Un Departamento de Filosof¨ªa en una Facultad de Filolog¨ªa
La imitaci¨®n de lo que ocurre en otros pa¨ªses y el pensamiento economicista pueden llevar a la desaparici¨®n de las facultades de Filosof¨ªa
Perm¨ªtaseme hacer algunas observaciones al art¨ªculo de Carlos Andradas "A favor de la filosof¨ªa". Es tan llamativo como habitual el recurrir a lo que sucede en otros pa¨ªses de Europa, e incluso Estados Unidos, cuando se trata de defender algo que interesa llevar a cabo, y olvidarse de otras cosas, que tambi¨¦n tienen lugar en la Uni¨®n Europea y en EE. UU. que nos beneficiar¨ªan mucho m¨¢s. Recuerdo al respecto la oposici¨®n a la c¨®moda y est¨¦ril pr¨¢ctica de limitarse a copiar lo ajeno, que ya Ortega y Gasset expresara en 1930. Merece la pena reproducir algunas de sus palabras, extra¨ªdas de Misi¨®n de la Universidad:
La pol¨¦mica de la filosof¨ªa
?Por qu¨¦ sobra la filosof¨ªa? Por Fernando Savater y Jos¨¦ Luis Pardo
Como se lee a Plat¨®n Por C¨¦sar Rendueles
Nadie quiere a los fil¨®sofos Por Yordi Llovet
Las humanidades fabrican in¨²tiles Por Alejandro Prada V¨¢zquez
A favor de la filosof¨ªa Por Carlos Andradas
Filosof¨ªa imprescindible Por Adela Cortina
El pensamiento es caro Por Amelia Valc¨¢rcel
"Una instituci¨®n es una m¨¢quina, y toda su estructura y funcionamiento han de ir prefijados por el servicio que de ella se espera. En otras palabras: la ra¨ªz de la reforma universitaria est¨¢ en acertar plenamente con su misi¨®n. Todo cambio, adobo, retoque de esta nuestra casa que no parta de haber revisado previamente con en¨¦rgica claridad, con decisi¨®n y veracidad, el problema de su misi¨®n, ser¨¢n penas de amor perdidas. [...] No censuro que nos informemos mirando al pr¨®jimo ejemplar; al contrario, hay que hacerlo; pero sin que ello pueda eximirnos de resolver luego nosotros originalmente nuestro propio destino. Con esto no digo que hay que ser "castizo" y dem¨¢s zarandajas. Aunque, en efecto, fu¨¦semos todos ¡ªhombres o pa¨ªses¡ªid¨¦nticos, ser¨ªa funesta la imitaci¨®n. Porque al imitar eludimos aquel esfuerzo creador de lucha con el problema que puede hacernos comprender el verdadero sentido y los l¨ªmites o defectos de la soluci¨®n que imitamos. Nada, pues, de "casticismo", que es, en Espa?a sobre todo, pelo de la dehesa. No importa que lleguemos a las mismas conclusiones y formas de otros pa¨ªses; lo importante es que lleguemos a ellas por nuestro pie, tras personal combate con la cuesti¨®n sustantiva misma."
Por otra parte, inmersos en la civilizaci¨®n del espect¨¢culo ¡ªpara decirlo usando el t¨ªtulo del libro de Vargas Llosa¡ª, vivendo en una sociedad en la que influye tanto la imagen, la apariencia, la publicidad, la mercadotecnia... no es lo mismo "Filolog¨ªa y Filosof¨ªa" que "Filosof¨ªa y Filolog¨ªa" (no es un juego de palabras, en efecto, pero el orden s¨ª altera el producto) para denominar a la actual facultad de Filosof¨ªa. La primera opci¨®n ser¨ªa la coartada para aquellos que quieren hacer de la filosof¨ªa un saber secundario o residual, e incluso abogan por su desaparici¨®n, y entonces, aunque no se pretenda inicialmente, acabe sucediendo que solo haya un Departamento de Filosof¨ªa dentro de una Facultad de Filolog¨ªa.
Finalmente, ser¨ªa insensato negar la importancia de la econom¨ªa, pero un pensaiento calculador, una mentalidad economicista, termina poniendo todo proyecto humano al servicio de la econom¨ªa. As¨ª las cosas, resultar¨ªa sarc¨¢stico que hubiera una facultad de Humanidades. Parece que nos hemos olvidado que Adam Smith, considerado el padre de la econom¨ªa moderna, public¨® una Teor¨ªa de los sentimientos morales (1759) antes que La riqueza de las naciones (1776).
Jos¨¦ Antonio Mart¨ªnez es Catedr¨¢tico de Filosof¨ªa en Bachillerato
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