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FOTO: Luis D¨ªaz-Mauri?o
Con esta intervenci¨®n para sanear un centro comercial de C¨®rdoba, los arquitectos Luis D¨ªaz-Mauri?o y Pedro D¨ªaz Gil demuestran que el h¨¦roe de El Manantial ,Howard Roark, est¨¢ superado. Y que, en lugar de mirarse a s¨ª misma, la arquitectura debe asumir el gran reto de llegar a la mayor cantidad de lugares posible en vez de concentrarse en un 5% del mundo y descuidar el resto.
Un antiguo compa?ero de la escuela del arquitecto Luis D¨ªaz-Mauri?o, Pedro D¨ªaz Gil, lo llam¨® para preguntarle si conoc¨ªa a alg¨²n alumno o reci¨¦n titulado despierto para ordenar la informaci¨®n gr¨¢fica en varios centros comerciales espa?oles. Corr¨ªan los ¨²ltimos meses de 2011. ¡°En casa la crisis ya apretaba, me pareci¨® buena oportunidad ¡ªtodas lo son¡ª y acept¨¦ yo el trabajo¡±. Un arquitecto premiado como ¨¦l se puso a hacer el trabajo de un alumno aventajado. D¨ªaz-Mauri?o comenz¨® de este modo, con ganas y humildad, una colaboraci¨®n con la promotora Pradera. Hoy trabaja remodelando tres de sus centros comerciales. La Sierra, en C¨®rdoba, es el primero que termina. Y tambi¨¦n la reforma de mayor alcance.
El de los centros comerciales es un sector muy especializado y, como D¨ªaz-Mauri?o apunta, ¡°hasta ahora bastante alejado de la disciplina¡±. La especializaci¨®n ha profesionalizado esos espacios que, sin embargo, han pasado a parecerse demasiado entre ellos. Esa fue la raz¨®n por la que hace un a?o el grupo inversor decidi¨® hacer un concurso de ideas restringido para actualizar un ya obsoleto centro comercial levantado hace m¨¢s de 20 a?os.
Arriba antes y abajo despu¨¦s de la reforma
D¨ªaz-Mauri?o, no autorizado a desvelar costes, revela que sin embargo los presupuestos eran ajustados ¡°o mejor dicho, las mediciones, inmensas¡±. El encargo eran puntos de vista distintos de las soluciones est¨¢ndares.
El arquitecto gan¨® el concurso asociado a Jorge L¨®pez Conde ¡°y tambi¨¦n colaboraron, como ten¨ªa que ser, antiguos alumnos m¨ªos de los buenos¡±. Lo hizo con una sencilla estrategia: quitar ruido. ¡°El centro, adem¨¢s del desgaste natural de algunos de sus acabados, estaba atiborrado de peque?as intervenciones, arreglos y decoraciones acumulados a lo largo del tiempo y el resultado era un masivo festival de colores, carteles, esl¨®ganes, objetos varios, vinilos y pegatinas¡±. M¨¢s operaci¨®n limpieza que reinvenci¨®n espacial, los espacios que ya exist¨ªan aparecieron de manera distinta a partir de soluciones sencillas como trabajar el color (un ba?o en blanco y negro), ceder el protagonismo a los colores corporativos de las tiendas y dignificar los espacios comunes. ¡°Quiz¨¢ m¨¢s que dignificar deber¨ªamos hablar de abstracci¨®n¡±, apunta el arquitecto.
Aprovechando la nueva imagen corporativa del centro, el exterior se pint¨® con los colores oficiales. Tambi¨¦n aqu¨ª intervinieron los arquitectos. ¡°con intenci¨®n de camuflar el mamotreto, lo tatuamos con el logo fuera de escala¡±. Los obreros trabajaron por las noches porque durante el d¨ªa, el centro comercial continuaba abierto al p¨²blico.
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