As¨ª son los nuevos mercados: hacer la compra y quedarte de ca?as

Comprar y zampar, todo en uno, ya no es una praxis ajena a los mercados de abastos de toda la vida. Hacer la compra se ha convertido en una excursi¨®n imperativa que no solo es esencial para abastecer la despensa y el refrigerador, sino tambi¨¦n para completar con ¨¦xito la hora del aperitivo, merendar o irse de ca?as y vinos. El bar es ahora el mercado, el mercado es ahora el bar. ?Y por qu¨¦ no cuando la f¨®rmula tiene sentido para los hosteleros?. Tienen todo lo que necesitan en un mismo lugar, el flujo de gente est¨¢ asegurado y el boca a boca se encarga de darles visibilidad. Porque, ?a qu¨¦ se?ora de barrio no le gusta cotillear la carnicer¨ªa que acaba de cerrar y que se ha convertido en un bar de cereales? ?A qu¨¦ moderno no le gusta alardear de haber encontrado una nueva tienda de cervezas artesanas al lado de su fruter¨ªa de confianza?

Si te pierdes entre tanto puesto, ?a continuaci¨®n, un breve recorrido por los mercados gastron¨®micos m¨¢s populares del territorio espa?ol¡­

MERCADO DE LA MERCED (M?LAGA)

El Mercado de la Merced?se encuentra en pleno centro de M¨¢laga (muy cerca del hogar de Pablo Picasso) y en 2015 paso de ser un ¡®mercado al uso¡¯ para acogerse a la etiqueta ¡®gastro¡¯ con sus 22 puestos de degustaci¨®n albergados dentro de un espacio de corte industrial. Se lleva puntos extras por apostar por la Antigua Casa de Guardia, bodega con solera fundada en 1840 y el lugar para beberse unas cuantas copas de vino a granel. Lo mismo que por ofrecer una versi¨®n m¨¢s informal de la cocina del chef Revelaci¨®n 2015 de Madrid Fusi¨®n, Diego Gallegos, el chef del caviar, con platos de influencia brasile?a, peruana y mediterr¨¢nea. Aqu¨ª hay de todo, incluido pijismo malague?o y turisteo nacional, pero complementado con buena gastronom¨ªa, todo vale.?Merced, 4

MERCADO ANT?N MART?N (MADRID)?

Un bar de cereales, unos italianos que se rumorea que hacen la mejor pizza de la ciudad, el puesto de casquer¨ªa donde compra el gran Abraham Garc¨ªa (Viridiana), el m¨ªtico chiringuito de sushi de Yoka Loka¡­ el Mercado de Ant¨®n Mart¨ªn fue el primero en hacer las cosas bien despu¨¦s de destrozos tur¨ªsticos como el Mercado de San Ant¨®n o de San Ildefonso. Dejar en paz a los puestos de toda la vida para potenciar su atractivo con puestos donde comer bien y a buen precio es probablemente el secreto que hace que este mercado sea cada vez m¨¢s popular. Ya lo dice Antonio Gonz¨¢lez, de Latazo, una bodega del siglo XXI expendedora de vermuts en la segunda planta del mercado: ¡°es muy importante que el Mercado de Ant¨®n Mart¨ªn sea un espacio en el que el madrile?o que sabe lo que quiere, pueda refugiarse lejos de otros mercados en que la uni¨®n desequilibrada de tradici¨®n, venta y restauraci¨®n ha acabado convirti¨¦ndose en espacios artificiales abarrotados de turistas¡±.?Santa Isabel, 5

MERCADO DE VALLEHERMOSO (MADRID)?

¡°Dinamizar y conquistar¡±, f¨¢cilmente podr¨ªa ser el lema de este mercado en el que se funden a la perfecci¨®n los puestos ¡°de toda la vida¡± del mercado con otros m¨¢s gastron¨®micos. En 2015 su oferta era la de un espacio ¡°absolutamente en desuso, con la excepci¨®n de algunos puestos tradicionales que se manten¨ªan (muy interesantes, por cierto), y un par de propuestas novedosas, c¨®mo Prost Chamber¨ª o Washoku Sushi. Aun con esto, m¨¢s de la mitad de los puestos del mercado se encontraban cerrados o vac¨ªos¡±, cuenta Clara D¨ªez, responsable de comunicaci¨®n del mercado. Muchos pensaban que no cabr¨ªa soluci¨®n para levantar al emblema de todo un barrio pero uniendo fuerzas, comerciantes y puestos tradicionales se anexaron con una serie de productores/comerciantes haciendo que el mercado fuera reviviendo a trav¨¦s de la fusi¨®n de Kitchen 154, los cl¨¢sicos Sobaos Josel¨ªn, la nueva generaci¨®n de vinos de Vi?acerr¨®n, los grilled cheese de Rocklette, vinos Qubel, El Horno de Babette, Graciana y su cocina argentina, el fuego comestible de Tuk Tuk o las cervezas La Virgen... A d¨ªa de hoy, ¡°ha pasado de ser un mercado visitado por clientes muy centrados en el consumo de producto diario a una clientela que viene al mercado para comprar y para quedarse: compra, s¨ª, pero tambi¨¦n se toma una ca?a o aprovecha y come all¨ª ese d¨ªa¡±, concluye Clara.?Vallehermoso, 36

LA CHISPER?A MERCADO CHAMBER? (MADRID)

Piensa en casticisimo y dale una vuelta con inspiraci¨®n a los chulapos del barrio de Maravillas y Chamber¨ª. El espacio gastron¨®mico del Mercado de Chamber¨ª, inaugurado en 1943, puede resultar un poco fr¨ªo a primera vista, pero vale la pena darle una oportunidad con sabrosos bocados que vienen de la mano de puestos bastante curiosos. El invencible taco de carnitas de La Valona, el tierno pulpo con mojo del Loco Antonelli o el bao de pato laqueado de Chamb¨ª, te har¨¢n un chamberilero hecho y derecho a base de pura fusi¨®n. ?Alonso Cano, 10

MERCAT CENTRAL DE VAL?NCIA (VALENCIA)

Este mercado es uno de los m¨¢s grandes y antiguos del mundo, y seg¨²n muchos, el m¨¢s impresionante por su modernista arquitectura. Entre mosaicos y coloridos ventanales, hace las delicias de turistas y vecinos en cada visita. ?Su mayor atractivo? Ese puesto bajo el nombre de Central Bar by Ricard Camarena, que como no pod¨ªa ser de otra forma, basa su carta en una cocina de temporada a precio de mercado de barrio. Ojito con sus bocadillos. Plaza del Mercado, 1

MERCADO DE SAN JUAN (MALLORCA)

En la isla son dos las principales opciones a la hora de comer dentro de un mercado. La primera est¨¢ en el Mercado de San Juan, en pie desde 1905 como un edificio modernista de 1300m? que formaba parte del antiguo matadero conocido como S¡¯Escorxador. Su nombre hace los honores a un viejo convento y cuenta como joya de la corona con La Vermu Tortiller¨ªa (local 13/14), el lugar de moda para hacer el vermut con cualquier Denominaci¨®n de Origen dentro de Espa?a: ya sea con Le¨®n y su Guerra, La Rioja con Mart¨ªnez Lacuesta, Reus con Mir¨® o Galicia con St. Petroni (entre muchos muchos otros). Aunque su ¨¦xito tambi¨¦n deriva de sus famosas tortillas de patata, condecoradas con mejillones, sardinas y berberechos; rellenas de bacon mayonesa y pimientos o incluso reba?adas con morcilla y queso. Si, suena algo gore y poco purista, pero los placeres culpables son los que mejor saben. ?O no?. Carrer de l¡¯emperadriu Eug¨¨nia n? 6. C2.

MERCADO DE SANTA CATALINA (MALLORCA)

Si por otro lado, lo que buscas es alejarte del mainstream de las ¡®gastro barras¡¯ vete directo a Santa Catalina, un mercado municipal situado junto al puerto y el Paseo Mar¨ªtimo en el que hay que a hacer una parada (s¨ª o s¨ª, da igual que tan lleno est¨¦) en el Bar Joan Frau. Aqu¨ª Pedro, Biel y Mario son ya h¨¦roes locales por las recetas de toda la vida (de Mallorca) que llevan sirvi¨¦ndose en el local desde hace 47 a?os. Sin duda, un m¨ªtico de la ciudad para comerse unas berenjenas rellenas, manitas, callos, frito mallorqu¨ªn y cocas de verdura. Para terminar, p¨ªllate unos mariscos en cualquiera de los puestos y ll¨¦vatelos a Ca s'Ostra para que te los cocinen al momento y acompa?en de un cava o champagne. O al siempre lleno Bar Es Mercat, aunque aqu¨ª tambi¨¦n es fundamental pedirse la especialidad de la casa: los bocadillos a la plancha. Pla?a Navegaci¨® s/n.

MERCADO DE ABASTOS DE SANTIAGO DE COMPOSTELA

Es todo un centro de peregrinaje gracias a Abastos 2,?de Marcos Cerqueiro y Iago Pazos y sus 6 casetas en un espacio de 26 m?, una mesa ¨²nica y una cocina gallega en peque?os bocados. Seg¨²n Marta Fern¨¢ndez Guada?o del portal Gastroeconomy, el secreto para que una propuesta como esta funcione es sencilla, es decir, ¡°apostar por un formato que casi era obvio pero que nadie hac¨ªa: una taberna dentro de un mercado reeditado, con un lenguaje moderno tanto en la forma de comer como en las presentaciones de los platos, puntos de cocci¨®n revisados y con una cocina cien por cien gallega basada en el producto comprado a diario en el mercado.?R¨²a das Ameas, s/n

As¨ª que ten cuidado cuando bajes a hacer la compra, lo m¨¢s probable es que te l¨ªes a comer y beber como si no hubiese ma?ana y termines haciendo la (otra) ruta del bacalao en medio de la plaza de tu barrio.