Todo lo que siempre has necesitado saber sobre las rosquillas
?Cu¨¢l es su origen? ?En qu¨¦ consiste la receta perfecta? Arrojamos un poquito de luz sobre el dulce favorito de Homer Simpson (y tambi¨¦n el nuestro)
El primer viernes de Junio se celebra en medio planeta el D¨ªa Mundial de la rosquilla, un invento maravilloso que cambi¨® nuestras vidas, marc¨® nuestra ni?ez y supuso uno de los inventos gastron¨®micos m¨¢s revolucionarios del pasado siglo XX. Tanto es as¨ª, que la receta de la rosquilla original se ha llegado a comparar con f¨®rmulas secretas como la de la Coca-Cola, porque se dice que su sabor y su textura son incomparables. El caso es que el bollo del agujero se convirti¨® en uno de los dulces m¨¢s reinterpretados por casas pasteleras y gur¨²s del dulce. Y aunque hoy por hoy a¨²n podemos encontrarlo con la receta original, la rosquilla ha sufrido m¨¢s que Barbarella cruzando el espacio hasta llegar a nuestros d¨ªas
?Son un invento yanqui?
Lo que hay que tener claro es que cuando hablamos de rosquillas, nos referimos al invento americano del bollo con el agujero, tal y como lo concebimos hoy en d¨ªa. Es evidente que ha tenido un Himalaya de antecesores, y no todo el mundo se pone de acuerdo en descifrar el origen. Se dice que a finales del s. XVI fueron los holandeses los que llevaron al nuevo continente el olykoek, su particular versi¨®n de las rosquillas fritas en grasa animal y recubiertas de az¨²car, una bomba de Hiroshima para cualquier b¨¢scula. Pero hasta el s. XIX no se habla del agujero del centro, atribuido a un capit¨¢n de barco de Nueva Inglaterra que, al parecer y de manera casual, se dice que no ten¨ªa donde colocar los olykoek que le dio su madre y no se le ocurri¨® otra cosa que clavarlos en los salientes del tim¨®n del barco. Vamos, lo normal.
El agujero del centro es atribuido a un capit¨¢n de barco de Nueva Inglaterra al que no se le ocurri¨® otra cosa que clavarlos en los salientes del tim¨®n del barco
Que a los norteamericanos les mola lo grasiento no es precisamente una novedad, pero fue en la I Guerra Mundial cuando se populariz¨® entre las tropas y empezaron a fabricarse de forma masiva las rosquilla. Y de ah¨ª al estrellato. Los a?os de la recuperaci¨®n y los alegres 60 trajeron un bollo televisivo y dom¨¦stico. La rosquilla se convirti¨® en el aliado de los estudiantes y el ox¨ªgeno de las patrullas de la polic¨ªa. Gracias a la rosquilla aprendimos a levantar el dedo y mirar al cielo, nos inventamos a Homer Simpson y descubrimos el significado de la palabra fondant, Y todo parec¨ªa salido de un cap¨ªtulo de Heidi hasta que en 2009 empezaron a aparecer las primeras rosquillas empaquetadas individualmente. ?Perd¨®n? Nuestro bollo preferido empez¨® a parecerse al industrial y la empresa fabricante casi se inmola con dinamita, porque los amantes de la rosquilla aquello no lo olvidamos. Al final la sangre no lleg¨® al r¨ªo, pero el da?o ya estaba hecho. Si las rosquillas desaparecieran, ?qu¨¦ ser¨ªa de nosotros?
As¨ª es un buena rosquilla
En la actualidad podernos engullir tantos tipos diferentes de rosquilla que hasta escribir¨ªamos una novela de follet¨ªn en Din A3. Y aunque el cl¨¢sico es el cl¨¢sico, tambi¨¦n las pasteler¨ªas luchan por el trono. Una buena rosquilla ha de tener tres caracter¨ªsticas fundamentales: esponjosidad, ligereza y un dulzor equilibrado. No es tan sencillo conseguir armon¨ªa entre las tres; de hecho, grandes pasteleros de este pa¨ªs han hecho verdaderas marranadas, vendiendo rosquillas que parecen pi?atas de colores con sabor a soldadura de plomo. Claro que hay algunas cadenas hosteleras que fabrican rosquilla industriales de colorines que ya se pasan de la raya. Rosquillas de pl¨¢stico con sabor a pl¨¢stico y a precio extraterrestre. Un horror.
Una alternativa al rosquilla tradicional es el?cronut, que es algo as¨ª como comer un cruas¨¢n con forma de rosquilla. Esta moda nos la trajeron las Dos chicas sin blanca de la televisi¨®n estadounidense y cada d¨ªa va teniendo m¨¢s adeptos. Los hay de masa blanda y de hojaldre, glaseados y rellenos. Poco a poco se van introduciendo los salados, y es un desayuno que se ha hipsterizado poco a poco.
A otros se les fue de las manos
Claro que hay quienes llevan la exageraci¨®n escrita en la frente, y esto es literal. Tan literal, que hace unos a?os se puso de moda en Jap¨®n el inyectarse bajo la piel agua salada, con objeto de deformarse la cara durante unas horas y hacerse dibujos en relieve en la misma frente. Ni qu¨¦ decir que la forma de rosquilla se convirti¨® en la estrella y cientos de personas se pasearon por las calles de Tokyo con eso en la cabeza. Por suerte, no dur¨® demasiado, ya que adem¨¢s del riesgo de infecci¨®n, promet¨ªa ser una pr¨¢ctica bien dolorosa. No ten¨¦is m¨¢s que buscar ¡°Bagelhead¡± en Youtube y sacar vuestras propias conclusiones.
El mundo de la rosquilla es un camino lleno de vegetaci¨®n bien frondosa. Lo importante es que no deje nunca de haberlos. Sinceramente, es un dulce por el que s¨ª merece la pena gastar un poco m¨¢s, y por supuesto en el horno del barrio o en la pasteler¨ªa de confianza. Con todo lo que ha pasado en las ¨²ltimas d¨¦cadas, es el aut¨¦ntico superviviente. No olvides tus rosquillas, ?vale?
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