La misma bacteria provoc¨® todas las epidemias posteriores a la peste negra
Una ¨²nica cepa de la 'Yersinia pestis' hizo un viaje de ida y vuelta entre Asia y Europa
Una ¨²nica cepa de la Yersinia pestis, la bacteria causante de la peste, est¨¢ detr¨¢s de todas las epidemias de esta enfermedad que han castigado a los humanos desde la Edad Media. El ADN bacteriano recuperado de varios apestados confirma adem¨¢s que el pat¨®geno que provoc¨® la pandemia de peste negra en la Edad Media europea vino de Asia. Tambi¨¦n estar¨ªa detr¨¢s de la tercera gran epidemia que, tras regresar al continente asi¨¢tico, se extendi¨® desde China al resto del planeta.
La peste es la zoonosis o enfermedad de origen animal que m¨¢s humanos ha matado. A lo largo de la historia se han sucedido al menos tres grandes pandemias: la plaga de Justiniano, que devast¨® el Imperio bizantino en el siglo VI, la peste negra, que acab¨® con el 60% de la poblaci¨®n europea en el siglo XIV rebrotando en los siglos siguientes y, por ¨²ltimo, la tercera pandemia de peste, surgida en China en el siglo XIX y responsable de la gran mayor¨ªa de casos de peste de la actualidad.
Pero en la historia de la peste a¨²n hay muchas inc¨®gnitas por despejar. ?De d¨®nde vino la enfermedad? ?la misma bacteria provoc¨® los sucesivos brotes que sufri¨® Europa durante 400 a?os? ?Est¨¢n conectadas las tres grandes plagas? Un grupo de investigadores europeos, con participaci¨®n espa?ola, han recurrido a la gen¨¦tica para intentar responder a estas preguntas.
Los investigadores lograron ADN bacteriano de una treintena de apestados, algunos enterrados en Barcelona
Los cient¨ªficos rebuscaron entre los dientes de casi 200 restos de humanos enterrados en fosas comunes durante brotes de la epidemia en varias ciudades de Europa, entre ellas Barcelona. En una treintena de casos encontraron el rastro de la Y. pestis y en tres lograron el genoma completo de la bacteria.
Comparando este material gen¨¦tico con el de otros apestados de otros brotes, tanto anteriores (como la plaga de Justiniano), contempor¨¢neos (Londres o Mil¨¢n) y posteriores (Marsella), los autores del estudio, publicado en Cell Host & Microbe, pudieron crear un ¨¢rbol de la peste y, subiendo por sus ramas, rastrear la evoluci¨®n de la enfermedad hasta hoy.
Las ra¨ªces de ese ¨¢rbol estar¨ªan en Asia central, desde donde lleg¨® la variedad de la bacteria que provoc¨® la gran mortandad del siglo XIV. Primero arrib¨® al sureste europeo y, desde all¨ª, al resto del continente usando como v¨ªa de entrada los grandes puertos del sur como G¨¦nova, Marsella o Barcelona. Aqu¨ª la gen¨¦tica confirma lo que la historia ya sab¨ªa. En meses, la llamada peste negra lleg¨® tan lejos como Londres y en un lustro acab¨® con la vida de hasta el 60% de los europeos.
"No hemos encontrado ninguna diferencia entre las cepas de Barcelona y Londres, lo que sugiere que una ¨²nica variedad fue la responsable de la peste negra", dice el profesor del Instituto Max Planck de Historia y Ciencias Humanas (Alemania) y coautor de esta investigaci¨®n, Alexander Herbig.
El genoma bacteriano recuperado en la capital catalana procede de un apestado que enferm¨®, seg¨²n las pruebas de radiocarbono, entre el a?o 1300 y el 1420. Aunque el lapso es muy grande, la historia y la gen¨¦tica permiten reducirlo. Por un lado, se sabe que los primeros casos de peste en Barcelona aparecieron en la primavera de 1348. En Londres, la enfermedad aparecer¨ªa en el oto?o de ese mismo a?o. Al ser las dos muestras id¨¦nticas, el apestado ingl¨¦s y el brit¨¢nico debieron enfermar en la misma ¨¦poca y de la misma cepa de la bacteria de la peste. "Se difundi¨® por toda Europa muy r¨¢pidamente y no tuvo tiempo de cambiar mucho", explica Herbig.
Otro de los genomas completos, recuperado de Ellwangen, al sur de Alemania, tampoco est¨¢ datado con exactitud, pero el carbono-14 apunta a un brote de finales del siglo XVI o principios del siglo XVII. Tras la gran pandemia de la peste negra, la enfermedad se qued¨® en Europa, rebrotando en epidemias locales durante unos 400 a?os. Algunas de esos brotes tuvieron car¨¢cter casi de pandemia regional, como la gran peste de Viena, la de 1649, que acab¨® con casi la mitad de los sevillanos o la peste de Marsella de 1720, uno de los ¨²ltimos grandes brotes en suelo europeo.
Las cepas de 'Y. pestis' actuales proceden de la que asol¨® Europa en la Edad Media
Pues la variedad de Ellwangen est¨¢ ¨ªntimamente relacionada con la encontrada un siglo despu¨¦s en Marsella y, seg¨²n el an¨¢lisis de los investigadores, desciende de la encontrada en Barcelona y Londres. Esto significa que los brotes surgidos en Europa desde la pandemia del siglo XIV est¨¢n conectados con la peste negra que la provoc¨®: tras ellos est¨¢ la misma cepa original de la bacteria. Esto confirma la tesis dominante entre los historiadores que defend¨ªan la idea de que la peste vino una vez y se qued¨® en reservorios naturales europeos. Otros investigadores, sin embargo, manten¨ªan que los brotes posteriores eran fruto de sucesivas oleadas procedentes de Asia.
En realidad, el ADN antiguo parece indicar lo contrario: que la cepa que provoc¨® la peste negra y asol¨® Europa durante siglos regres¨® a Asia. Lo muestra el genoma de un tercer apestado, este en la ciudad rusa de Bolgar. Su dataci¨®n es la m¨¢s afinada, ya que se han encontrado monedas junto al cad¨¢ver acu?adas en 1362. Lo particular de este caso es que es una cepa emparentada tanto con las de Londres y Barcelona (de dos d¨¦cadas atr¨¢s) como con la que emergi¨® en la provincia de Yunnan en China 400 a?os despu¨¦s.
"Ha pasado mucho tiempo desde la peste negra, pero nuestro an¨¢lisis demostrar¨ªa que las cepas modernas descienden de la provoc¨® la muerte negra en la Europa medieval", comenta el cient¨ªfico alem¨¢n. As¨ª que la Y. pestis que, probablemente, sali¨® de China a finales del siglo XIII, llegando a tierras europeas unos 40 a?os despu¨¦s, llevando la guada?a a todos sus rincones, acab¨® volviendo al pa¨ªs asi¨¢tico para provocar la tercera gran epidemia iniciada a mediados del siglo XIX, matando a unos 10 millones de personas en las d¨¦cadas siguientes. Solo una mejor higiene, el reforzamiento del sistema inmunitario y los antibi¨®ticos pudieron frenar a la peste.
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