La medida de la desigualdad en Am¨¦rica Latina
Oxfam acaba de presentar una herramienta de enorme utilidad para entender la dimensi¨®n de la injusticia social en Latinoam¨¦rica: la calculadora de la desigualdad.
La iniciativa constituye uno de los aportes de la campa?a Iguales, promovida por esta gran organizaci¨®n internacional para concientizar y articular acciones de combate a los alt¨ªsimos niveles de desigualdad que existen en los pa¨ªses latinoamericanos. La calculadora permite observar los niveles de ingreso de la poblaci¨®n de 15 pa¨ªses de la regi¨®n, compar¨¢ndolos con los obtenidos por los sectores m¨¢s ricos, los multimillonarios que concentran gran parte de la riqueza nacional. As¨ª, el aplicativo desarrollado por Oxfam, en alianza con el portal de periodismo independiente peruano Ojo P¨²blico, contribuye a dimensionar la enorme brecha que separa a los m¨¢s ricos de los m¨¢s pobres y, al mismo tiempo, a exponer las inmensas asimetr¨ªas en los rendimientos monetarios de los sectores que ocupan los niveles m¨¢s altos en la escala de ingreso de las sociedades latinoamericanas. Este ¨²ltimo aspecto permite observar de manera elocuente (y muchas veces sorprendente) la distinci¨®n entre desigualdad y pobreza, una cuesti¨®n especialmente relevante no s¨®lo en Am¨¦rica Latina, sino tambi¨¦n en los pa¨ªses m¨¢s desarrollados.
La calculadora de la desigualdad ayuda a entender de forma clara y accesible una de las principales consecuencias de un modelo de desarrollo que, como afirma Oxfam, al multiplicar privilegios, niega derechos.
?Cu¨¢les son los ingresos mensuales de un latinoamericano con relaci¨®n al 1% m¨¢s rico de su pa¨ªs? F¨ªjate aqu¨ª (si quieres comparar los ingresos en diferentes pa¨ªses, consulta la tabla que hemos incluido al final de esta entrada con la equivalencia entre las monedas nacionales y el d¨®lar):
Si tienes alg¨²n problema al usar aqu¨ª la calculadora, puedes consultarla en OXFAM/Iguales o en CLACSO/AgendaIgualdad
?Qu¨¦ muestra la calculadora?
Oxfam explica que ¡°la calculadora de la desigualdad se basa en un algoritmo que divide el ingreso mensual de un hogar entre sus miembros y lo compara con la poblaci¨®n de su pa¨ªs ordenada del grupo m¨¢s pobre al m¨¢s rico en 10 grupos o deciles m¨¢s el grupo de los multimillonarios. El resultado de estos c¨¢lculos le muestra al usuario un estimado del tiempo que necesitar¨ªa trabajar para obtener los ingresos mensuales promedio de un multimillonario y, adem¨¢s, lo compara con los de los diferentes deciles de su pa¨ªs. La brecha del tiempo -algunos necesitar¨ªan trabajar varios siglos para alcanzar esos ingresos - explica de manera l¨²dica, pero directa, aquella distancia inalcanzable que separa al ciudadano com¨²n de los multimillonarios¡±.
Veamos el caso de Rodrigo, un empleado p¨²blico chileno, casado con Jenny, que trabaja en un peque?o comercio y con quien tiene dos hijos, uno de 10 a?os y otra de 8. Rodrigo y Jenny aportan juntos al hogar un ingreso mensual de 2.000 d¨®lares (1.330.000 pesos chilenos) y, para sorpresa de ellos, aunque se deben privar de muchas cosas, se encuentran en el nivel de ingresos medios de la sociedad chilena, el 8? grupo de 10. Para ganar lo que gana por mes un multimillonario chileno, Rodrigo deber¨ªa trabajar 17 a?os y 5 meses. Bastante, aunque no tanto como Pedro, alba?il que trabaja ocasionalmente, tambi¨¦n padre de dos hijos y casado con Juana, que hace meses busca empleo sin suerte y cuyos ingresos familiares suman 200 d¨®lares mensuales (133.000 pesos chilenos) y est¨¢n en el primer decil, el grupo m¨¢s pobre de la sociedad chilena. Pedro deber¨ªa trabajar 173 a?os y 6 meses para ganar lo que gana por mes alguien como, por ejemplo, el ex presidente de su pa¨ªs, Sebasti¨¢n Pi?era. As¨ª de desigual e injusto es Chile. Se cumplen 200 a?os de su independencia y los trabajadores m¨¢s pobres deber¨ªan trabajar casi el mismo tiempo que tiene el pa¨ªs como naci¨®n soberana para ganar en lo que ganan, en un mes, los m¨¢s ricos.
Pero Chile no es una excepci¨®n.
En Argentina, Gabriel y Myriam son profesionales, ¨¦l es economista y ella soci¨®loga. Tienen dos hijos que estudian en la universidad y no trabajan. Sus ingresos familiares son 5.000 d¨®lares mensuales (75.000 pesos). Pertenecen al nivel de ingresos m¨¢s altos de la sociedad, al 10% m¨¢s rico. Sin embargo, para tener el ingreso mensual de alguno de los s¨²per ricos del pa¨ªs, Gabriel y Myriam deber¨ªan trabajar 6 a?os y 5 meses cada uno. La disparidad entre los sectores de mayores ingresos es, en la Argentina como en el resto de Latinoam¨¦rica, muy alta. El 10% ¡°m¨¢s rico¡± de la sociedad est¨¢ compuesto, en parte, por personas de clase media que tiene un buen nivel de vida, pero muy alejado de la opulencia de un sector de la sociedad, muy peque?o y muy rico, que comparte tambi¨¦n el nivel m¨¢s alto de la escala de ingresos. La enorme desigualdad empuja hacia arriba a sectores medios que pasan a compartir una misma escala de ingresos con los m¨¢s ricos, aunque sus condiciones y oportunidades de vida sean muy diferentes. Por ejemplo, en la Argentina, el salario m¨ªnimo es, aproximadamente, 400 d¨®lares (6.000 pesos). Es el caso de Fabiana, una joven de 19 a?os que acaba de ingresar al mercado de trabajo y gana un salario m¨ªnimo con el que apenas podr¨¢ sustentarse y cubrir sus gastos de alimentaci¨®n y vivienda. Ya con su primer empleo, al no tener que compartir sus ingresos con nadie, Fabiana pertenecer¨¢ al 8? decil de ingresos, esto es, sus ingresos mensuales ser¨¢n superiores al del 70% de la sociedad argentina, medidos per capita. Entre tanto, para ganar lo que gana un multimillonario argentino en un mes, Fabiana deber¨¢ trabajar 20 a?os. La poblaci¨®n argentina m¨¢s pobre, para ganar en un mes lo que gana el 1% m¨¢s rico del pa¨ªs, deber¨¢ trabajar 189 a?os y 5 meses.
La situaci¨®n de Fabiana, sin embargo, es bastante mejor que la de Leticia, camarera en un lujoso resort de Rep¨²blica Dominicana y madre de seis hijos. Leticia trabaja m¨¢s de 10 horas por d¨ªa, casi todos los d¨ªas, y su salario y propinas suman 350 d¨®lares por mes (16.000 pesos dominicanos). Su compa?ero ha ido a buscar un empleo mejor en Estados Unidos, pero hace dos a?os que Fabiana no tiene noticias de ¨¦l. Su hijo Carlos, de 16 a?os trabaja como ayudante de carpintero y gana 120 d¨®lares por mes (5.500 pesos dominicanos). Juntos, disponen de un ingreso de 470 d¨®lares (21.500 pesos dominicanos) para sostener a los 7 miembros de la familia. Pertenecen al 3? decil de ingresos de la sociedad dominicana, el de los ingresos bajos. Si aspiraran a acumular lo que un multimillonario de su pa¨ªs gana en un mes, Leticia y Carlos deber¨ªan trabajar 100 a?os y 3 meses. Aunque pertenecen al tercero de los 4 niveles m¨¢s bajos de ingresos, si pertenecieran al primero, deber¨ªan trabajar m¨¢s de 212 a?os. Leticia y Carlos saben que est¨¢n econ¨®micamente muy mal, pero si usaran la calculadora de Oxfam, podr¨ªan ver que un tercio de los dominicanos y dominicanas est¨¢n mucho peor que ellos. Tambi¨¦n, que alguno de los 265 multimillonarios de su pa¨ªs ganan, en 36 minutos, lo que ellos ganan en un mes de arduo trabajo.
Los niveles de desigualdad en Honduras son a¨²n m¨¢s altos. Un persona con un ingreso de 200 d¨®lares mensuales (4.500 lempiras), o sea, 2.400 d¨®lares anuales, pertenece al 8? decil (ingresos medios). Para tener el ingreso mensual de alguno de los s¨²per millonarios de su pa¨ªs, deber¨¢ trabajar 39 a?os y 5 meses. 40% de la sociedad hondure?a tiene un ingreso inferior a 65 d¨®lares por mes (menos de 1.500 lempiras). En Honduras, si los m¨¢s pobres quisieran ganar en un mes lo que gana alguno de los hondure?os m¨¢s ricos, deber¨ªan trabajar 594 a?os y 4 meses. O sea, un hondure?o pobre deber¨ªa haber comenzado a trabajar 70 a?os antes de la llegada de Crist¨®bal Col¨®n a Am¨¦rica, para alcanzar a ganar, en junio de 2016 y ahorrando sus 594 a?os de ingresos, lo que gana un multimillonario hondure?o en apenas 30 d¨ªas.
En Honduras, hay 225 multimillonarios, cuyos ingresos promedio son cerca de 100 mil d¨®lares mensuales y cuyas fortunas sumadas equivalen al 162% de PBI del pa¨ªs.
En Chile, la calculadora nos indica que hay 515 multimillonarios con ingresos mensuales promedio de m¨¢s de 140 mil d¨®lares. Su fortuna es 6 veces superior al gasto anual en educaci¨®n por parte del Estado chileno. En Argentina, hay 1.185 multimillonarios, con un ingreso mensual promedio de 96.445 d¨®lares, y cuyas fortunas suman el 26% del PBI. En Bolivia, 254 s¨²per millonarios con ingresos mensuales promedio de 90 mil d¨®lares y que poseen una fortuna igual al PBI nacional. En Guatemala, 260 multimillonarios, con un ingreso mensual promedio de 82 mil d¨®lares. Concentran una riqueza equivalente al 60% del PBI del pa¨ªs y 20 veces superior a lo que el Estado guatemalteco invierte en educaci¨®n.
La aplicaci¨®n tambi¨¦n permite conocer cu¨¢ntos minutos (en algunos casos cu¨¢ntos segundos) le llevar¨ªa a un millonario latinoamericano ganar lo que gana en un mes el 99% de la poblaci¨®n, comparando los niveles de desigualdad y las disparidades de ingreso por pa¨ªs en la regi¨®n.
?Qu¨¦ nos ayuda a entender la calculadora?
Oxfam ha sido una de las organizaciones que m¨¢s ha contribuido a entender las causas y los efectos de la profunda desigualdad existente tanto en los pa¨ªses m¨¢s pobres como en los m¨¢s ricos. Sus informes, que combinan un cuidadoso rigor anal¨ªtico con una efectiva capacidad de comunicaci¨®n a un p¨²blico no especializado en asuntos sociol¨®gicos o econ¨®micos, han alertado que s¨®lo 62 de las personas m¨¢s ricas del planeta poseen riqueza superior a la mitad de la humanidad, y que el 1% m¨¢s rico posee m¨¢s riqueza que el 99% de los seres humanos restantes. En Latinoam¨¦rica, 32 personas acumulan m¨¢s riqueza que 300 millones de personas, el 50% de la poblaci¨®n regional. All¨ª, en promedio, los m¨¢s ricos ganan en un mes m¨¢s de 1.100 veces lo que gana el 20% m¨¢s pobre.
La calculadora contribuye a comprender un modelo de producci¨®n y reproducci¨®n de privilegios que vuelve precarias las bases sociales, pol¨ªticas, jur¨ªdicas y econ¨®micas de la democracia y fragiliza los derechos ciudadanos que le brindan sentido y legitimidad. Un esfuerzo de comprensi¨®n y concientizaci¨®n que Oxfam ha realizado en algunos important¨ªsimos informes como Gobernar para las ¨¦lites (2014); Iguales: acabemos con la desigualdad extrema (2014); Cr¨®nica de la desigualdad anunciada (2014); Riqueza: tenerlo todo y querer m¨¢s (2015); Privilegios que niegan derechos (2015); Una econom¨ªa al servicio del 1% (2016); y Tributaci¨®n para un crecimiento inclusivo (2016).
Este conjunto de aportes llama la atenci¨®n sobre la grave situaci¨®n social que vive Am¨¦rica Latina. En efecto, durante los ¨²ltimos 15 a?os, la regi¨®n ha experimentado un proceso de transformaci¨®n democr¨¢tica sin precedentes. Los niveles de pobreza disminuyeron exponencialmente, pasando del 43,9% de la poblaci¨®n, en el 2002, a 28,1% en el 2012; una disminuci¨®n absoluta de m¨¢s de 60 millones de personas. La decisi¨®n pol¨ªtica de poner a los pobres en el centro del presupuesto nacional, la eficacia de programas sociales de gran impacto en la reducci¨®n de la pobreza y la indigencia, el aumento de la inversi¨®n p¨²blica social, as¨ª como la ampliaci¨®n de derechos y oportunidades hist¨®ricamente negadas a las grandes mayor¨ªas, promovieron una transformaci¨®n democr¨¢tica realmente sorprendente en Am¨¦rica Latina.
No todos los pa¨ªses de la regi¨®n fueron gobernados por administraciones progresistas que pretend¨ªan revertir la herencia de exclusi¨®n y abandono recibida de los gobiernos neoliberales que arrasaron social y pol¨ªticamente el continente en los a?os 90 (donde la pobreza alcanz¨® a casi la mitad de la poblaci¨®n). Entre tanto, fueron los gobiernos progresistas los que lograron impulsar una agenda de reformas sociales cuyos reparadores efectos democr¨¢ticos permitieron comenzar a revertir un cuadro de injusticias e inequidades profundas vividas en todos los pa¨ªses del continente.
Los avances fueron inmensos. Estos avances fueron apenas el comienzo de un ciclo de reformas que deber¨ªan profundizarse, contribuyendo a que Am¨¦rica Latina no s¨®lo deje de ser una regi¨®n de extrema pobreza y miseria, sino tambi¨¦n una regi¨®n de extrema desigualdad.
La pobreza y la desigualdad est¨¢n siempre relacionadas de m¨²ltiples formas. Sin embargo, no necesariamente la disminuci¨®n de la primera conduce a una disminuci¨®n proporcional de la segunda. Latinoam¨¦rica dej¨® de ser un continente inmensamente pobre sin dejar de ser un continente inmensamente desigual. Terminamos los a?os 90 siendo la regi¨®n m¨¢s inequitativa del planeta y, a pesar de la amplia y exitosa reforma social que hemos vivido en los ¨²ltimos 15 a?os, nuestros limitados resultados en la promoci¨®n de una mayor igualdad social no nos han permitido m¨¢s que superar al ?frica Subsahariana en materia de injusticia social. Una situaci¨®n particularmente grave, ya que el ciclo de reformas progresistas ha comenzado a agotarse y los nuevos gobiernos de la regi¨®n, conservadores y neoliberales, impulsan con rapidez y decisi¨®n procesos de ajuste y el corte de gastos sociales, en un contexto econ¨®mico recesivo. La reducci¨®n de la pobreza hace ya dos a?os que se encuentra estancada y hay diversas evidencias de que ella ha vuelto a crecer durante los ¨²ltimos meses. Am¨¦rica Latina corre el riesgo de seguir siendo no s¨®lo extremadamente desigual, sino tambi¨¦n de volver a ser extremadamente pobre.
La calculadora muestra diversos aspectos de las brechas sociales existentes en la regi¨®n y las complejas relaciones que se establecen entre pobreza y desigualdad. Permite entender, por ejemplo, la amplia dispersi¨®n de ingresos de las denominadas "clases medias" en Am¨¦rica Latina y, a los usuarios de la calculadora que pertenecen ese grupo social, sorprenderse por la posici¨®n que ocupan en la estructura de ingresos de sus respectivas sociedades. No siempre la clase media entiende en medio de qu¨¦ se encuentra. La herramienta de Oxfam pone en evidencia los inmensos extremos de sociedades partidas por ls persistencia de desigualdades y privilegios seculares.
Al mismo tiempo, la calculadora puede ayudarnos a comprender que las desigualdades de ingresos no son la causa de los grav¨ªsimos problemas que enfrentan las sociedades latinoamericanas para superar las cr¨®nicas injusticias e inequidades en el acceso al derecho a la educaci¨®n, a una atenci¨®n sanitaria de calidad, a una vivienda y a un entorno urbano digno, a un empleo decente o a un sistema de protecci¨®n social medianamente eficaz. Las desigualdades de ingreso son la consecuencia de una estructura institucional que opera tanto en la esfera privada como en la p¨²blica, reproduciendo los beneficios que vuelven a los ricos cada vez m¨¢s ricos y a los pobres cada vez m¨¢s pobres.
Oxfam nos ayuda a comprender que se trata de un proceso sist¨¦mico y que lo que est¨¢ en juego es un modelo de desarrollo que debe ser cuestionado y combatido con una movilizaci¨®n ciudadan¨ªa activa que busque:
- Limitar la capacidad de influencia de las ¨¦lites m¨¢s poderosas en el dise?o de las pol¨ªticas p¨²blicas.
- Fomentar la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.
- Garantizar condiciones y salarios dignos a los trabajadores y trabajadoras.
- Impulsar la diversificaci¨®n productiva, superando la dependencia extractivista e impulsando la productividad y la creaci¨®n de empleo digno.
- Asegurar un gasto p¨²blico que priorice una protecci¨®n social efectiva y servicios p¨²blicos universales y de calidad, sobre todo de educaci¨®n, salud y acceso al agua y saneamiento.
- Aumentar la capacidad fiscal de los Estados distribuyendo el esfuerzo fiscal de forma justa y equitativa.
- Poner fin a la era de los para¨ªsos fiscales.
La calculadora nos ayuda a conocer mejor c¨®mo funcionan las desiguales sociedades latinoamericanas y, as¨ª, contribuye a luchar de forma m¨¢s efectiva por su transformaci¨®n democr¨¢tica. Se trata de conocer para transformar; en suma, de hacer del conocimiento un arma de lucha por un mundo mejor.
Tabla de equivalencia de monedas locales. 1.000 d¨®lares son en:
- Argentina = 15.000 pesos argentinos
- Bolivia = 6.900 bolivianos
- Chile = 665.000 pesos chilenos
- Colombia = 2.890.000 pesos colombianos
- Costa Rica = 550.000 colones
- Ecuador = 1.000 d¨®lares
- El Salvador = 1.000 d¨®lares
- Guatemala = 7.600 quetzales
- Honduras = 23.000 lempiras
- Panam¨¢ = 1.000 balboas
- Per¨² = 3.300 soles
- Rep¨²blica Dominicana = 46.000 pesos dominicanos
- Uruguay = 30.500 pesos uruguayos
- Venezuela = 18.000 bol¨ªvares
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