".
Aunque empez¨® con 20 a?os en el underground, tratando de mantener su identidad oculta, desde que se dio a conocer Mosey-Sarkozy se ha convertido en reclamo para fiestas exclusivas de Mil¨¢n a Nueva York. "Entre pinchar y producir, me quedo con pinchar algo que yo mismo haya mezclado. Dedicarte a la m¨²sica s¨®lo cobra sentido cuando compartes el trabajo final con la gente". Pocas horas despu¨¦s de esta entrevista, las dotes como discjockey de DJ Mosey ser¨ªan puestas a prueba en el mismo restaurante donde tuvo lugar nuestro encuentro. Para el posterior ma?aneo, eso s¨ª, mejor no contar con ¨¦l.
"Despu¨¦s de poner m¨²sica en una fiesta tengo disparada la adrenalina. Es como si a¨²n estuviera en la discoteca, ?sabes? Para rebajar todo eso, suelo volver a mi hotel y ponerme un partido que me haya perdido, una pel¨ªcula, o una serie". Vinyl, la producci¨®n de Martin Scorsese y Mick Jagger sobre la industria discogr¨¢fica en los 70, le flipa, c¨®mo no. Y Carla Bruni, por si os lo estabais preguntando, tres cuartos de lo mismo. "Es evidente que su trabajo no tiene nada que ver con el m¨ªo, pero eso no quita para que aprecie el valor po¨¦tico de sus canciones", dice de la primera dama de Francia durante el mandato de su padre. Por cierto, la promotora de Pierre es Fama Niang, antigua directora art¨ªstica de la productora que fich¨® a Bruni.
"Es una letrista estupenda, sin importar el idioma que escoja para escribir. Por no hablar de su voz. Podr¨ªas reconocerla entre mil", declara sin atisbo de querer ser diplom¨¢tico. La diplomacia, no en vano, es un negocio familiar del que ¨Ca diferencia de su hermano Jean Sarkozy¨C no ha querido hacerse cargo. Y es que, ?qui¨¦n la necesita teniendo una mesa de mezclas?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.