Tres medidas para disfrutar de ciudades menos contaminadas
Toca mejorar la calidad del aire, y eso pasa por disminuir el tr¨¢nsito rodado
Actualmente la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica es, a nivel global y tambi¨¦n a nivel local, el t¨®xico ambiental m¨¢s importante. De hecho, se encuentra entre los primeros factores de riesgo para la salud, con un impacto cercano al del tabaco. La evidencia cient¨ªfica indica que el ictus, primeramente, e infarto de miocardio, en segundo lugar, son las principales consecuencias de la exposici¨®n a contaminaci¨®n atmosf¨¦rica, seguidos de la enfermedad pulmonar obstructiva cr¨®nica (EPOC) y de otros problemas respiratorios. Recientemente tambi¨¦n se ha observado que puede afectar las capacidades cognitivas, especialmente en ni?os, e incluso tener efectos en la etapa reproductiva.
La parte particulada en el aire, que incluye las part¨ªculas finas (PM2.5) y las ultrafinas, es m¨¢s t¨®xica que los gases (NO2, O3). En nuestras ciudades estas part¨ªculas provienen del tr¨¢fico en su mayor¨ªa, pero tambi¨¦n de la generaci¨®n de energ¨ªa y de la industria. A nivel global, la agricultura intensiva es una de las fuentes principales de estas part¨ªculas en el aire.
El diagn¨®stico del problema de la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica est¨¢, pues, bien establecido: el aire de nuestras ciudades est¨¢ contaminado, es un problema de salud de dimensiones importantes, principalmente porque todos estamos expuestos, y se origina mayormente por el tr¨¢fico. Pero lo que es m¨¢s importante: podemos prevenir esta contaminaci¨®n y por lo tanto sus impactos en la salud, que es o deber¨ªa ser el eje central de nuestro bienestar. Por lo tanto, ahora toca buscar soluciones para mejorar la calidad del aire, que pasa por la disminuci¨®n del tr¨¢nsito rodado. Pero, ?c¨®mo hacer compatible esta reducci¨®n del tr¨¢fico con otros aspectos que tambi¨¦n son valorados por nuestra sociedad, como el transporte de mercanc¨ªas, el ahorro de tiempo, la comodidad o la privacidad que genera la utilizaci¨®n del veh¨ªculo privado?
La reducci¨®n de la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica que genera el tr¨¢nsito requiere, al menos, tres tipos de intervenciones, que se deben aplicar a nivel local pero tambi¨¦n regional:
1) La recuperaci¨®n del espacio p¨²blico: una porci¨®n importante del espacio utilizado por los veh¨ªculos a motor deber¨ªa destinarse a carriles segregados para bicicletas y a caminos adaptados para los desplazamientos a pie, incluyendo corredores verdes, caminos escolares, y la adaptaci¨®n para personas con movilidad reducida, entre otros.
2) El cambio de un porcentaje de los desplazamientos al transporte p¨²blico (que deber¨ªa ser m¨¢s eficiente y ofrecer precios asequibles).
y 3) La aplicaci¨®n de zonas de baja emisi¨®n, en las que estar¨ªa prohibida la circulaci¨®n a veh¨ªculos contaminantes, que se distinguir¨ªan con etiquetas seg¨²n tipo de motor y antig¨¹edad.
Otra estrategia que ha dado resultados muy positivos en ciudades como Estocolmo es la "carga por congesti¨®n" (o peaje). Pero para ser eficientes, estas medidas deben ser permanentes, cubrir grandes ¨¢reas y no limitarse a porciones de la ciudad. Adem¨¢s, pueden ir acompa?adas de otras medidas locales, como la prohibici¨®n de la quema de biomasa en el caso de los domicilios de Par¨ªs.
La aplicaci¨®n de estas medidas no s¨®lo conseguir¨ªa reducir la contaminaci¨®n, sino que tendr¨ªa efectos generales sobre la pacificaci¨®n del entorno y por lo tanto sobre nuestra salud y bienestar: la facilitaci¨®n de la vida social, la disminuci¨®n de las desigualdades sociales, el incremento de la pr¨¢ctica de ejercicio f¨ªsico, el aumento de las zonas verdes, o la disminuci¨®n del ruido y de la temperatura en ciertas zonas de la ciudad, conocidas como islas de calor.
Cualquier medida requiere de un cambio cultural en la ciudadan¨ªa
Sin duda, todo ello requiere de un cambio cultural en la ciudadan¨ªa que, aparte de exigir medidas a las administraciones, debe valorar las ventajas de los desplazamientos a pie y en bicicleta (se recomienda realizar la mayor parte de los recorridos de menos de dos kil¨®metros a pie o en bicicleta) o los desplazamientos en veh¨ªculos compartidos, por ejemplo. Pero sobre todo debe valorar las ventajas de disfrutar de un espacio p¨²blico de calidad de y para todos.
Disponer de ciudades para la gente seguro que tiene una aprobaci¨®n universal. Para lograrlo es importante que la percepci¨®n y opini¨®n de la poblaci¨®n est¨¦ fundamentada en el conocimiento. Por ejemplo, el refer¨¦ndum sobre el peaje de Estocolmo se realiz¨® tras seis meses de prueba piloto, por lo que la poblaci¨®n ten¨ªa informaci¨®n sobre las ventajas e inconvenientes de la medida. Es cierto que renunciar a la comodidad del veh¨ªculo privado puede parecer engorroso. Pero hay que recordar que muchas de las intervenciones en salud p¨²blica tienen ¨¦xito y un impacto significativo solamente cuando se realizan sobre la comunidad y no se dejan al libre ejercicio de los individuos, como suced¨ªa con el tabaco en los espacios cerrados. As¨ª, ante el reto de mejorar la calidad del aire, debemos avanzar conjuntamente pol¨ªticos, expertos cient¨ªficos y de la comunicaci¨®n y, sobre todo ciudadan¨ªa, para poder resolver un tema muy complejo y en el que todos parecemos ser conejitos de indias de un gran experimento.
Jordi Sunyer es codirector del CREAL, centro aliado del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal). Mireia Gascon es investigadora de CREAL-ISGlobal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.