El negro m¨¢s negro

EN UN SIGLO jalonado por los descubrimientos ¨Cla aspirina, la fotograf¨ªa, las leyes de la termodin¨¢mica¨C como el XIX destaca la figura del pintor obsesionado con reproducir la luz del sol. Pissarro, Monet, Degas, Van Gogh, y antes Turner y Delacroix, intentaron recrear la vibraci¨®n del color en la naturaleza, pero los pigmentos de que dispon¨ªan eran demasiado limitados. En consecuencia, abandonaron la idea de imitar los colores y plasmaron la impresi¨®n que estos les provocaban. A veces ten¨ªan que hacer esfuerzos extraordinarios para lograrlo: caminar para alcanzar las luces del norte, bordear acantilados o desafiar los elementos atmosf¨¦ricos como si lucharan contra gigantes.

La tecnolog¨ªa qu¨ªmica salv¨® muchas vidas. Los hallazgos de los nuevos alquimistas ampliaron la escala y la nomenclatura de los colores que se ubicaban entre la luz y la oscuridad. Si el color blanco de los impresionistas estaba siempre fragmentado en sus componentes espectrales, el negro representaba su opuesto, la saturaci¨®n de todos los colores. Renoir sol¨ªa decir que no exist¨ªan las sombras negras, ?antes un violeta, el complementario del amarillo de la luz del sol! Y Monet insist¨ªa en obtener la atm¨®sfera m¨¢s profunda y sombr¨ªa a partir de colores intensos y puros.

En 1955, Yves Klein inici¨® su etapa monocroma, que culmin¨® con el descubrimiento que hizo, junto al fabricante de reactivos qu¨ªmicos ?douard Adam, de un azul ultramar que patentar¨ªa cinco a?os despu¨¦s como Azul Klein Internacional. Lo que al artista franc¨¦s le admiraba no era la excelencia del material resultante, una textura mate y aterciopelada que parec¨ªa dar vida a sus obras, sino algo m¨¢s abstracto: el logro de un color que transformaba la obra en un objeto metaf¨ªsico. Klein pint¨® muchos lienzos iguales, todos ten¨ªan un precio diferente en funci¨®n de ¡°la intensidad del sentimiento invertido en su ejecuci¨®n¡±. Era su manera de librarse de quienes pretend¨ªan ¡°corromper la autenticidad de la idea pura¡±.

En la misma l¨ªnea conceptual, el artista angloindio Anish Kapoor ha comprado los derechos de un color. En realidad, de un no color, el Vantablack, la sustancia m¨¢s oscura que se conoce. El pigmento, desarrollado por la firma Surrey NanoSystems, absorbe el 99,96% de la luz gracias a un sistema de microtubos que hace que rebote entre ellos y nunca llegue a reflejarse. Kapoor, que como buen orientalista acostumbra a utilizar colores fuertes y luminosos, emplear¨¢ este negro solo en sus esculturas: el documento de compra incluye una cl¨¢usula por la que no podr¨¢ utilizarlo con fines que no sean art¨ªsticos.

La adquisici¨®n ha suscitado las cr¨ªticas de otros creadores, que argumentan que un artista no puede monopolizar un color, por mucho que Kapoor sea en estos momentos el m¨¢s indicado, como apunta el cr¨ªtico Jonathan Jones en The Guardian, para experimentar con la profundidad y oscuridad del Vantablack.

A los coleccionistas, en cambio, no parece que les vaya a importar esta apropiaci¨®n. Seg¨²n explica el ensayista y artista escoc¨¦s David Batchelor en Cromofobia, el blanco titanio, un invento del siglo XX, es, a su pesar ¨Cen el libro arremete contra el gusto incoloro y minimalista de los compradores de arte¨C, el principal pigmento de nuestro tiempo. ¡°El anfitri¨®n ten¨ªa todo muy limpio y ordenado. Las paredes pintadas con un tipo de blanco que es m¨¢s que blanco y que repele todo lo que es inferior a ¨¦l, y casi todo lo es¡±.