Pintalabios corrido
Una violaci¨®n en el 'bois' de Boulogne de Par¨ªs, un infarto s¨²bito en los 'bridges' de Edimburgo o un crimen pol¨ªtico en la plaza Tiananmen. Esto es 'Punk'
Disparar fotos a tu novio haci¨¦ndose el muerto produce un extra?o placer adulto. Desordenar el entorno, eludir a la polic¨ªa secreta y a la buena gente, arrancarle el zapato, ensuciarle la ropa para que parezca un asesinato en un solar olvidado del muro de Berl¨ªn, una violaci¨®n en el Bois de Boulogne de Par¨ªs, un infarto s¨²bito en los bridges de Edimburgo o un crimen pol¨ªtico en la plaza Tiananmen. Esto es Punk. Sus rastros en el arte contempor¨¢neo (MACBA, versi¨®n ampliada, hasta el 22 setiembre). Una exposici¨®n necesaria, un ejercicio de comunicaci¨®n de cultura de resistencia. ?Qu¨¦ hay de nuevo? J¨®venes, a Johnny Rotten les remito: ¡°?Nunca os hab¨¦is sentido estafados?¡± (¨²ltimo concierto de los Sex Pistols, 1978). Crisis sist¨¦mica, moda por los recortes, antidise?o social, negaci¨®n de la realidad, (auto)destrucci¨®n an¨¢rquica, alienaci¨®n, fe¨ªsmo capilar, extrav¨ªo en el supermercado, desastrillos okupas, Gran Ganga en Panam¨¢ y terrorismo internacional.
Terminaban los setenta. Makoki se fugaba del frenop¨¢tico con los cables del electrochoque puestos, el Comandante Loperena y el Buitre Buitaker oteaban desde una torre de control torcida mientras Anarcoma, reina de la noche, iba a la suya. My way: punk Marie Claire, sin crestas ni imperdibles perfor¨¢ndome las mejillas, lejos de la hero¨ªna y del pogo violento de mis primos, fornidos waterpolistas, practicaban en los conciertos. Me hubiera roto la crisma sin redimir mi rabia adolescente. Yo era fan de los Clash; eran menos nihilistas que los Sex Pistols. La coherencia Pistols era la anarqu¨ªa, el suicidio, el asesinato y la sobredosis: no future. La de los Clash, la revoluci¨®n, la llamada, el rock y el compromiso: Sandinista. Fracaso. Tentaci¨®n Talking Heads: confesarme psic¨®tica perdida, creer que en el cielo no pasa nada y quemar la casa.
?Y ahora? Hay quien sigue disparando. Hay quien parasita la escena del crimen esperando a los forenses, como los espectadores de las series polic¨ªacas. Hay quien se muda a otro silencio inadaptado para escucharse ¨²nicamente a s¨ª mismo, omitiendo. Hay quien esconde su esperanza para huir del aullido interminable. Quien mantiene su armario vital intacto: negros, actitud y cadenas, cuerpo herido, esp¨ªritu cr¨ªtico, rupturas, deseo, sexualidad y b¨²squeda. Huellas indomables de una furia estilosa. Un cable vivo toma tierra. Yo riego las flores hippies en mi jard¨ªn escondido. Todav¨ªa quiero ir a ?frica, como Nina Hagen, posar mis pies descalzos sobre la Tierra y dar gracias. Por todo. Por nada. Gorgorito salvaje. Por la revoluci¨®n de la revoluci¨®n. Contra el hambre y la ablaci¨®n¡
?Cuc¨²! ?Iros a paseo hermanos! ?Qu¨¦ poco hab¨¦is ayudado!
@patriciasoley
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