Polarizaci¨®n falsaria
Urge poner en marcha un corto abanico de amplios pactos de Estado
El discurso polarizado gana espacio ret¨®rico. Y expande su mantra: resumido, o gobierna el PP (como sea) o gobierna Podemos (como fuese). Viva la resurrecci¨®n de la pintoresca pinza entre los dos extremos, que inventaron personajes tan entra?ables como Josemari Aznar y Julio Anguita.
Pues es de adivinar que se trata de una polarizaci¨®n demasiado interesada. Si las encuestas aciertan, el mapa pol¨ªtico ser¨¢ muy similar, seguramente con el premio a Izquierda Unida de m¨¢s esca?os de los que tuvo. Puede ser relevante para la foto-finish, pero si se juntaran sus votos del 20-D con los de su actual socio-patr¨®n, ya daban para la segunda plaza.
Aunque, m¨¢s que hablar de partidos individuales, ?acaso el asunto no versa ahora sobre la capacidad real de pacto con que tantos se llenan la boca y algunos de ellos frustraron antes?
Pues si esto es as¨ª, y como subrayan los indicios de la semana pasada (el debate en televisi¨®n, pero no solo), habr¨ªa otros dos esquemas, menos frentistas y m¨¢s equilibrados, ambos sobre la (l¨®gica) hip¨®tesis de continuidad del acuerdo socialista-centrista, que seguir¨ªa sumando m¨¢s esca?os que cualquier otro partido en solitario. Uno, el entendimiento entre conservadores, socialistas y centristas, pero que pasar¨ªa por el peaje de convertir a Mariano en el Bautista descabezado.
Otro ser¨ªa una sinton¨ªa socialistas-centristas-populistas, archidif¨ªcil: exigir¨ªa buenos resultados de los dos primeros y humildades in¨¦ditas (y renuncias program¨¢ticas realistas) a cargo de los terceros.
Observen que este apunte alude a algo tan fr¨¢gil o et¨¦reo como ¡°entendimiento¡± o ¡°sinton¨ªa¡±, ambos intercambiables, pero m¨¢s reales que algunas chuler¨ªas.
La cristalizaci¨®n de esas f¨®rmulas puede plasmarse en distintos escalones (digamos, de gobernanza): pactos de Gobierno, acuerdos de legislatura o media legislatura; pactos de Estado entre todos los principales actores (los cuatro y grupos nacionalistas); apertura a nuevas caras en el sottogoverno.
De todas ellas, la principal ¡ªaunque no despierte morbo¡ª es un corto abanico de amplios pactos de Estado: para la pol¨ªtica presupuestaria focalizada en el asunto del d¨¦ficit ante los socios de la UE; la cuesti¨®n territorial/Catalu?a; la reforma de la Constituci¨®n; educaci¨®n y servicios sociales. Se necesitan. Urgen.
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