La Ibiza pescadora inspira a Loewe
El dise?ador Jonathan Anderson presenta en Par¨ªs su nueva colecci¨®n masculina para la marca espa?ola
Jonathan Anderson ha amanecido algo m¨¢s deprimido de lo normal. El culpable se llama Brexit. El dise?ador norirland¨¦s, de 32 a?os, convertido en prodigio de la moda desde que fue nombrado al frente de Loewe hace casi tres a?os, no esperaba que el refer¨¦ndum brit¨¢nico terminara ¡°as¨ª de mal¡±. ¡°Lo m¨¢s triste es que los votos de los j¨®venes no hayan contado. Supongo que este es el mundo hacia el que nos dirigimos: uno en el que emerge la extrema derecha y a la gente le aterra la inmigraci¨®n. Me parece de locos descubrir todo el odio que existe ah¨ª fuera¡±, lamentaba este viernes en Par¨ªs, donde acaba de presentar su nueva colecci¨®n para hombre en la sede de la marca, fundada en Madrid en 1846.
J.W. Anderson ha estructurado su colecci¨®n a partir de la idea del naufragio, que cobraba una especial resonancia mientras Europa se hund¨ªa en la Mancha y David Cameron anunciaba su retirada con una met¨¢fora casi naval: esa que protagoniza un ¡°capit¨¢n que ya no puede llevar a su pa¨ªs al siguiente destino¡±. Sus prendas para Loewe est¨¢n inspiradas en los peque?os puertos del Mediterr¨¢neo. Las siluetas de sus modelos remiten a las de piratas y n¨¢ufragos. Si su colecci¨®n anterior estaba inspirada en la Ciudad Encantada de Cuenca, esta reproduce una visi¨®n idealizada y casi extinta de una Ibiza de otro tiempo, esa que fue un peque?o refugio poblado por pescadores antes de convertirse en destino para un turismo masivo y global. ¡°De peque?o, pasaba all¨ª las vacaciones con mis padres. Aunque no fuera Madrid ni la Pen¨ªnsula, fue mi puerta de acceso a la cultura espa?ola¡±, ha explicado Anderson. ¡°Cada vez que me planteo una colecci¨®n, me marcho a alg¨²n rinc¨®n de Espa?a en busca de inspiraci¨®n. Loewe es una marca espa?ola y es importante mantener ese nexo¡±.
En su colecci¨®n para la primavera-verano de 2017, el dise?ador reformula prendas cl¨¢sicas, a las que a?ade su habitual toque de extravagancia. Para ¨¦l, la excentricidad resulta fundamental en el vestuario masculino. ¡°Uno debe comprar prendas que le parezcan ¨²nicas, que nunca haya visto antes o que le proporcionen una interpretaci¨®n distinta sobre algo que ya conoc¨ªa. Siempre digo que, en realidad, lo que vendemos son ideas¡±, afirma. La colecci¨®n est¨¢ compuesta por piezas b¨¢sicas de inspiraci¨®n mar¨ªtima, como camisas largas, robustos impermeables y pantalones de corte ancho, a veces te?idas de magenta y de a?il, a las que a?ade inesperadas asimetr¨ªas, estampados inspirados en la biolog¨ªa marina e inhabituales toques en dorado. Las texturas son naturales y rugosas, como las del lino y la felpa, mientras que los accesorios se sirven de grandes borlas y cuerdas marineras, adem¨¢s de grandes bolsas playeras y mochilas que parecen reinventar la canasta de pescador. Para las chaquetas y complementos, Anderson utiliza un cuero en tonos cercanos al caramelo, siempre presente en las propuestas de una marca que empez¨® haciendo marroquiner¨ªa tradicional.
La silueta que propone Anderson se inscribe en la bohemia hippy que, en un tiempo no muy lejano, segu¨ªa predominando en la isla balear. Y se distingue por esa fluidez de g¨¦nero que invade la moda desde hace meses. Anderson se considera un experto en la cuesti¨®n. ¡°Yo empec¨¦ a hacerlo hace ocho a?os, as¨ª que para m¨ª no es una tendencia reciente. Me opongo a la idea del g¨¦nero en el vestir. Creo en un vestuario compartido, que me parece una idea mucho m¨¢s interesante y moderna. Es algo que la gente ya practica¡±, sostiene el dise?ador. Dice que funciona comercialmente gracias a la buena acogida entre las culturas no occidentales, como en el continente asi¨¢tico, en el que se ha inspirado en cortes y t¨¦cnicas tradicionales como el boro o patchwork japon¨¦s. ¡°Son culturas que tienen menos prejuicios y m¨¢s apertura. Cuando los hombres europeos vuelvan a comprar ropa, se volver¨¢n a vender solo trajes¡±, concluye con iron¨ªa.
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