?Est¨¢s embarazada? No, tengo barriga
Qui¨¦n me iba a decir a m¨ª que tendr¨ªa yo algo en com¨²n con Jennifer Aniston
Qui¨¦n me iba a decir a m¨ª que tendr¨ªa yo algo en com¨²n con Jennifer Aniston. Toda la vida mir¨¢ndola de reojo por lo ideal que est¨¢ siempre esta chica por no hablar de la envidia que recorri¨® todo mi serrano cuerpo el d¨ªa, tiempos ha, que Brad Pitt le dio el S¨ª, quiero. Ella, tan guapa, tan famosa, tan ideal y taaaaaaan delgada siempre, resulta que se acaba de manifestar m¨¢s que harta porque siempre que le hacen una foto en la que le sale un poquito de barriga, le endosan el consabido embarazo. Vaya, resulta que la muchacha es mortal. Ni m¨¢s ni menos que tantas otras ciudadanas de la tierra. Que, vaya por Dios, si eso es tener barriga que venga Dios y lo vea. Entonces ?qu¨¦ tenemos las que de verdad s¨ª somos barrigonas?
Yo creo que la ¨²ltima vez que tuve la barriga plana tendr¨ªa m¨¢s o menos unos 16 a?itos. A?o arriba o abajo, que tampoco es plan de ponerme a torturarme. Ni en mis a?os frescos y lozanos de la veintena goc¨¦ yo de esas tripas de anuncio que parecen lustrosas para lavar la ropa en los pilones de los pueblos. Y eso que no superaba la talla 40 , pero la barriga, eso s¨ª, siempre ha estado ah¨ª. Primero llegaba ella y, a continuaci¨®n, servidora. De nada me serv¨ªa tener un estupendo culo as¨ª como cubano (que todav¨ªa conservo, oigan) ni estrecha cintura o tobillos finos que lucen la mar de bien. Si tienes barriga, o barriguita, me da igual, no hay tregua, ya la ropa no queda igual de bien. Ni qu¨¦ decir tiene que soy abonada number one a todo trapo que disimule esa ligera imperfecci¨®n y Escarlata O?Hara, para mi gusto, no iba suficientemente bien enfajada.
De las pocas cosas que me gustaron de estar embarazada fue justamente esa: tener barriga, esas veces, con una causa aceptada, m¨¢s bien que mal, por los dem¨¢s. Oye qu¨¦ gusto no tener que andar metiendo tripa con lo que eso cansa, qu¨¦ pasada no solo meterla sino hacer incluso esfuerzos para que se note bien que es que est¨¢s embarazada. Vamos que no creo ser la primera que se ha plantificado la primera blusa pre mam¨¢ con dos faltas. Ni siquiera mi ginec¨®loga, muy paciente ella, me dio la raz¨®n: No, nena, esa barriga no es del beb¨¦ que es que no mide ni 5 cent¨ªmetros Ser¨¢ el l¨ªquido amni¨®tico, entonces, resolv¨ª. O los bocatas a las 2 de la ma?ana, m¨¢s bien, me respondi¨®. Ser¨¢.
Y es que las que nacimos barrigonas vivimos y viviremos siempre con la eterna dieta a las espaldas o resoplando haciendo otra tabla m¨¢s de abdominales en busca del tesoro perdido. Y qu¨¦ desaz¨®n cuando al mes ya te cansas, y que encima ya no solo est¨¢s igual de gordita , sino que adem¨¢s ahora te cae el sanbenito de floja. Lecci¨®n aprendida. A partir de ahora si hago dieta y deporte ser¨¢ en secreto.
Dec¨ªa mi madre que con los embarazos iba mi cuerpo a sufrir un cambio, una transformaci¨®n de metabolismo, imaginaba la buena se?ora. No pod¨ªa ir peor encaminada. A la siempre incipiente barriguita se le a?adi¨® una especie de rotura de los poco trabajados abdominales que han hecho el resto. Y ?cu¨¢l es la consecuencia m¨¢s inmediata? Pues que hay d¨ªas, unos mejores que otros que parece que est¨¢s pre?ada de cuatro meses. O de gemelos. O ambas cosas a la vez. Y encima la man¨ªa de los dise?adores de hacer pantalones de cadera baja, justamente el dise?o que m¨¢s acent¨²a una barriguilla prominente en lugar de los de cintura alta que son los que m¨¢s disimulan. ?Man¨ªa tienen!
Y entonces es cuando a ese drama le unes el de que te lo pregunten los dem¨¢s: ?Est¨¢s otra vez embarazada? Que ya no sabes que te molesta m¨¢s si la pregunta o el ¡°otra vez¡±, como si se hubieran reprimido la palabra ¡°CO-NE-JA¡± a continuaci¨®n. Pero oigan que lo peor no es eso, lo peor es que yo encima tambi¨¦n a veces he metido la pata porque soy yo de naturaleza muy prudente y hubiera jurado que esa barriga redondita tan mona solo puede ser fruto de un estado de buena esperanza y no de habernos pasado con las pizzas. ?Qu¨¦ horror cuando te contestan que no y encima te abroncan, y con raz¨®n! Tierra tr¨¢game.
Es hora de asumirlo. A las que tenemos barriga, digo. Que ni esa dieta va a funcionar, por fin ni de co?a, que no vamos a ser jam¨¢s de los jamases como esas estupendas que se ponen justo delante de la toalla de tu marido con su talla 36 y sus pechos turgentes se?alando El Pe?¨®n, a echarse la crema sobre esa piel sin un gramito de grasa, celulitis y otras impertinencias varias. S¨ª, no lo estoy ocultando, me dan cochina envidia. ?Qu¨¦ le vamos a hacer? Y no, no me consuela pensar esa chorrada de que es porque no han tenido hijos porque las hay con hasta cinco que siguen estando como diosas. Miren si no a Heidi Klum que no solo sigue estupenda , sino que encima siempre sale en las fotos riendo, como las modelos que comen ensaladas que no s¨¦ c¨®mo se pueden re¨ªr tanto con esos platos tan tristes delante.
En fin que dicen que madurar es cuesti¨®n de aceptarse como uno es as¨ª que la pr¨®xima vez que me pregunten si estoy embarazada dir¨¦ sin rubor alguno: No, estoy gorda. As¨ª, sin m¨¢s. ?Y qu¨¦?
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