De un Vaticano italianizado a un Papa argentinizado
Los manejos poco claros de la fundaci¨®n Scholas Ocurrentes salpican a Bergoglio
Hace cuatro a?os, las guerras internas que arruinaron el pontificado de Benedicto XVI ¨Caquel nido de cuervos que trataban de repartirse en vida la t¨²nica de un Papa anciano y sin car¨¢cter¡ª sacaron de nuevo a la luz los peligros de un Vaticano demasiado italianizado. De hecho, en la decisi¨®n del papa Francisco de renunciar al apartamento pontificio y a las largas vacaciones en Castel Gandolfo subyac¨ªa el intento de no dejarse aislar. Jorge Mario Bergoglio no quer¨ªa que nadie en la curia romana se pudiese arrogar el control de acceso al Papa por el mismo m¨¦todo ¡ªfavor con favor se paga¡ª con el que se conced¨ªan tarjetas para comprar en el economato o cuentas en el banco del Vaticano, ese para¨ªso (fiscal) a orillas del T¨ªber. Bergoglio decidi¨® vivir en la residencia de Santa Marta y que practicamente cualquiera pudiera tener acceso a ¨¦l. El problema es que, a d¨ªa de hoy, est¨¢ por ver si el remedio es mejor que la enfermedad. Desde hace tres a?os, el destino preferido de cualquier pol¨ªtico o personaje p¨²blico argentino es el Vaticano, y pr¨¢cticamente ninguno de los que logran intercambiar un par de palabras con el Papa se resisten a comentar a su regreso: ¡°El Papa me ha dicho...¡±. Si hace cuatro a?os la preocupaci¨®n era un Vaticano demasiado italianizado, ahora la alarma llega ante un Papa demasiado presente ¡ªmuchas veces a su pesar¡ª en los tejemanejes argentinos.
La situaci¨®n pas¨® a mayores a mediados de junio. Bergoglio envi¨® una carta a Jos¨¦ Mar¨ªa del Corral y Enrique Palmeyro, responsables de Scholas Ocurrentes, una fundaci¨®n impulsada por el pont¨ªfice para promover la educaci¨®n, en la que les conminaba a rechazar una donaci¨®n del Gobierno de Mauricio Macri por valor de 1,2 millones de d¨®lares. ¡°Tengo miedo¡±, les advert¨ªa el Papa, ¡°de que empiecen a resbalar en el camino hacia la corrupci¨®n. Es un camino que mata¡±.
Justo un mes despu¨¦s se sabe que Scholas Ocurentes tambi¨¦n pudo haber hecho mal uso de una subvenci¨®n del Gobierno de Cristina Fern¨¢ndez.
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