¡°Comentarios m¨¢s crueles que la crueldad contra los animales¡±
Varios lectores opinan sobre las reacciones a la muerte del torero V¨ªctor Barrio
Estos d¨ªas se han comentado en medios y redes sociales, las impresentables declaraciones de algunos que han vertido comentarios sobre la muerte de un torero; comentarios mucho m¨¢s crueles que la crueldad contra los animales que ellos critican. Este tipo de personas me indigna, hacen un flaco favor a los que desde la sensatez y la ¨¦tica somos antitaurinos y estamos en contra de las salvajadas contra los animales, una de ellas, especialmente emblem¨¢tica, ha sido prohibida recientemente. No se puede perder el norte de esta manera, ya que las personas siempre deben estar por encima de los animales, con independencia de que ¨¦stos merezcan nuestro respeto. Tambi¨¦n leo que es costumbre sacrificar a la ¡°familia¡± del toro que ha matado a un torero, pues bien, mi ¨¦tica me hace criticar igualmente este rito ¡°at¨¢vico¡± de sacrificar a la ¡°familia¡± del pobre animal que involuntariamente acab¨® con una vida humana. Es una venganza ancestral sin ning¨²n sentido. Nuestra raz¨®n s¨®lo puede ser la cultura y el convencimiento, nunca el odio o el rencor, pongamos sensatez en todo esto.¡ª Bernardo Asensio Colino. Madrid.
Muere un matador y se desata la c¨®lera en las redes sociales. Desde los que lo consideran un h¨¦roe hasta los que se regocijan de su muerte. El odio se expande por Espa?a, los ¡°defensores de la vida¡± que se r¨ªen por esta fatalidad contra los ¡°amantes de los animales¡± que disfrutan cada semana en su plaza de toros, todo entre comillas porque ninguno de ellos hacen gala de lo que presumen. Ya lo dijo Juan Ram¨®n Jim¨¦nez hace d¨¦cadas: ¡°Herido est¨¢ de muerte el pueblo que con sangre se divierte¡±. Espa?a est¨¢ herida, es un hecho, la arena de las plazas sigue torn¨¢ndose de rojo, de sangre, de muerte, esperemos que pronto deje de sangrar.¡ª Marta Ruiz L¨®pez. Granada.
Si me pinchan, no sangro. Me he quedado petrificado leyendo algunos de los comentarios insultantes publicados en la red y dedicados a denigrar la memoria del torero V¨ªctor Barrio. Entre toda esta basura digital, me ha llamado la atenci¨®n por su especial crueldad la que ha escrito un impresentable que, para m¨¢s enjundia, se autodefine como ¡°educador¡±. Tengo el convencimiento de que el maestro en cuesti¨®n tuvo que sufrir alg¨²n tipo de arrebato que le ofusc¨® moment¨¢neamente sus facultades, porque no me cabe en la cabeza que alguien en su sano juicio pueda regocijarse de la muerte de otro ser humano y encima vejar a su viuda en los t¨¦rminos que ¨¦l lo hizo. El ¡°educador¡± tuitero, y toda la tropa de descerebrados que han vomitado su bilis antitaurina en t¨¦rminos parecidos, saben que en una sociedad civilizada uno puede mostrar su desacuerdo sobre el trato dado a los animales durante las corridas, pero lo que no tiene cabida es comportarse como bestias para demostrar su solidaridad con los astados. Sencillamente repugnante.¡ª Ignasi Castells Cuixart. La Garriga (Barcelona).
Tras la tr¨¢gica muerte del torero V¨ªctor Barrio se han sucedido multitud de tuits en las redes sociales celebrando la muerte del diestro segoviano. Se han dicho y escrito aut¨¦nticas barbaridades, algunas de las cuales est¨¢n siendo investigadas por la fiscal¨ªa y la Guardia Civil por si fueran constitutivas de un delito de incitaci¨®n al odio. En mi modesta opini¨®n, claramente lo son. Utilizar las redes sociales o cualquier otra plataforma, digital o no, para lanzar mensajes ofensivos, muchas veces desde el anonimato, no deber¨ªan quedar impunes. Ante estos nauseabundos comentarios, solo cabe la repulsa m¨¢s rotunda y contundente. Se puede ser antitaurino y estar en contra de la fiesta de los toros, como quien suscribe estas l¨ªneas, sin desear la muerte de nadie. Me parece tremendo que haya quien anteponga la vida de un animal, por leg¨ªtima que esta sea, a la de un ser humano. Aplaudir o mofarse la muerte de una persona es de ser un indeseable. No voy a reproducir la cantidad de salvajadas que se han dicho del torero V¨ªctor Barrio y de su viuda, pero son absolutamente reprobables y est¨¢n fuera de lugar. No entiendo c¨®mo se puede albergar tanto odio y tanto rencor, por parte de quienes dicen defender a los animales. Quiero aprovechar estas l¨ªneas para mandarle mis condolencias m¨¢s sinceras a la viuda y a sus familiares y amigos.¡ª Patricio Sim¨®. Valencia.
La elecci¨®n de centro educativo es un derecho inalienable de los padres, derecho ninguneado por la divisi¨®n en zonas insalvables y contra la cual muchos venimos reclamando. Como para echar una mano a esta reivindicaci¨®n, un maestro valenciano ha comentado la muerte del torero V¨ªctor Barrio en estos t¨¦rminos: ¡°se alegra mucho de su muerte¡±, ¡°hoy es un d¨ªa alegre para la humanidad¡± y comentarios claramente peores. Al mismo tiempo de exigir al presidente Puig la destituci¨®n de este ¡°educado¡± Maestro, exijo tambi¨¦n la restituci¨®n de distrito ¨²nico para cada Comunidad, que nos ponga a los padres a cubierto de un premio gordo como ¨¦ste.¡ª Amparo Tos Boix. Valencia.
Confieso humildemente que no me gustan los toros o, para ser m¨¢s exactos, no me gustan las barbaridades que se cometen con los toros. Porque el toro, como ser vivo, es uno de los animales m¨¢s bonitos de la creaci¨®n. ?Soy antitaurino? No. No me gustan los espect¨¢culos con toros, ni con animales en general y, por ello, ni acudo a corridas de toros ni voy a circos que exhiban animales haciendo cosas impropias de su naturaleza. Pero no despotrico de aquellos que son aficionados a una cosa u otra. Cada cual es muy libre de ir al espect¨¢culo que prefiera. Ese tipo de espect¨¢culos desaparecer¨¢ el d¨ªa en el que la gente deje de acudir. En mi ciudad natal, con m¨¢s de 40.000 habitantes, hace 50 a?os que no se celebran corridas de toros. Dej¨® de ser negocio por falta de afici¨®n. Por todo ello esos comentarios aparecidos en las redes sociales con motivo de la reciente muerte de un torero en la plaza me parecen detestables, indignos y perseguibles por la justicia, y demuestran la categor¨ªa (poca) moral de quienes los han escrito.¡ª Jos¨¦ Ignacio Angulo Merino. Burjassot (Valencia).
A pesar de que el toro se enfrenta a su ¡°rival¡± en desigualdad de condiciones, a veces es el torero el que acaba herido de muerte. Aunque muchos espa?oles no fuimos coet¨¢neos de Manolete, lo recordamos como a cualquier otro personaje hist¨®rico de la pasada centuria; es m¨¢s, conocemos el nombre de su ¡°asesino¡± y la plaza donde sucedi¨® el desenlace. He escuchado, que morir en la plaza, es morir con honor, tanto para el torero, como para el animal. Muchos de los que nacimos en los 60, fuimos a la plaza cogidos de la mano de nuestros padres; una vez mayores, cada cual ha decidido si contribuir al espect¨¢culo o, apartarse de ¨¦l. Yo me posicion¨¦ por no ir, no dir¨¦ que respeto al que acude, aunque le tolero. Solamente, pienso que los toreros son una ¨¦lite por pertenecer a una profesi¨®n a la que se accede por m¨¦ritos personales; como en tantas otras, adaptarse a los nuevos tiempos, no les ser¨ªa tarea dif¨ªcil.¡ª Jos¨¦ Solano Mart¨ªnez. Cartagena (Murcia).
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