Poder de hermana
Una empresa social de ?frica lleva luz solar a comunidades remotas mientras apoya a las mujeres empresarias
En un peque?o centro comercial al borde de la carretera de la localidad rural de Luweero, a unos 65 kil¨®metros de la capital de Uganda, Kampala, Sarah Serunjogi re¨²ne a un grupo de mujeres de cuatro peque?as tiendas que venden harina, frijoles y jab¨®n. Mientras se sientan en un banco, saca dos peque?as luces de pl¨¢stico de su bolso y comienza su argumento de venta.
Serunjogi, una en¨¦rgica y alegre madre de cinco hijos, es una Solar Sister (hermana solar), una de las m¨¢s de 1.300 empresarias a tiempo parcial que viajan de puerta a puerta, ense?ando y vendiendo l¨¢mparas port¨¢tiles alimentadas por energ¨ªa solar a trav¨¦s de Uganda, Tanzania y Nigeria.
La gente de Luweero vive sin acceso a la red el¨¦ctrica, al igual que el 90% de los ugandeses y que unos 1,4 millones de personas en todo el mundo. Dependen de la biomasa, como la madera o el carb¨®n, para cocinar y del queroseno para la luz. Las l¨¢mparas de queroseno dan apenas suficiente luz para leer mientras que las familias se exponen a humos poco saludables y al riesgo de incendio y quemaduras. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud se?ala un creciente n¨²mero de pruebas que vinculan el uso de queroseno con una serie de efectos adversos para la salud, incluyendo la enfermedad pulmonar cr¨®nica. Uno de los clientes de Serunjogi, Brenda Kawuma, recuerda en¨¦rgicamente el d¨ªa en que pensaba que su hija de tres a?os iba a morir despu¨¦s de beber de una botella de agua llena de parafina para la l¨¢mpara de queroseno. "Fue terrible", dijo. "No ten¨ªa m¨¢s opci¨®n que huir de eso."
Pero la gente que vive lejos de los centros comerciales no puede ir f¨¢cilmente a las tiendas que venden linternas solares. Incluso pueden que no sepan que dichas linternas existan hasta que alguien como Serunjogi aparece en su puerta. Solar Sister sigue el modelo de ventas y distribuci¨®n de las vendedoras de Avon, directas de puerta a puerta. Los empresarios, principalmente mujeres, venden dentro de sus comunidades, usando su red de contactos personales para conseguir la confianza en sus productos, y tambi¨¦n ayuda a reclutar y entrenar a otros empresarios Solar Sister. Trabajan tanto o tan poco como les gusta, ganando la diferencia entre los precios al por mayor y al por menor de lo que venden.
Como empresaria de mayor venta de Solar Sister en Uganda, Serunjogi ha acumulado m¨¢s de 25 millones de chelines ugandeses (unos 6.600 euros) en ventas en menos de cuatro a?os. Despu¨¦s de que su marido muriera en 2009, los ingresos de su trabajo a tiempo parcial con la di¨®cesis local no eran suficientes para cubrir las necesidades de su familia. La renta adicional de Solar Sister significa que ahora puede contribuir a la educaci¨®n de sus nietos.
Solar Sister fue fundada en Washington DC en 2009, por Katherine Lucey, una ex banquera de inversi¨®n del sector energ¨¦tico que dej¨® Wall Street para dedicar m¨¢s tiempo a su familia y a la filantrop¨ªa. Al principio, se involucr¨® con una peque?a fundaci¨®n que proporcionaba electrificaci¨®n rural, viajando a Uganda y confirmando lo que hab¨ªa visto en el negocio de la energ¨ªa: "que ning¨²n pa¨ªs puede entrar en la era moderna sin acceso sostenible a la energ¨ªa... que la productividad, que el bienestar, todos se ve afectado si no tienes acceso a la energ¨ªa. S¨®lo frena el desarrollo en todos los niveles".
Lucey tambi¨¦n se dio cuenta r¨¢pidamente de que las mujeres se ven desproporcionadamente afectadas por la pobreza energ¨¦tica, especialmente en las zonas rurales, donde pasan una gran cantidad de tiempo recolectando le?a y haciendo tareas dentro del hogar. Los estudios indican que la electrificaci¨®n rural libera a las mujeres de las tareas dom¨¦sticas y las motiva a trabajar fuera de casa. Y cuando las mujeres ganan m¨¢s, sus familias se benefician m¨¢s. Los informes de la OCDE y el Banco Mundial muestran que unas ganancias m¨¢s altas para las mujeres se traducen en una mayor inversi¨®n en la educaci¨®n de los hijos, la salud y la nutrici¨®n, lo que lleva a un crecimiento econ¨®mico a largo plazo.
As¨ª que Lucey cre¨® Solar Sister con un doble objetivo: la erradicaci¨®n de la pobreza energ¨¦tica y la creaci¨®n de oportunidades econ¨®micas para las mujeres. Dice que es este doble enfoque lo que hace que la empresa sea ¨²nica. Las empresarias de Solar Sister han vendido m¨¢s de 80.000 l¨¢mparas en los tres pa¨ªses en los que operan, y tambi¨¦n venden cocinas limpias. Pero a medida que la tecnolog¨ªa solar cae en precio y mejora en la calidad, hay competencia en el mercado. Mientras Solar Sister pide un ¨²nico pago, algunos competidores permiten a los clientes pagar en cuotas, una opci¨®n atractiva en un mercado donde pocos tienen la capacidad de ahorrar, incluso si el precio del Solar Sister es m¨¢s barato a largo plazo y sus productos vienen con una garant¨ªa de dos a?os.
Y aunque el objetivo del Solar Sister es ser sostenible en t¨¦rminos comerciales, el 70% de la compa?¨ªa sigue siendo financiado a trav¨¦s de la filantrop¨ªa. Lucey dice que esto se debe en parte al dif¨ªcil equilibrio entre la rentabilidad y llegar a la "¨²ltima milla" de las zonas rurales donde la tecnolog¨ªa es m¨¢s necesaria.
Al final, dice que dando a las mujeres un papel en el futuro de la energ¨ªa tendr¨¢ dividendos mucho m¨¢s all¨¢ de la l¨ªnea de fondo: "No va a aparecer en nuestra hoja de balance o en la cuenta de resultados, sino que se manifiesta en nuestra ¨²ltima misi¨®n, la cual es asegurarse de que todo el mundo tiene acceso a la energ¨ªa. Y cuando hablo de todo el mundo, me refiero a las mujeres tambi¨¦n".
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