A favor de la Filosof¨ªa
No debemos confundir la disciplina con la organizaci¨®n administrativa
La pol¨¦mica de la filosof¨ªa
?Por qu¨¦ sobra la filosof¨ªa? Por Fernando Savater y Jos¨¦ Luis Pardo
Nadie quiere a los fil¨®sofos Por Yordi Llovet
Las humanidades fabrican in¨²tiles Por Alejandro Prada V¨¢zquez
No, la Filosof¨ªa no sobra. La respuesta a la pregunta que hacen Fernando Savater, Jos¨¦ Luis Pardo y otros insignes fil¨®sofos en EL PA?S del viernes 1 de julio, es clara y contundente: necesitamos la Filosof¨ªa. Creo que el ¡°m¨¢s Plat¨®n y menos Prozac¡±, el ¡°pensar antes de hablar¡± son hoy, donde la inmediatez, el v¨¦rtigo de la velocidad y los titulares marcan nuestros ritmos, m¨¢s importantes que nunca. No hay oscuros prop¨®sitos para acabar con la Filosof¨ªa en la Complutense, una disciplina, metodol¨®gicamente diferenciada y con el mismo estatuto cient¨ªfico que otras y, desde luego, no menos importante que ellas.
El Plan de Reestructuraci¨®n de la Complutense habla de otra cosa y as¨ª como no conviene confundir el contenido con el continente, ni la calidad de un objeto con la del envoltorio que lo contiene, no debemos confundir una disciplina con la organizaci¨®n administrativa y acad¨¦mica de la Universidad. Algo no hemos conseguido explicar adecuadamente cuando tan ilustres y respetados pensadores piensan que la Filosof¨ªa puede verse amenazada, y les agradezco la oportunidad de intentar arrojar un poco de luz sobre el asunto.
Coincido plenamente en que el objetivo fundamental de la Universidad es la ense?anza y la investigaci¨®n. Por eso sorprende la extraordinaria atenci¨®n que se presta a la estructura externa, al ¡°envoltorio¡±. Las preguntas importantes son: ?D¨®nde est¨¢n hoy los mejores fil¨®sofos de nuestro pa¨ªs y del mundo? ?Qu¨¦ podemos hacer para traerlos a la Complutense? Algunos de los firmantes del art¨ªculo del 1 de Julio conocen bien mi preocupaci¨®n, y mis iniciativas, en torno a estas cuestiones. ?C¨®mo mejoramos la investigaci¨®n en Filosof¨ªa en la UCM? ?La estructura que tenemos nos ayuda a ello?
La Filosof¨ªa existe en casi todas las Universidades del mundo, pero en muchas de ellas no hay una Facultad de Filosof¨ªa. En Harvard existe un Departamento de Filosof¨ªa en la Faculty of Arts and Sciences (exactamente igual que ocurre con Matem¨¢ticas, por cierto). Lo mismo ocurre en Stanford, donde el departamento de Filosof¨ªa se encuadra en la School of Arts and Humanities, o en Berkeley. Cambridge y Oxford sustituyen el departamento por la Facultad de Filosof¨ªa, encuadrada en la Escuela de Artes y Humanidades. En la Sorbona, la Filosof¨ªa constituye una UFR (Unidad de Formaci¨®n e Investigaci¨®n) que sustituye a la Facultad y al Departamento. En La Sapienza (Roma) existe una Facultad de Filosof¨ªa y Letras integrada por ocho departamentos, uno de los cuales es el de Filosof¨ªa. Tambi¨¦n en la Humboldt (Berl¨ªn), el departamento de Filosof¨ªa es uno de los que integran la Facultad de Artes y Humanidades I. Como se va viendo, los modos de organizaci¨®n son diversos, pero pr¨¢cticamente todos tienen una cosa en com¨²n: la Filosof¨ªa constituye una ¨²nica estructura (normalmente llamada departamento) que suele encuadrarse en una estructura m¨¢s amplia, en forma de Facultad o Escuela de Artes y Humanidades.
La Filosof¨ªa existe en casi todas las Universidades del mundo, pero en muchas de ellas no hay una Facultad de Filosof¨ªa
En nuestra propuesta, en lo referente a Filosof¨ªa, el cambio que planteamos es tan ¡°revolucionario¡± que podr¨ªa pasar desapercibido para cualquier alumno o profesor. Ninguna titulaci¨®n se ve alterada, los planes de estudio siguen siendo los mismos, los alumnos van a cursar las mismas asignaturas, en las mismas aulas, con los mismos profesores, que van a seguir en sus mismos despachos. Lo que proponemos es crear una Facultad de Filolog¨ªa y Filosof¨ªa (o viceversa, u otro nombre) que a¨²ne las actuales Facultades de Filosof¨ªa y Filolog¨ªa. Parece un juego de palabras pero no lo es. No se trata, por tanto, de cerrar la Facultad de Filosof¨ªa para transformarla en un Departamento de Filosof¨ªa dentro de una Facultad de Filolog¨ªa.
Pero, efectivamente, el cambio supone transformaciones organizacionales importantes: una ¨²nica Junta de Facultad, reducci¨®n de cargos acad¨¦micos y una estructura organizativa ¨²nica de varios servicios, ahora duplicados, a pocos metros unos de otros. Lo cual permitir¨¢ dedicar recursos administrativos y docentes a necesidades ahora sin atender, o hacer una gesti¨®n m¨¢s racional de los espacios, evitando que aulas o laboratorios por estar asignados a una facultad o departamento puedan estar sin utilizar al 100%, mientras que en otros existen necesidades.
Los n¨²meros sirven para medir e introducir indicadores que ayuden a una mejor organizaci¨®n y, de paso, a una distribuci¨®n m¨¢s equitativa del trabajo y los recursos. Se nos achaca que la propuesta de reestructuraci¨®n supone un ahorro de apenas un 1% del presupuesto de la Universidad y que a¨²n no hay una memoria econ¨®mica exhaustiva. La habr¨¢. Pero ese ¡°apenas¡± 1% de ahorro son 5 millones de euros. Nada menos que el coste de 100 catedr¨¢ticos de Universidad. O de 200 contratos pre o posdoctorales. Recursos que podremos reinvertir en docencia e investigaci¨®n y que ahora se van en gastos de administraci¨®n y organigrama.
El proyecto supone un ahorro del 1% del presupuesto de la Universidad: cinco millones de euros (el coste de 100 catedr¨¢ticos)
Pero volvamos al ¨¢mbito acad¨¦mico, que es, sin duda, lo m¨¢s importante. La preocupaci¨®n natural, que comparto, es c¨®mo compaginar el hecho de vivir en estructuras m¨¢s amplias, con que la toma de decisiones, la planificaci¨®n de lo relativo a la Filosof¨ªa, sea hecha, esencialmente, por los fil¨®sofos. Contamos con ello, est¨¢ contemplado en la propuesta y ser¨¢ objeto de desarrollo. Es cuesti¨®n de definir claramente c¨®mo y qui¨¦n tiene las competencias para las decisiones pertinentes.
Por supuesto que no se pretende que los especialistas en ¨¦tica impartan literatura, o los fil¨®logos ingleses den clases de italiano. A nadie se le ocurrir¨ªa. Pero, eso no significa que ¨¢reas afines no puedan convivir en una misma estructura departamental que, entre otras cosas, incite al di¨¢logo. La configuraci¨®n de muchos de los grados, m¨¢steres y doctorados actuales podr¨ªa haber presentado una estructura m¨¢s transversal, interdepartamental e internacional, que mejorar¨ªa a¨²n m¨¢s la calidad de los estudios. Mi experiencia es que la excesiva compartimentaci¨®n en que vivimos (heredera de las obsoletas ¨¢reas de conocimiento y de nuestra historia anterior) resta capacidad de atracci¨®n de talento externo, reproduce esferas y escuelas de pensamiento a veces poco abiertas y desatiende las necesidades que surgen en los temas que caen en la frontera de dos departamentos y, por lo tanto, en ninguno. Por ejemplo, todos defendemos la importancia de la Historia de las Matem¨¢ticas en la formaci¨®n de los estudiantes y, en s¨ª misma, como objeto de investigaci¨®n. Pero, ning¨²n departamento va a ¡°sacrificar¡± una de las plazas de su ¨¢rea para dotar una plaza en Historia. Seguramente, la situaci¨®n cambiar¨ªa si hubiera un ¨²nico departamento de Matem¨¢ticas. Imagino que otro tanto ocurrir¨¢ en otras disciplinas donde surgir¨¢n nuevos ¨¢mbitos derivados de las nuevas tecnolog¨ªas, del vuelo de los drones o del derecho de los mercados financieros, por ejemplo, con ramificaciones en varias ¨¢reas pero que no caen plenamente en ninguna y terminan no existiendo.
Termino como empec¨¦. Todo mi aprecio, valoraci¨®n y defensa de la Filosof¨ªa. Pero estamos hablando de otra cosa: de dise?ar c¨®mo organizarnos acad¨¦mica y administrativamente. Queremos hacerlo con el m¨¢ximo sentido institucional y escuchando a la comunidad universitaria. Sin excluir ninguna posibilidad ni siquiera la de avanzar hacia una ¨²nica Facultad de Ciencias, otra de Humanidades, etc. si pareciera m¨¢s conveniente. De momento el debate est¨¢ sobre la mesa y, en particular, se habla de las ense?anzas de Filosof¨ªa en la Complutense, en la que hay magn¨ªficos fil¨®sofos. Por eso, animo a todos los estudiantes interesados en la Filosof¨ªa a matricularse en la UCM. Como ven, dinamismo y dial¨¦ctica no le faltan.
Carlos Andradas es rector de la Universidad Complutense.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.