Messi, el ¨²ltimo de los investigados que no sabe nada

Una epidemia social recorre Espa?a. Se llama S¨ªndrome de Irresponsabilidad y responde a un solo s¨ªntoma: todos los directivos de empresa, pol¨ªticos, futbolistas, alcaldes, vicepresidentes o ministros, infantas y sus consortes respectivos se declaran inmediatamente irresponsables de los resultados de la gesti¨®n que ten¨ªan atribuida en cuanto tienen que declarar ante un tribunal. Una relaci¨®n de respuestas ante los jueces, fiscales o periodistas recoger¨ªa miles de ¡°yo no fui¡±, ¡°de eso se ocupaba tal o cual concejal¡±, ¡°no sab¨ªa lo que hac¨ªa mi marido (o mi mujer)¡±, ¡°mis asesores me enga?aron¡±, ¡°no le¨ªa los informes (de Bankia)¡± o ¡°no sab¨ªa que en mi garaje hab¨ªa un Jaguar (y, por cierto, ?qu¨¦ es un Jaguar?)¡±. Un psic¨®logo social dir¨ªa que el pa¨ªs sufre de una regresi¨®n a la infancia colectiva, aunque limitada a grupos que han medrado con la corrupci¨®n y el parasitismo del dinero p¨²blico; pero, entonces, un economista corporativo preguntar¨ªa alarmado: ?por qu¨¦, en contrapartida de qu¨¦ responsabilidad, cobraban estos se?ores que no saben nada?

La declaraci¨®n de Lionel Messi, de talento futbol¨ªstico fuera de dudas, es una gota m¨¢s ¡ªaunque destilada¡ª en el oc¨¦ano de la irresponsabilidad. Investigado por supuesto delito fiscal durante los a?os 2007, 2008 y 2009, por un total de 4,1 millones, respondi¨® modosamente a las preguntas del fiscal que ¨¦l ¡°se dedicaba a jugar a f¨²tbol¡±, que firmaba lo que le dec¨ªa su padre, que desconoc¨ªa la existencia de la sociedad instrumental Jembril, que nunca pregunt¨® si pagaba impuestos y que recuerda vagamente haber acudido a un notario, pero que no recordaba para qu¨¦. Quiz¨¢ entendi¨® que iba a jugar un partido ben¨¦fico en la salita de espera del notario. De creer en la declaraci¨®n judicial de Messi, vive como un mu?eco encerrado en una caja de porcelana; se le da cuerda cuando se quiere escuchar la m¨²sica, es decir, cuando salta al estadio.

Toda la declaraci¨®n de Messi ¡ªigual que la de los ignorantes o los enga?ados¡ª es inveros¨ªmil; una fabulaci¨®n que se impone como estrategia judicial de moda. Pero lo m¨¢s inveros¨ªmil es que los abogados de Messi (o de cualquier imputado) recurran a ella, a sabiendas de que ofende la inteligencia del juez y de los contribuyentes. Existe jurisprudencia sobre este negacionismo o acta de irresponsabilidad: quien persiste en la actitud de ¡°no querer saber¡± incurre en ignorancia deliberada, que da lugar a la imputaci¨®n subjetiva de conducta delictiva. Para entendernos, en la jerga de toda la vida de las madres: ¡°Esta por el estropicio que has hecho y esta por no enterarte¡±.

A partir de la mayor¨ªa de edad, todos los ciudadanos son responsables de sus rentas y patrimonios, con independencia de quien se los gestione. Si no fuera as¨ª, bastar¨ªa con contratar a un delincuente fiscal para mu?ir la renta propia y trasladarle las consecuencias del fraude. La declaraci¨®n judicial es, para las estrellas pol¨ªticas o futbol¨ªsticas investigadas, un acto m¨¢s de la representaci¨®n teatral a beneficio de votantes o seguidores. El t¨ªtulo de la obra, a elegir, es No sabemos nada o No nos enteramos de nada; el subt¨ªtulo, En cualquier caso, a m¨ª plin.