Rep¨²blica Centroafricana: llueve sobre mojado
El 20% de la poblaci¨®n centroafricana sigue fuera de sus casas tres a?os despu¨¦s de que estallara el conflicto, la mayor¨ªa acogidos por familiares o amigos
Llegu¨¦ a Rep¨²blica Centroafricana en mayo, justo cuando la ¨¦poca de lluvias acababa de empezar. Aqu¨ª la lluvia no es agradable: llega de golpe, sin avisar, inunda, destruye y oxida lo que ya est¨¢ da?ado. En este pa¨ªs llueve sobre mojado. Una crisis olvidada desde hace d¨¦cadas y otra crisis humanitaria m¨¢s reciente, que ha provocado el desplazamiento del 20% de la poblaci¨®n, se superponen para traer m¨¢s olvido y sufrimiento.
S¨®lo hace falta ir a un campo de desplazados como el de Mukassa, en las afueras de Bangui, la capital, para darse cuenta.
En Mukassa conoc¨ª a Regina. Tiene 38 a?os es viuda y tiene 7 hijos, de entre 4 y 23 a?os. Antes de la crisis viv¨ªa en el barrio Makambo y se dedicaba al peque?o comercio. Huy¨® con todos ellos cuando comenz¨® la violencia. ¡°Mi casa qued¨® destruida y no volver¨¦ porque no puedo pagar la reparaci¨®n¡±, explica.
Aqu¨ª las crisis pol¨ªticas y humanitarias se suceden en bucle y no da tiempo a recuperarse. La ¨²ltima fue de las peores que se recuerdan
Cada d¨ªa sale a buscar hierbas y vegetales fuera del campo: ¡°Cocino lo que encuentro para alimentar a los ni?os una vez al d¨ªa. Yo no como para que haya para todos¡±. Est¨¢ aqu¨ª desde diciembre de 2013 y se lamenta de que la situaci¨®n no ha cambiado. A Regina le gustar¨ªa poder volver ¡°porque no hay nada que hacer aqu¨ª," dice.
Regina no est¨¢ sola. Aqu¨ª aguantan como pueden otras 1.700 personas. La mayor¨ªa llevan casi tres a?os sin poder volver a sus casas y con un horizonte poco esperanzador. Por miedo, por falta de recursos o porque, simplemente, su hogar qued¨® reducido a escombros, no tienen m¨¢s remedio que seguir bajo una lona en condiciones realmente duras: sin trabajo, expuestas a agresiones, violaciones y olvido. Como ellos, hay 130.000 personas repartidas en campos por todo el pa¨ªs. Aqu¨ª las crisis pol¨ªticas y humanitarias se suceden en bucle y no da tiempo a recuperarse. La ¨²ltima fue de las peores que se recuerdan.
Pero en Rep¨²blica Centroafricana la mayor¨ªa de desplazados no est¨¢ en campos formales. Hoy en d¨ªa, m¨¢s de 230.000 personas est¨¢n repartidas en casas de familias, amigos o de gente que, simplemente, les acogi¨® por solidaridad.
Me acerco a otra mujer que me impresiona. Josephine acogi¨® hasta cinco familias con sus hijos, una de ellas era de 10 miembros. Me cuenta que lleg¨® a tener a 30 personas en su casa.
Josephine tiene 59 a?os, ocho hijos y es viuda. Sabe bien lo que significa ser desplazada. Entre 1996 y 1997 se produjeron varios motines contra el gobierno de F¨¦lix Patass¨¦ acompa?ados de violencia, saqueos y destrucci¨®n. ¡°Vi como mataban a una persona delante de m¨ª y me fui. No pod¨ªa soportarlo¡±, recuerda. Huy¨® del barrio de F¨¢tima, en el centro de Bangui, para refugiarse en Bimbo, a las afueras. Un barrio que ahora tambi¨¦n acoge una nueva oleada de desplazados. La historia se repite.
En Rep¨²blica Centroafricana no concebimos dejar a alguien que ha sufrido abandonado a su suerte Josephine, desplazada en RCA, acogi¨® hasta 30 personas en su casa
¡°?C¨®mo no iba a ayudar a esa gente?¡±, dice at¨®nita cuando le pregunto por qu¨¦ lo hizo. ¡°Estaban en la calle, delante de nuestras casas, sin nada, asustados. Hab¨ªan llegado corriendo con lo que llevaban encima, dejaron todo en sus barrios cuando hombres armados les atacaron. En Rep¨²blica Centroafricana no concebimos dejar a alguien que ha sufrido abandonado a su suerte. Si alguien necesita ayuda, le ayudamos. No me lo pens¨¦ dos veces, los acog¨ª en mi casa y lo volver¨ªa a hacer¡±, dice con convencimiento. ¡°Los manten¨ªa con lo que pod¨ªa. Como no hab¨ªa suficiente comida, repart¨ªa la que ten¨ªa para que pudieran comer todos. As¨ª, solo pod¨ªamos comer una vez, por la noche, para que hubiera para todos¡±, a?ade.
Ahora acoge a seis personas. Algunos han podido volver y otros se han reubicado en casas cercanas y quiz¨¢s acaben estableci¨¦ndose aqu¨ª de forma definitiva como Josephine hizo ya en su d¨ªa.
El olvido de los vulnerables
S¨¦ que esto pasa en muchos otros lugares del mundo. Los desplazados internos, los que huyeron de sus casas sin cruzar fronteras, son los grandes olvidados de la crisis de refugiados. A finales de 2015, unos 40,8 millones de personas estaban desplazadas dentro de sus propios pa¨ªses, frente a 20 millones de refugiados.
Rep¨²blica Centroafricana ilustra perfectamente esta situaci¨®n. Mientras la atenci¨®n se dirige a Europa, los que huyeron de la violencia buscando refugio, pero no han cruzado sus fronteras corren el riesgo de ser v¨ªctimas de otros abusos en el mismo territorio d¨®nde ya han visto vulnerados sus derechos.
Los estados fallidos como el de la Rep¨²blica Centroafricana no pueden garantizar su seguridad. Si bien su gobierno ratific¨® la Convenci¨®n de Kampala en 2009 que deber¨ªa garantizar su protecci¨®n, su adaptaci¨®n a nivel nacional no se ha hecho efectivo, dejando a¨²n m¨¢s en situaci¨®n de desamparo a todas estas personas.
Keemzith y Mokounga llevan tres a?os fuera de su casa. Me cuentan c¨®mo vinieron literalmente corriendo juntas desde Bibale, su antiguo barrio en Bangui, hasta Capucien, un descampado al lado de la iglesia en el que m¨¢s de un centenar de personas tambi¨¦n conviven como pueden. ¡°Llegamos corriendo cuando los hombres armados atacaron nuestras casas¡±, explica Keemzith.
Recuerdan el d¨ªa en que llegaron a este sitio porque no ha podido irse desde entonces. Aqu¨ª mucha gente lo lleva grabado a fuego y repiten la fecha: cinco de diciembre de 2013. Keemzith tiene tres hijos. La m¨¢s peque?a, Mar¨ªa, naci¨® aqu¨ª hace poco m¨¢s de un mes, y la puede alimentar con leche, pero no al resto. "No hay comida aqu¨ª¡±.
Volver o no volver
A pesar de que quieran, para muchos de ellos volver a sus lugares de origen todav¨ªa no es seguro. Mientras el 70% y 90% de los desplazados quiere volver a sus barrios, seg¨²n datos del ACNUR y OIM, el miedo y la inseguridad persisten. Entre noviembre de 2015 y mayo de 2016, Oxfam identific¨® m¨¢s de 1.500 casos que suponen un riesgo para la seguridad en los barrios m¨¢s afectados por la violencia de la capital, PK3 y PK5. El 70% de ellas consist¨ªan en agresiones f¨ªsicas y verbales, robos y hurtos, el 11% agresiones sexuales y el 10% destrucci¨®n y ocupaci¨®n de viviendas y bienes.
Por el contrario, medio mill¨®n m¨¢s de refugiados centroafricanos sigue en otros pa¨ªses pero con pocas expectativas de retorno. Seg¨²n ACNUR, el 73% de los que est¨¢n en Camer¨²n no tiene intenci¨®n de volver. S¨®lo el 27% s¨ª lo considera y algunos han hecho tentativas de regresar.
Llueve sobre mojado. Y si no proponemos soluciones durables, mujeres como Regina, Josephine, Keemzith y Mokounga seguir¨¢n batallando d¨ªa a d¨ªa bajo la lluvia y el olvido.
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