Despu¨¦s de Obama
El presidente de Estados Unidos ser¨¢ recordado por salvar la econom¨ªa y evitar otra Gran Depresi¨®n
Qu¨¦ pasar¨¢ con Estados Unidos y Europa despu¨¦s de Obama? EE?UU vive en una especie de tierra de nadie: grandes transformaciones sin un suelo estable, ausencia de un proyecto claro de pa¨ªs. No es un declive ¡ªah¨ª sigue su ventaja econ¨®mica, militar, tecnol¨®gica, demogr¨¢fica, sus m¨²ltiples redes de influencia¡ª, pero tampoco un auge y exceso de confianza. Obama intent¨® encontrar un sitio para EE?UU en el siglo XXI: reparar el sistema financiero, crecer sosteniblemente, o cambiar por completo su forma de relacionarse con el mundo. Ha situado a EE?UU en la direcci¨®n correcta, pero no ha obtenido ning¨²n logro irreversible.
Otros art¨ªculos del autor
Este presidente y su equipo ser¨¢n recordados por salvar la econom¨ªa y evitar otra Gran Depresi¨®n. EE?UU crece en torno al 3% y el desempleo ha ca¨ªdo por debajo del 5%, cifras que son la envidia de Europa. Despuntan la rob¨®tica, la aeron¨¢utica o los empleos verdes, pero muchos de los nuevos empleos son precarios y las viejas infraestructuras pesan como una losa. La reforma de Wall Street nunca se culmin¨® con los bancos demasiado grandes o los derivados de alto riesgo.
La agridulce gesti¨®n econ¨®mica se ha traducido en frustraci¨®n social. Los Bernanke o los Geithner perdieron la pol¨ªtica, y la mayor¨ªa Dem¨®crata en el Congreso se esfum¨® en las elecciones midterm de noviembre de 2010. Desde entonces millones de perdedores blancos se mueven sin rumbo entre mensajes extremos. La Gran Recesi¨®n dio paso a la Gran Desigualdad. Es el 1% que acapara el 40% de la riqueza frente al 99%, en un pa¨ªs con las mayores diferencias en rentas salariales de la OCDE y grandes brechas territoriales. Es la exclusi¨®n de latinos, negros o estudiantes millennia endeudados. Todo ello, en medio de la sangr¨ªa cotidiana de las armas de fuego. Aunque Obama luch¨® contra todo eso, su ¨²nico gran ¨¦xito fue introducir una cobertura sanitaria universal.
La Gran Polarizaci¨®n social ha agravado el deterioro institucional. El bloqueo republicano de las reformas ¡ªmigratoria, sanitaria, financiera, educativa¡ª llev¨® a Obama a hacer un uso agresivo de sus poderes ejecutivos. El descr¨¦dito del sistema alcanz¨® al Tribunal Supremo, cuyo fallo del Citizens United abri¨® las puertas al dinero ilimitado para las campa?as y a los SuperPAC. En la pr¨®xima legislatura, el perfil ideol¨®gico del nuevo juez del Supremo ¡ªpendiente de nombramiento¡ª marcar¨¢ la direcci¨®n en asuntos cr¨ªticos: modelo energ¨¦tico, grandes corporaciones, armas, aborto, drogas o matrimonio homosexual.
El bloqueo republicano de las reformas ¡ªmigratoria, sanitaria, financiera, educativa¡ª llev¨® a Obama a hacer un uso agresivo de sus poderes ejecutivos
Estas enormes corrientes dom¨¦sticas han terminado invadiendo una esfera reservada al establishment: la pol¨ªtica exterior. Obama ha comprendido hasta qu¨¦ punto el liderazgo norteamericano necesita transformarse. A pesar de los errores, su Administraci¨®n busc¨® una v¨ªa pragm¨¢tica y multilateral en medio de turbulencias regionales y vac¨ªos de poder en Egipto, Libia, Siria, Ucrania, el mar meridional de China, o Venezuela; tambi¨¦n abri¨® nuevas oportunidades con Ir¨¢n y Cuba. Sin embargo, los megatratados comerciales con el Pac¨ªfico y Europa ¡ªTPP y TTIP¡ª han tenido un efecto boomerang en un momento de profunda crisis social, despertando al fantasma del nacionalismo econ¨®mico del make America Great again.
Europa, ensimismada en sus crisis del euro o de los refugiados, no ha reparado lo suficiente en cu¨¢nto ha cambiado EE?UU, y hasta qu¨¦ punto estamos viviendo vidas paralelas. Obama, quiz¨¢ el presidente de valores m¨¢s europeos, no ha comprendido la UE. La crisis del euro pudo ser una ocasi¨®n para sellar otra alianza hist¨®rica similar a la del siglo XX; pero ha faltado un gran proyecto pol¨ªtico. Los europeos han sido poco m¨¢s que unos socios de la OTAN o la suma de Berl¨ªn, Par¨ªs y Londres. Y el interlocutor, la canciller alemana Merkel, precisamente quien impuso una letal austeridad. La UE tampoco ha estado a la altura y ahora tiene que curarse las heridas del Brexit: ?se har¨¢ cargo Washington de recomponer una visi¨®n transatl¨¢ntica com¨²n? La UE ¡ªy Espa?a tambi¨¦n¡ª solo podr¨¢n evitar la irrelevancia si se hacen valer frente a su socio retomando la iniciativa.
En La democracia en Am¨¦rica, Alexis de Tocqueville atribuy¨® a los norteamericanos la ¡°facultad de cometer faltas reparables¡±. Europa y EE?UU deben reflexionar sobre las grandes reformas pol¨ªticas que necesitamos; repensar la globalizaci¨®n, las ra¨ªces de nuestra desorientaci¨®n, la tierra de nadie que compartimos.
Vicente Palacio es autor de Despu¨¦s de Obama: Estados Unidos en tierra de nadie (La Catarata, 2016) y director del Observatorio de Pol¨ªtica Exterior de la Fundaci¨®n Alternativas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.