?A qu¨¦ se debe el aumento de la miop¨ªa en todo el mundo?
Tener vista corta eleva el riesgo de padecer enfermedades que afectan a la visi¨®n como el desprendimiento de retina
Durante el ¨²ltimo siglo, la miop¨ªa (o vista corta) ha crecido hasta alcanzar proporciones epid¨¦micas. En el sureste de Asia, afecta ahora a casi el 90% de los estudiantes al acabar la educaci¨®n obligatoria. En Occidente las cifras no son tan exageradas, pero parece aumentar de forma similar. Hemos descubierto que casi la mitad de los europeos de 25 a 29 a?os son miopes, y el porcentaje se duplica entre los nacidos en la d¨¦cada de 1960, si se los compara con los nacidos en la de 1920.
De modo que ?cu¨¢l es la causa de la miop¨ªa? ?Por qu¨¦ se est¨¢ volviendo tan extremadamente frecuente? ?Y qu¨¦ se puede hacer para reducir el n¨²mero de personas afectadas por este problema?
La vista corta suele aparecer durante la infancia, y se produce cuando el ojo crece demasiado a lo largo (¡°miop¨ªa axial¡±). La consecuencia es una visi¨®n lejana borrosa que exige una correcci¨®n con gafas, lentes de contacto o cirug¨ªa refractiva con l¨¢ser, lo que conlleva molestias y gastos. Adem¨¢s, ser miope eleva el riesgo de padecer enfermedades que afectan a la visi¨®n como el desprendimiento de retina y la degeneraci¨®n macular mi¨®pica (disminuci¨®n de grosor de la zona central de la capa del ojo que capta la luz).
El aumento de la incidencia de la miop¨ªa provocar¨¢ m¨¢s casos de ceguera en el futuro.
El riesgo de miop¨ªa se duplica entre quienes tienen formaci¨®n universitaria, comparado con el de quienes dejan de estudiar a los 16 a?os
Unos cuantos sospechosos
Aunque los genes son importantes a la hora de predecir el riesgo de miop¨ªa, no explican por s¨ª solos la reciente epidemia. Algunos de los factores de riesgo de la miop¨ªa son la educaci¨®n superior, el esfuerzo visual a corta distancia, vivir en una ciudad, y pasar poco tiempo al aire libre.
Antes se pensaba que el esfuerzo visual a corta distancia, que conlleva una lectura prolongada en la que se enfocan los objetos de cerca, era el principal culpable. Pero el tiempo de lectura no parece ser un factor de riesgo considerable, ya que no se relaciona claramente con la aparici¨®n ni la evoluci¨®n de la miop¨ªa, seg¨²n las investigaciones. El tiempo que se pasa al aire libre parece ser m¨¢s importante, pero no se sabe con certeza por qu¨¦ ejerce un efecto protector. ?Podr¨ªa tener algo que ver con la luz solar brillante, el hecho de enfocar los objetos de lejos o incluso la producci¨®n de vitamina D en la piel? No lo sabemos. La cantidad de tiempo que se dedica a la educaci¨®n parece ser muy importante; el riesgo de miop¨ªa se duplica entre quienes tienen formaci¨®n universitaria, comparado con el de quienes dejan de estudiar a los 16 a?os.
Pero ?explican estas relaciones el hecho de que la miop¨ªa se est¨¦ volviendo tan frecuente? Debe de haber algo en el estilo de vida moderno que propicie esta epidemia. Los seres humanos hemos sufrido muchas adaptaciones evolutivas beneficiosas para garantizar que estamos bien adaptados a nuestro modo de vida. De modo que ?est¨¢n nuestros ojos, y quiz¨¢ nuestro cerebro, adapt¨¢ndose al estilo de vida urbanita, con sus largas horas ante el ordenador, su intensa formaci¨®n y su menor cantidad de tiempo al aire libre? (Est¨¢ claro que ya no tenemos que otear el horizonte en busca de comida). La respuesta es: probablemente no. El fen¨®meno de la adaptaci¨®n evolutiva tiene lugar durante intervalos de tiempo mucho m¨¢s largos, pero nos lleva a preguntarnos por el efecto que la vida moderna ejerce sobre nuestros ojos.
Es probable que la tecnolog¨ªa, como los ordenadores, las tabletas y los tel¨¦fonos m¨®viles, no tenga la culpa; la tendencia abarca el siglo XX y, en el Asia urbana, la epidemia ya era evidente en la d¨¦cada de 1980. El nivel educativo ha aumentado durante el ¨²ltimo siglo, pero el ¡°nivel de formaci¨®n m¨¢s alto alcanzado¡± no explica por s¨ª solo la tendencia. Puede que hayamos llegado a un equilibrio peligroso de cercan¨ªa frente a lejan¨ªa y de interior frente a exterior.
La b¨²squeda contin¨²a
Los ni?os de primaria que pasaban 40 minutos m¨¢s al aire libre ten¨ªan un 23% menos de probabilidad de sufrir miop¨ªa que los que no lo hac¨ªan
Aunque nosotros no propondr¨ªamos que se limitase la formaci¨®n superior ni el esfuerzo visual de cerca para reducir la incidencia de la miop¨ªa, algunos cambios en las pr¨¢cticas educativas s¨ª podr¨ªan ser de ayuda. Por ejemplo, en estudios llevados a cabo en el sureste de Asia, donde los ni?os suelen tener muchas clases extraescolares, se ha visto que los recreos m¨¢s largos al aire libre contribuyen a que se reduzca la incidencia de la miop¨ªa. En un estudio llevado a cabo en China, se vio que los ni?os de primaria que pasaban 40 minutos m¨¢s al aire libre ten¨ªan un 23% menos de probabilidad de sufrir miop¨ªa (durante un periodo de tres a?os) que los que no lo hac¨ªan. As¨ª que tal vez podr¨ªamos plantearnos el objetivo de dos horas diarias al aire libre.
No cabe duda de que se est¨¢n produciendo cambios en la anatom¨ªa de los ojos como consecuencia directa de la vida moderna; hab¨ªa menos miop¨ªa cuando la gente llevaba una vida m¨¢s rural y antes de la educaci¨®n masiva de la segunda mitad del siglo XX. Existe una necesidad acuciante de entender el modo en que nuestro entorno, posiblemente en conjunci¨®n con los genes, aumenta el riesgo de sufrir miop¨ªa. Nosotros y otros investigadores estamos tratando de responder a estas preguntas, con la esperanza de reducir la carga cada vez mayor de la miop¨ªa en el futuro.
Chris Hammond?es profesor de oftalmolog¨ªa en el King's College London.
Katie Williams?es investigadora de oftalmolog¨ªa del MRC, en el King's College London.?
. Traducci¨®n de News Clips.Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.