Que se vayan todos
Si los l¨ªderes no despejan ya el fantasma de otras elecciones deber¨ªan irse
Despu¨¦s de que la cortedad de miras y el tacticismo de los partidos y sus l¨ªderes provocara una repetici¨®n innecesaria e injustificada de las elecciones, cabr¨ªa esperar de los principales dirigentes que el reconocimiento de su fracaso y el sentido de Estado que se les supone les hiciera comprender la urgencia de dotar a Espa?a de un Gobierno. Lejos de ello, en las tres semanas transcurridas desde el 26-J, los m¨¢s significativos jefes pol¨ªticos se han dedicado a perder el tiempo de forma lamentable.
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Difundir la idea, ante la enormidad de los retos que enfrenta nuestro pa¨ªs, de que disponemos de tiempo suficiente para ¡°reflexionar¡± nos parece irresponsable y peligroso. Lo que la ciudadan¨ªa exige es unos l¨ªderes pol¨ªticos que se arremanguen y negocien, d¨ªa y noche si es necesario ¡ª?qu¨¦ clase de tomadura de pelo es esta de que nuestros l¨ªderes no pueden trabajar en fin de semana o d¨ªas festivos!¡ª, hasta lograr un acuerdo que dote a este pa¨ªs de un Gobierno que pueda tomar las decisiones que urgentemente necesitamos adoptar. Pensar que la ciudadan¨ªa va a aceptar que los l¨ªderes se concedan una pausa veraniega para as¨ª digerir mejor sus resistencias al pacto es un insulto que muestra lo fuera de la realidad que est¨¢n. E introducir, siquiera como ardid, la posibilidad de unas terceras elecciones, nos parece una obscenidad que descalifica para ejercer cualquier cargo a quien siquiera lo plantee.
Espa?a no puede permitirse unos pol¨ªticos que solo piensen en t¨¦rminos de los votos que perder¨ªan si actuasen de una u otra manera y que crean poder permitirse poner en marcha maquinarias electorales cada dos por tres con cargo a los contribuyentes para as¨ª satisfacer su deseo de permanecer en el cargo.
Tampoco resultan aceptables las peleas internas de los partidos. Desde el forzado y falso monolitismo con que funciona el PP hasta la debilidad de la dirigencia del PSOE, el estado de las fuerzas pol¨ªticas conspira contra la investidura de un Gobierno. Algo muy grave le ocurre al sistema pol¨ªtico espa?ol cuando los l¨ªderes se permiten ignorar las conclusiones arrojadas por las urnas, que el 26-J configuraron claramente cu¨¢l es la minor¨ªa en torno a la cual debe formarse el Gobierno y cu¨¢les las que deben responsabilizarse de ponerlo en marcha.
Espa?a no puede permitirse unos pol¨ªticos que solo piensen en los votos que perder¨ªan
Es obvio que Mariano Rajoy no merece volver a presidir un Gobierno, pero es innegable que el Partido Popular es quien tiene que formarlo, incluso con Rajoy, si es como quieren hacerlo. Y los dem¨¢s tienen que jugar sus bazas de oposici¨®n de la mejor manera que crean. Pero para ser oposici¨®n tienen antes que permitir que haya un Gobierno.
La incapacidad para dotar a Espa?a de un nuevo Gobierno es negligente y tendr¨¢ un coste muy elevado. La cadena de da?os provocados por tanta insensatez es alarmante: sin Gobierno, no ha sido posible fijar un techo de gasto para los Presupuestos de 2017; sin techo de gasto no es posible, para un Gobierno en funciones, aprobar un cuadro macroecon¨®mico ni poner en marcha el flujo financiero hacia las comunidades aut¨®nomas; y tampoco se puede elaborar con plenas garant¨ªas un borrador de Presupuestos Generales del Estado para el a?o pr¨®ximo. Resulta inconcebible que la definici¨®n de la pol¨ªtica econ¨®mica est¨¦ totalmente paralizada cuando es p¨²blico y notorio que la negociaci¨®n de un nuevo plan de estabilidad financiera con Bruselas (es decir, un calendario de cumplimiento del d¨¦ficit) es una cuesti¨®n de Estado, urgente y crucial.
No pueden demorarse m¨¢s las decisiones para corregir el d¨¦ficit estructural del sector p¨²blico; ni tampoco dilatarse la reforma del sistema p¨²blico de pensiones. Siete meses sin Gobierno reducen el margen de maniobra para negociar con Bruselas los ajustes exigidos, obligando a concentrar eventuales recortes presupuestarios y subidas de impuestos en un trimestre. Adem¨¢s, la desidia y el ego¨ªsmo del PP y la falta de visi¨®n pol¨ªtica de PSOE, Ciudadanos y Podemos podr¨ªa, si se prolonga, deteriorar la confianza de los mercados en nuestro pa¨ªs, algo que con un volumen de deuda superior al 100% del PIB no podemos permitirnos.
La torpeza pol¨ªtica para formar nuevo Gobierno tendr¨¢ un coste econ¨®mico y social muy elevado
Por todas estas razones, nos preocupa extraordinariamente que los retrasos en la formaci¨®n del Ejecutivo los termine pagando la ciudadan¨ªa en forma de recortes sociales, los contribuyentes en forma de m¨¢s impuestos y la econom¨ªa en forma de mayor exposici¨®n a una crisis hipot¨¦tica. Ignorar estos hechos, demorarse en la investidura y prolongar la inestabilidad pol¨ªtica y la formaci¨®n de Gobierno constituye pues una grave dejaci¨®n de responsabilidades democr¨¢ticas y un golpe muy da?ino para la credibilidad institucional.
Desde aqu¨ª, por responsabilidad, queremos instar a los principales l¨ªderes pol¨ªticos a que dejen a un lado sus intereses personales, incluso se echen a un lado si fuera necesario, y se comprometan a dotar a Espa?a de un Ejecutivo en el plazo m¨¢s corto posible.
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