La guerrilla 'hipster' que toma el pelo a los simpatizantes del PP
Cuelan sus carteles ir¨®nicos en las manifestaciones de los populares, creen que Franco es 'kitsch', colaron una bandera espa?ola en el 15M y son los art¨ªfices del lema "Menos Podemos y m¨¢s torreznos". Hemos hablado con los 'ultrarracionalistas', una panda de provocadores vestidos de se?ores de otra ¨¦poca
Dicen los ultrarracionalistas que su fin es llevar al l¨ªmite las posibilidades de la realidad mediante el uso exclusivo de la raz¨®n, pero quiz¨¢s la mejor forma de definirlos sea a trav¨¦s de sus actos: acudir a una mani del 15M portando una bandera de Espa?a, llamar a Esperanza Aguirre fea (o algo as¨ª) o mandar a sus miembros m¨¢s hipsters (y de derechas) a una celebraci¨®n del PP delante de su sede en las pasadas elecciones.
Ahora han repetido escenario, repartiendo en la fiesta postelectoral de G¨¦nova algunas im¨¢genes de la "guerrilla gr¨¢fica" popular, recogidas en las redes sociales m¨¢s conservadores y reunidas en su ¨®rgano de expresi¨®n escrita, Homo Velamine.
?C¨®mo fue su experiencia la otra tarde en la sede del PP? ?Qu¨¦ pretend¨ªan?
"Los simpatizantes del PP podr¨ªan formar toda una guerrilla gr¨¢fica a la altura de 'Madrid con Manuela', pero no est¨¢n tan organizados"
Como siempre, muy buena. Los votantes de izquierdas piensan que quienes votan al PP son monstruos de tres cabezas, pero es gente muy c¨¢lida. Un detalle: al advertir que uno de nosotros ten¨ªa la mochila abierta, un se?or dijo que no nos preocup¨¢ramos, que probablemente ¨¦se era el sitio m¨¢s seguro de Espa?a. All¨ª repartimos entre los asistentes unos 100 carteles originales que simpatizantes del PP hab¨ªan posteado en redes sociales. Quer¨ªamos amplificar la voz del Pueblo m¨¢s all¨¢ de un simple voto en la urna, y que se viese que los votantes del PP tambi¨¦n son activos. De hecho, podr¨ªan formar toda una ¡°guerrilla gr¨¢fica¡± a la altura de ¡°Madrid con Manuela¡±, pero no est¨¢n tan organizados. Esperamos que esto sirva de impulso para organizarse si se celebran unos terceros comicios.
No era su primera vez. ?Qu¨¦ quer¨ªan aquellos hipsters del PP?
Parte de los integrantes de nuestro movimiento, el ultrarracionalismo, son hipsters, de modo que decidieron ¡°salir del armario¡± tras el spot que poco antes hab¨ªa presentado el PP. As¨ª que se lanzaron a G¨¦nova, en parte para reivindicar que los hipsters no son tan fr¨ªvolos como la gente piensa, y en parte para reivindicar los valores intr¨ªnsecos del Partido. Por eso elegimos el eslogan ¡°Menos Podemos y m¨¢s torreznos¡±, que creemos que sintetiza bien el programa pol¨ªtico del PP. De hecho sospechamos que ha inspirado su doctrina ¡°Empleo y Gol¡±, mucho m¨¢s inclusiva y optimista, y nos sentimos tremendamente orgullosos.
?Qu¨¦ es el ultrarracionalismo?
Es un movimiento que busca explorar la realidad hasta sus l¨ªmites mediante el uso de la raz¨®n. La premisa es llevar el sentido com¨²n hasta sus ¨²ltimas consecuencias, sin las limitaciones emocionales que a menudo lo empa?an, como un medio para la creaci¨®n art¨ªstica y el pensamiento. Tambi¨¦n creemos que con ¨¦l se puedan extraer conclusiones para el avance del mundo en el que vivimos.
?Y el Homo velamine?
Homo Velamine es el ¨®rgano del ultrarracionalismo, la revista pionera que difunde sus principios. El nombre obedece al estadio evolutivo al cual el ser humano se est¨¢ adentrando, ¡°el mono vestido¡±.
?Franco es kitsch?
"Hoy quienes reivindican a Franco lo vuelven kitsch, y lo mismo ocurre con la II Rep¨²blica"
?S¨ª! Es lo bueno del paso del tiempo: los fantasmas del pasado se vuelven kitsch. El kitsch es lo bello menos su contraparte fea, seg¨²n lo defini¨® Theodor Adorno, a¨²n cuando el resultado de esa polarizaci¨®n pueda resultar una parodia. Hoy quienes reivindican a Franco lo vuelven kitsch, y lo mismo ocurre con la II Rep¨²blica. Incluso ETA es kitsch, pero en sentido contrario, cuando dirigentes del Partido la comparan con la PAH o el aborto. El ¨²ltimo n¨²mero de Homo Velamine reivindica precisamente a Franco como figura kitsch, con collages maravillosos elaborados por franquistas del s.XXI.
Otra de sus actividades consisti¨® en manifestarse contra el mundo moderno. ?Qu¨¦ tiene de malo?
Preferimos responderle al contrario, con las ventajas del mundo antiguo: m¨¢s sosiego, menos ruido, menos humos, un mundo donde no reina la ordinariez, la bagatela ni el powerpointismo. Eso es lo que nos propusimos reivindicar, y para ello cortamos la Gran V¨ªa de Madrid, s¨ªmbolo de la novedad y la tendencia. Nos inspir¨® una pel¨ªcula de Edgar Neville, El ¨²ltimo caballo, en el que el protagonista, interpretado por Fernando Fern¨¢n-G¨®mez, corta esa misma calle al no poder usar su caballo con normalidad en un Madrid que comienza a estar infestado de autom¨®viles. Pero el impulso definitivo vino de parte de una de las musas del ultrarracionalismo, Esperanza Aguirre, ferviente defensora del mundo cl¨¢sico, que tambi¨¦n cort¨® parte de la Gran V¨ªa en una ocasi¨®n. Los lectores que lo deseen pueden apoyar la causa por el mundo antiguo en nuestra petici¨®n digital.
?C¨®mo fue su experiencia yendo a una manifestaci¨®n del 15M con una bandera espa?ola?
Fue una de las experiencias m¨¢s duras que hemos vivido como ultrarracionalistas. Creemos que una bandera no es m¨¢s que un s¨ªmbolo de ordenaci¨®n y entendimiento del mundo. Que usted quiere cambiar el idioma de una web, pues pincha en el icono de la bandera y ya. En cambio, en nuestro pa¨ªs la bandera es el campo de batalla de viejas pasiones kitsch. Por ello no nos disgusta Pablo Iglesias cuando la reivindica, y por ello lo hicimos nosotros mismos en una manifestaci¨®n del 15M. Pero lo cierto que que de los 46 minutos que estuvimos ah¨ª, los 45 primeros la llevamos escondida, avergonzados. Nos quemaba en la mochila. Y cuando por fin lo hicimos, el minuto que dur¨® fue entre insultos, hasta que un se?or nos la arranc¨® y la tir¨® lo m¨¢s lejos que pudo. Ni siquiera pudimos recuperar el palo de escoba que la portaba.
?C¨®mo le sent¨® a Esperanza Aguirre que la llamaran fea?
Estuvimos hablando con ella c¨¢ndidamente durante tres o cuatro minutos. Le explicamos nuestro proyecto, y c¨®mo su figura esa una influencia y un modelo para nosotras. Ella se defini¨® como "feminista de hechos", sobre todo en una ¨¦poca, cuando empez¨® en pol¨ªtica, en la que el feminismo no estaba tan en boga. Con respecto a FEA, creo que fuimos v¨ªctimas de una tomadura de pelo, ya que un colectivo feminista nos lo propuso, y no nos dimos cuenta de las siglas hasta despu¨¦s de habernos tomado la foto.
?El cu?adismo va a llegar? ?O ya est¨¢ aqu¨ª?
El cu?adismo es el presente de Espa?a, y se manifiesta fuertemente con la expresi¨®n ¡°Si es que la gente es idiota¡±, que todos nuestros compatriotas usan para referirse los unos a los otros por los m¨¢s diversos motivos: que gane tal o cual partido, enarbolar tal o cual bandera, utilizar o no tal complemento de autom¨®vil, etc. El cu?ado busca soluci¨®n, conocimiento y aceptaci¨®n del grupo de una forma r¨¢pida y eficaz que no le suponga muchos recursos vitales. Estamos hablando de una persona quijotesca por definici¨®n, con una moralidad de andar por casa en un mundo que no es el suyo.
?Qu¨¦ futuro le auguran a la Naci¨®n Espa?ola?
"Confiamos en que si de da una nueva guerra civil, ¨¦sta se luche con chistes de andaluces y vascos y art¨ªculos de broma que nos proporcione la UE, en lugar de panzers"
Somos optimistas pero a la vez cautos. A corto plazo, el nuevo Gobierno del PP, sabiamente elegido por nuestros mayores, asegura lo pulcro, lo serio y lo antiguo durante unos a?os m¨¢s. A m¨¢s largo plazo tenemos que enfrentarnos sin ambig¨¹edades al problema de la identidad en Espa?a. A falta de s¨ªmbolos que nos cohesionen como pa¨ªs, nuestro futuro com¨²n podr¨ªa construirse sobre los elementos de poder que que nos unen a todos los espa?oles sin importar procedencia, edad, o nivel social: el jam¨®n, el vino, las autopistas e infraestructuras rimbombantes, etc. Hasta que llegue ese momento, confiamos en que la Uni¨®n Europea y la tecnolog¨ªa nos conceda las herramientas necesarias para no matarnos entre nosotros mientras esperamos: aparatos con botones que cambien de color y hagan cosas cuando los toques, gin-tonics de ingredientes cambiantes, o una vibrante liga de f¨²tbol en la que los malos siempre pierdan. Y confiamos en que, si a pesar de todo se tiene que dar una nueva guerra civil, ¨¦sta se luche con chistes de andaluces y vascos y otros art¨ªculos de broma que nos proporcione la UE, en lugar de panzers.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.