GAL-TAN
Hoy hay partidos verdes-alternativos-libertarios frente a tradicionales-autoritarios-nacionalistas
Austria. Por primera vez en la historia, dos candidatos que no pertenecen a ninguna de las grandes familias pol¨ªticas se disputan la presidencia del pa¨ªs. En una tensa segunda vuelta, el verde Alexander Van der Bellen derrota al favorito, el ultraderechista Norbert Hofer. Enfurecido, Hofer impugna los resultados. Los c¨®digos de buena conducta de la pol¨ªtica de posguerra quedan arrinconados.
Y tambi¨¦n sus viejos protagonistas. Hay una epidemia de ¡°pasokizaciones¡± y ¡°democristianizaciones¡±. En Holanda, Alemania o Escandinavia los votantes socialdem¨®cratas huyen hacia nuevos partidos cosmopolitas urbanos (verdes, feministas o liberales) o hacia movimientos xen¨®fobos que prosperan en los suburbios depauperados. Y los democristianos desertan hacia formaciones menos ambiguas en su tradicionalismo.
Los partidos del eje pol¨ªtico del siglo XX, izquierda-derecha, dejan paso a los partidos de lo que se adivina como la divisoria clave del siglo XXI. Los polit¨®logos la llaman GAL-TAN, acr¨®nimo en ingl¨¦s de verdes-alternativos-libertarios frente a tradicionales-autoritarios-nacionalistas. El patr¨®n es similar. Empieza en las urbes m¨¢s din¨¢micas. Los socialistas se derrumban en Estocolmo, Stuttgart, Madrid o Barcelona. Y la din¨¢mica se extiende, lenta pero inexorablemente, al resto del pa¨ªs.
Hay motivos para alegrarse. GAL-TAN es resultado no del fracaso (como o¨ªmos sin cesar), sino del ¨¦xito acumulado de unas pol¨ªticas puestas en marcha durante d¨¦cadas, ladrillo a ladrillo, por los partidos de centroizquierda y centroderecha. Hemos interiorizado tanto la regulaci¨®n de una econom¨ªa de mercado y las pensiones, sanidad y educaci¨®n p¨²blicas, que los partidos tienen poco margen para diferenciarse.
Pero tambi¨¦n hay motivos para preocuparse. El gran reto de nuestro tiempo ¡ªc¨®mo conseguir un crecimiento inclusivo y sostenible¡ª exige pol¨ªticas innovadoras. Y los partidos GAL-TAN prefieren los gestos anecd¨®ticos a las reformas estructurales. Lo atestiguan la apat¨ªa de Syriza y el ensimismamiento de los Verdes que gobiernan en el norte de Europa.
Que Dios, la Patria o la Madre Naturaleza les inspiren. @VictorLapuente
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