¡®Primavera patri¨®tica¡¯
El 'Brexit' ha dejado de ser un proceso circunscrito a un pa¨ªs para convertirse en el s¨ªntoma de un continente
Una ola de patriotismo invade Europa. Ese emblema, Primavera patri¨®tica, fue el elegido por ocho l¨ªderes de la ultraderecha europea hace una semana con la jefa del Frente Nacional a la cabeza, Marine Le Pen, en la ciudad de Viena.
En realidad, Primavera patri¨®tica es el discurso ganador del Brexit, porque el Brexit ha dejado de ser un proceso circunscrito a un pa¨ªs, para convertirse en el s¨ªntoma de un continente. Europa ya se hab¨ªa brexitado antes de que se produjera el resultado brit¨¢nico. Al declive de los Estados soberanos le acompa?a en un movimiento de melancol¨ªa pol¨ªtica, esa ¡°democracia amurallada¡± a la que llaman patria. Este es el marco ganador: la Europa de las naciones, la Europa a la carta, la soberan¨ªa de los pueblos.
En un momento en el que la desigualdad es transnacional, como lo son las comunidades de riesgo, el terrorismo o la inseguridad ambiental de la que nadie habla, incluso el populismo de izquierdas reacciona retomando marcos y valores conservadores. Por mucho que se quiera edulcorar la idea de patria hablando de soberan¨ªa del pueblo, en realidad el debate pol¨ªtico est¨¢ delimitado por un marco conservador que no se resignifica, m¨¢s bien se refuerza.
La patria no es una situaci¨®n pol¨ªtica, es una emoci¨®n. Cierto que el material del que est¨¢ hecha la pol¨ªtica son las emociones, como han demostrado importantes soci¨®logos. Pero esas emociones se pueden politizar en muchos sentidos, y m¨¢s importante a¨²n, son susceptibles de vincularse a principios y valores que pueden ser progresistas o conservadores.
El marco de ¡°la patria¡± conforma una visi¨®n pol¨ªtica de repliegue, sigue una l¨ªnea de demarcaci¨®n bajo la l¨®gica de qui¨¦n pertenece y qui¨¦n no, qui¨¦n es pueblo y qui¨¦n no. El valor en juego es la preservaci¨®n. Dif¨ªcilmente puede hacerse compatible con un sentimiento de pertenencia a un espacio pol¨ªtico com¨²n bajo la identidad de una ciudadan¨ªa europea. Porque el valor en juego aqu¨ª es el de la solidaridad. Esa solidaridad solo es posible cuando hay conciencia de pertenecer a una misma comunidad pol¨ªtica m¨¢s all¨¢ de las fronteras nacionales. A esto se quiso llamar ¡°ciudadan¨ªa europea¡±. El marco progresista que ha perdido.
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