Kim Basinger, el mito er¨®tico que pas¨® del sue?o americano a la ruina
Vivi¨® a todo tren y conocimos el t¨¦rmino 'sex symbol" gracias a ella. Compr¨® un pueblo entero, se arruin¨® y ahora ve c¨®mo su ¨²nica hija ingresa en una cl¨ªnica de rehabilitaci¨®n
Kim Basinger est¨¢ temblando. Por un momento parece incapaz de articular palabra. Nudo en la garganta. La actriz lucha para que el llanto no se abra paso y estropee el instante m¨¢s importante de su carrera. "Oh, dios m¨ªo", logra decir. Es marzo de 1998 y la actriz cuenta unos 45 espectaculares a?os. Todo ocurre en poco tiempo, unos segundos, mientras recoge su ¨²nico Oscar por la interpretaci¨®n en L.A. Confidential. Mientras le promete al mundo que los sue?os se cumplen, el discurso de Kim es interrumpido por su marido, Alec Baldwin. El tambi¨¦n actor no puede contener su euforia y se desga?ita vitoreando a su mujer. Diez a?os despu¨¦s, tras un divorcio y 3.5 millones de euros en abogados, los gritos de Alec Baldwin volvieron a protagonizar titulares esta vez por culpa de un mensaje donde el actor insultaba a la hija de ambos, de 13 a?os: "Cerda desagradecida e insensata". En estos dos escenarios est¨¢n los extremos de la carrera de Kim Basinger, su punto m¨¢s ¨¢lgido y el m¨¢s bajo de una mujer que ha personificado el sue?o americano, pero tambi¨¦n la pesadilla. Y en varias ocasiones.
Despu¨¦s del divorcio, Alec Baldwin public¨® un libro en el que retrataba a su exmujer como un animal fr¨ªo e implacable que "parece cobrar vida s¨®lo cuando est¨¢ rodeada de sus abogados"
Hay muchas mujeres guapas en el mundo (y en Hollywood no hay otra cosa), pero pocas est¨¢n llamadas a definir el concepto de mito er¨®tico para toda una generaci¨®n. Ava Gardner, Jane Fonda,?Kim Basinger, Scarlett Johansson. La generaci¨®n de los ahora treinta?eros y cuarentones aprendieron el t¨¦rmino "sex symbol" porque la prensa espa?ola siempre lo utilizaba para describir a Kim Basinger (que acaba de estrenar Dos buenos tipos). Ella solita devolvi¨® las curvas al canon de belleza durante los a?os ochenta, primero como chica Bond en Nunca digas nunca jam¨¢s (Irvin Keshner, 1983) y despu¨¦s como galerista de arte que redescubre su sexualidad a trav¨¦s del sadomasoquismo light y las cerezas con miel en Nueve semanas y media (Adrian Lyne, 1986). El desnudo dom¨¦stico no volvi¨® a ser lo mismo. Las combinaciones de raso, las persianas de aluminio y la voz de Joe Cocker tampoco.
A medio camino entre Liv Ullman y Marilyn Monroe, Kim Basinger no huy¨® de su condici¨®n de icono de belleza, sino que se propuso explotarlo y hacer justicia a toda una tradici¨®n de mitos er¨®ticos 100% americanos. Su timidez sure?a (naci¨® en Georgia, EE. UU., hace 62 a?os), que con el paso del tiempo se transformar¨ªa en agorafobia (miedo obsesivo a los espacios abiertos), no le impidi¨® ser consciente de su belleza desde que a los 16 a?os comenz¨® a participar en concursos de belleza. Su familia la hab¨ªa modelado para que cumpliese sus sue?os: su padre era un veterano de la Segunda Guerra Mundial que renunci¨® a sus aspiraciones musicales para dedicarse a las finanzas y su madre una exmodelo reconvertida en ama de casa de esas que nunca van mal peinadas. Pero Kim era un mito er¨®tico no solo por su belleza, sino porque su magn¨¦tica fotogenia emanaba sensualidad y, tal y como ella se defini¨® a s¨ª misma, era ante todo una criatura sexual.
El erotismo de Kim?Basinger es casi legendario en Hollywood. Durante su primer matrimonio con el maquillador Ron Snyder-Britton tuvo una aventura con Richard Gere, seg¨²n cuenta Ron en su autobiograf¨ªa. Sin embargo, el fin del matrimonio lleg¨® cuando Kim perdi¨® la cabeza por Prince. Batman (Tim Burton, 1989) supuso un antes y un despu¨¦s tanto en su carrera (sigue siendo su pel¨ªcula m¨¢s taquillera) como en su vida. Tras una aventura con el productor de la pel¨ªcula, Jon Peters, Kim conoci¨® a Prince porque el genio de Minneapolis compuso varias canciones para la banda sonora. "Solo dir¨¦ que no me puse ninguna restricci¨®n durante aquella etapa", recuerda Basinger, que si bien es lo suficientemente discreta para no dar m¨¢s detalles, en ning¨²n momento niega el rumor de que los gemidos que acompasan la canci¨®n Scandalous sex suite pertenecen a Prince y Kim manteniendo relaciones sexuales.
Prince lleg¨® a producirle un disco a Kim Basinger, titulado Hollywood affair, en el que ella se declaraba su esclava y disfrutaba sin tapujos de lo que ¨¦l le hac¨ªa sentir. El ¨¢lbum nunca vio la luz (aunque se filtr¨® hace tiempo y ahora se puede escuchar si se busca un poco en la Red) y Kim prefiri¨® emular a su padre e invertir en ladrillo: compr¨® un pueblo entero por 17.5 millones de euros. La intenci¨®n de la actriz era convertir Braselton (Georgia) en una especie de parque tem¨¢tico sobre Hollywood. A?os despu¨¦s, Los Simpson har¨ªa un gui?o a este proyecto empresarial con Homer montando un museo de las estrellas en el jard¨ªn de los Baldwin. Kim Basinger entr¨® en la d¨¦cada de los 90 en la cima de su carrera, siendo propietaria de un pueblo entero y permiti¨¦ndose el lujo de criticar a la Academia de Hollywood en plena gala de los Oscar por haber discriminado a Spike Lee en la que habr¨ªa sido la primera presencia de un director afroamericano en los Oscar.
La generaci¨®n de los ahora treinta?eros y cuarentones aprendieron el t¨¦rmino "sex symbol" porque la prensa espa?ola siempre lo utlizaba para describir a Kim Basinger
Y entonces lleg¨® Alec Baldwin. Los miembros del equipo de Ella siempre dice s¨ª (Jerry Rees, 1990) contaban que el rodaje sufr¨ªa constantes retrasos debido al ¨ªmpetu sexual de la nueva pareja (Baldwin/Basinger), que no pod¨ªan quitarse las manos de encima ni intentaban disimular lo que estaba pasando en su camerino: lo pod¨ªa o¨ªr todo el mundo. La leyenda urbana tambi¨¦n cuenta que las escenas er¨®ticas de su segunda pel¨ªcula juntos, La huida (Roger Donaldson, 1994), eran reales porque Kim y Alec se metieron demasiado en el papel. A?os despu¨¦s Kim Basinger bromear¨ªa, no sin cierta amargura, sobre aquella decisi¨®n profesional: "Rechac¨¦ Durmiendo con su enemigo [que acabar¨ªa protagonizando Julia Roberts] para rodar Ella siempre dice s¨ª y acab¨¦ siendo yo la que dorm¨ªa con su enemigo". Mucho rencor.
Esta vida sentimental desbocada coincidi¨® con la etapa m¨¢s oscura de su carrera. En 1993 se comprometi¨® a protagonizar Mi obsesi¨®n por Helena, dirigida por Jennifer Chambers Lynch (la hija de David Lynch), pero se acab¨® arrepintiendo y no apareci¨®. "Todo el mundo al que le ense?aba el gui¨®n me dec¨ªa que era una ridiculez", se defendi¨® Basinger en referencia a la historia de un psic¨®pata que descuartiza a una mujer e intenta que (lo que queda de) ella se enamore de ¨¦l. El estudio denunci¨® a Kim por incumplimiento de contrato y fue condenada a pagar m¨¢s de 7 millones de euros, que sumados al fracaso de su proyecto inmobiliario en Braselton (lo acab¨® vendiendo por menos de 1 mill¨®n) le llevaron a declararse en bancarrota y retirarse del cine temporalmente.
Aquel mismo a?o de 1993 Kim Basinger protagoniz¨® el emblem¨¢tico anuncio navide?o de Freixenet. Pedro Bonet, director de comunicaci¨®n de la empresa de cava, guarda un buen recuerdo de la profesionalidad de Basinger. "En aquella ¨¦poca ella era el prototipo de mito er¨®tico. Durante la presentaci¨®n de la campa?a en San Francisco vino con su marido y ambos estuvieron muy correctos y muy simp¨¢ticos. A todas las estrellas les da miedo este tipo de eventos publicitarios, pero ella estuvo muy dispuesta y fue muy amable". El concepto del anuncio, que excepcionalmente fue rodado en Estados Unidos con un equipo elegido por la estrella, fue m¨¢s sencillo de lo habitual en la firma catalana. "Nos habr¨ªa gustado que bailase, pero vimos que no le apetec¨ªa mucho y preferimos no forzar la m¨¢quina. Nosotros hubi¨¦semos preferido un poco de show, pero no pudo ser. Eso s¨ª, no hubo tiranteces".
Es posible que esta decisi¨®n de prestar su imagen para una campa?a publicitaria estuviese relacionada con sus apuros econ¨®micos. Bonet recuerda que ellos estaban al tanto de su situaci¨®n, pero no les influy¨® en la negociaci¨®n. "Son las agencias de representaci¨®n las que nos llamaban a nosotros ofreci¨¦ndonos gente [para el anuncio], a lo mejor a ella s¨ª le influy¨® su situaci¨®n porque estuvo cuatro d¨ªas de rodaje y se sac¨® un dinero, pero fue absolutamente profesional. En estos casos los que exigen son los agentes de la estrella y luego el trato con la actriz es cordial." Tras un retiro de cuatro a?os, regresar¨ªa a la pantalla en 1997, con L.A. Confidential, para ganar el Oscar y volver a retirarse para cuidar de su hija. Solo una de las dos cosas le sali¨® bien.
Hoy Kim se dedica casi a tiempo completo a su hija Ireland, que ingres¨® voluntariamente en una cl¨ªnica de rehabilitaci¨®n para solucionar, seg¨²n cont¨® ella misma en Twitter, sus "traumas emocionales"
En 1998 rompi¨® con Alec Baldwin y en 2002 se divorciaron. Ten¨ªan una hija en com¨²n, Ireland, y su litigio puso de manifiesto la ferocidad de la cultura de los bufetes de abogados matrimoniales en Estados Unidos. Baldwin lleg¨® a publicar un libro (A promise to ourselves, "una promesa a nosotros mismos") en el que retrataba a su exmujer como un animal fr¨ªo e implacable que "parece cobrar vida solo cuando est¨¢ rodeada de sus abogados". Este gremio fue el objeto del odio de Alec Baldwin, quien los defin¨ªa como "corruptos, incompetentes, vagos y est¨²pidos".
Seg¨²n Baldwin, los abogados hab¨ªan sido los responsables del largo y costoso litigio por la custodia de Ireland, durante el cual Kim impidi¨® cualquier comunicaci¨®n entre padre e hija. La infame llamada de tel¨¦fono en la que Alec insultaba a Ireland complic¨® y alarg¨® el proceso. M¨¢s disputas, m¨¢s abogados, m¨¢s dinero. Tras disculparse en un programa de televisi¨®n, Baldwin aclar¨® que ¨¦l no odiaba a su hija y que su ira era en realidad hacia Kim, pero aquel episodio medi¨¢tico ya ha pasado a la historia como un ejemplo de lo t¨®xico que puede llegar a ser poner a un hijo en medio de una separaci¨®n.
En los ¨²ltimos a?os Kim Basinger vive m¨¢s tranquila de lo que ha estado jam¨¢s. Pasados los 60 la actriz parece querer cerrar un c¨ªrculo art¨ªstico y personal. La mujer que se cas¨® con su maquillador en los 80 vive ahora una relaci¨®n con su peluquero, Mitch Stone, y el a?o que viene aparecer¨¢ en 50 sombras m¨¢s oscuras (la secuela de 50 sombras de Grey) interpretando a la mujer que introdujo a Christian Grey en el sadomaso. No es casualidad: Kim Basinger ya despert¨® sexualmente a toda una generaci¨®n de espectadores hace 30 a?os. Ahora encuentra el erotismo en otras formas. "Cuando eres joven te sientes atra¨ªda por los tipos duros, pero eso es una fantas¨ªa. Me he dado cuenta de que el placer est¨¢ en la bondad y el sentido del humor", ha comentado.
La actriz nunca pierde su educaci¨®n sure?a y jam¨¢s ha hablado mal de ninguna de sus pel¨ªculas, pues mantiene que ha sido bendecida con todos y cada uno de sus personajes. La losa del sex symbol no pesa sobre ella y prefiere desmitificar su condici¨®n de estrella generacional. "La ¨²nica pel¨ªcula m¨ªa que he visto es L.A. Confidential. Tuve que hacerlo en el Festival de Cannes. Al acabar me gir¨¦ a [el director] Curtis [Hanson] y le dije: 'Pues no est¨¢ mal, ?verdad?'. Esa pel¨ªcula ser¨ªa hermosa con o sin m¨ª en el reparto y cualquiera te dir¨ªa que Curtis se merec¨ªa ganar el Oscar [en lugar de James Cameron por Titanic, que arras¨® en esa edici¨®n]". Fue ella quien se coron¨® aquella noche, alcanzando el muy americano logro de ser la primera mujer que tiene en su curr¨ªculum una portada de Playboy y un Oscar, en lo que parec¨ªa un renacer art¨ªstico, pero qued¨® en un canto de cisne.
Hoy Kim se dedica casi a tiempo completo a su hija Ireland, que ingres¨® voluntariamente en una cl¨ªnica de rehabilitaci¨®n para solucionar, seg¨²n cont¨® ella misma en Twitter, sus "traumas emocionales". Kim no niega ser responsable de la compleja sensibilidad de Ireland y ha reconciliado sus diferencias con Alec Baldwin para ayudar juntos a su hija. La ahora aspirante a modelo de 19 a?os tuite¨® una foto con su padre en la que sujetaba un libro titulado If I Were A Pig ("si yo fuera un cerdo"), bromeando sobre aquella frase que le dijo a?os atr¨¢s Alec Baldwin: "Cerda desagradecida e insensata". Y Ireland a?adi¨®, continuando la broma: "Ser¨ªa una desagradecida e insensata, claro". Esta an¨¦cdota no hace sino constatar que padre e hija ya han hecho las paces.
Seg¨²n Kim, el ¨²nico consejo que le puede dar a su hija es que se deje guiar por su coraz¨®n siempre. Puede que a Kim el suyo le haya llevado por caminos tortuosos, pero nadie podr¨¢ decir que no ha tomado sus propias decisiones. "Creo que la generaci¨®n de mi hija sufre ansiedad. Agradezco a Dios no haber crecido con mucho dinero ni privilegios porque de ese modo tuve que crear yo la forma de conseguir mi triunfo". Agradecida por las luces y habiendo aprendido de las sombras, Kim Basinger se muestra orgullosa de haber vivido bajo sus propias reglas.
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