Derribar el mirador para ver mejor

FOTO:H¨¦ctor Santos-D¨ªez / Bisimages

Cada vez son m¨¢s los ejemplos que ilustran c¨®mo la destrucci¨®n forma parte de la construcci¨®n. O de la reconstrucci¨®n, en este caso. En los a?os 80, en el Mirador de Pedra da R¨¢, en Riveira -A Coru?a-, se construy¨® una escalera con la voluntad de alcanzar la cima de la piedra y con la consecuencia de desdibujar el lugar.

Hace un tiempo, adem¨¢s de una torpeza, esa intervenci¨®n comenz¨® a convertirse en una amenaza para la propia piedra. Cuando constat¨® que el hormig¨®n de la escalera estaba da?ando la estructura de la roca, el Concello de a Riveira decidi¨® intervenir. Adem¨¢s de curar y limpiar el lugar, el arquitecto Carlos Seoane propuso recuperar el horizonte del Atl¨¢ntico y el parque natural de Corrubedo saneando la formaci¨®n rocosa que da nombre al lugar.

As¨ª, el mirador se ampli¨®. Coronado por la singular roca y elevado en el monte da Cid¨¢, ampli¨® los puntos de vista. La intervenci¨®n de Seoane invita ahora no s¨®lo a mirar, tambi¨¦n a recorrer el lugar. Y es que lo que el arquitecto ha hecho ha sido cicatrizar el lugar y acercarlo al visitante.

Con materiales de la zona, como granito silvestre y pedras vellas recicladas para la pavimentaci¨®n, el proyecto busca m¨¢s borrar marcas que dejarlas. Quiere sanear y asegurar. Por eso la vegetaci¨®n que ha borrado las marcas es la que constituyen las plantas rastreras del lugar, procedentes del cercano Monte do Castro. Carlos Seoane emple¨® materiales y formas cercanas a las de la naturaleza y que, por lo tanto, no precisan apenas mantenimiento. Cont¨® adem¨¢s con la ayuda del constructor Sograni, ¡°que no se cans¨® de buscar todo tipo de piedras para reutilizarlas¡±, explica con agradecimiento. El ¨²nico material ajeno al lugar ha sido el acero necesario para la fabricaci¨®n de un elemento secundario: las barandillas.

Cuando se habla de limpiar y sanear y se aboga por la sencillez para defender lo original, el proyecto se convierte en una intervenci¨®n casi invisible. Pero limpiar cuesta mucho. Exige decisiones continuas hasta dar la operaci¨®n por concluida. Seoane explica que en esta obra, tras una primera fase, aparecieron nuevas formaciones rocosas que obligaron a replantear el proyecto inicial transformando un mirador puntual en un espacio con vistas de diversas orientaciones y capaz de ofrecer distintos recorridos en el entorno hacia el Castro celta da Cid¨¢, hacia las dunas de Corrubedo o hacia una playa pr¨®xima. 

As¨ª, el proyecto busc¨® finalmente reforzar el movimiento por encima del valor ic¨®nico de lo est¨¢tico y trat¨® de recuperar lo t¨¢ctil adem¨¢s de lo visual. Seoane lo resume reconociendo el papel protagonista del paisaje y convirtiendo a la arquitectura en su marco.

Precio por metro cuadrado seg¨²n arquitecto: 43 euros